jueves, 22 de febrero de 2024

Saxifraga granulata

                                    Jimera de Líbar
 
Esta es de las flores a las que cuesta pillarle la cara buena, desgarbada, inquieta con la mínima presencia de algo de viento.
 En las grietas de las calizas, en zonas bastante sombrías, desarrolla una roseta de hojas redondeadas, de las que saldrá, con los días algo más largos y calurosos del final del invierno, un largo tallo en el extremo del cual irán abriendo pequeñas flores blancas que, como estrellas, brillarán en la oscura umbría.
La rompepiedras es planta abundante y no es raro verla en las partes menos soleadas de nuestras sierras, buscando la humedad y el frescor que tanto necesita. Allí espera, paciente, tiempos mejores.

martes, 3 de octubre de 2023

Isla de la Reunión, 5-18 de agosto de 2023


Vuelo Málaga-París: casi una hora de retraso y un corre-corre por los pasillos y salas del aeropuerto Charles de Gaulle, control de pasaportes a pesar de ser La Reunión parte de la UE -diez minutos- y vuelta a correr... ¡Llegamos a tiempo! ¡Aún no están embarcando! Va también con un poco de retraso. Encuentro con el grupo que ha viajado desde Valencia. Saludos: a Marta, nuestra guía, que conocíamos del viaje a Islandia, a algunas personas que conocíamos de viajes anteriores y a otras nuevas... ¡nuevos nombres e incluso viejos que mi caótica mente mezcla o borra en ese instante! ¡Qué desastre!

Ahora, más tranquilo, miro a través de las cristaleras del aeropuerto. El cielo de París está gris plomizo. Un enorme avión espera: La Réunion vaut bien une course.


Once horas de vuelo desde la capital francesa hasta el aeropuerto Roland Garros, dedicado a este pionero de la aviación francesa y tenista aficionado nacido en Saint Denis, la capital de la isla, y muerto en combate a final de la I Guerra Mundial.
8 de la mañana, un invierno templado -¡qué poco nos iba a durar!- en el hemisferio sur no logra despertarnos del sopor y aturdimiento de tantas horas de avión. El autobús nos lleva a Grand Bois, al sur de la isla por una autovía colgada en el abismo y anclada al mar, la carretera más cara de la U.E. por kilómetro construido. Mi cara pegada al cristal pero no soy yo el que grita: ¡Una ballena!


En el invierno austral, la ballena jorobada abandona las frías aguas de La Antártida para acercarse a esta isla de aguas más cálidas y dar a luz a sus ballenatos. Desde la costa, sin necesidad de prismáticos, es posible verlas pasar, solitarias o en pequeños grupos, asomar sus colas o lomos, lanzar sus chorros de vapor al aire y, si hay suerte, verlas saltar. ¡No nos tocó el gordo, pero pequeños premios sí tuvimos! Muchas veríamos en la ruta que hicimos por la costa o durante nuestra estancia en Hermitage-Les Bains y Saint-Gilles. 

Tras dos horas de camino, con parada incluida en un supermercado para comprar algo para la ruta del día siguiente - es domingo, y casi todo está cerrado-, llegamos a nuestro hotel en Grand-Bois (1), junto a un Índico bravo y una costa recortada de lava negra. El cielo está oscuro, amenaza lluvia. Algunas gotas caen y el aire es frío. Hay que dejar el equipaje, dar un paseo y volver más tarde. Es temprano y todavía las habitaciones no se pueden ocupar.


Pero el paseo se frustra. Nada más salir, empieza a llover y no llevamos diez minutos andando cuando el chaparrón arrecia. Media vuelta y al hotel, a esperar que nos vayan dando las llaves de nuestras habitaciones, como pequeños apartamentos con jardín. Menos mal que no tardan mucho y podemos instalarnos pronto. 
Al mediodía, visto que la lluvia no cesa, aprovechamos el porche cubierto de la habitación y sus mesitas para comer algo. Abrigados y con el sonido del agua cayendo de los tejados no hay mejor plan que una buena siesta que reponga la falta de sueño del avión.

Nuestro hotel en Grand Bois

La siesta se une con la temprana noche en el Trópico de Capricornio. Sigue lloviendo. Cena en el hotel a la francesa, al fresco y bien abrigaditos. Parece que el cielo ha dado una tregua. Paseo nocturno por un Grand Bois casi desierto y vuelta al hotel y a la cama. Mañana será otro día... esperemos.

Rutas por esta montaña en medio del Índico

¿La Reunión? ¿Y eso dónde está? La mayoría de los amigos y compañeros de trabajo a los que hemos comentado dónde íbamos este verano respondían con estas preguntas. Y la respuesta más rápida siempre era: es una isla francesa que está al "lado" de Madagascar, a unos mil kilómetros, en medio del Índico. Junto a Mauricio y la pequeña Rodrigues, forman el archipiélago de Las Mascareñas.
La Reunión pertenece a la U.E., tiene el euro como moneda y el francés como idioma oficial, aunque la población nativa habla kréol, una mezcla de francés con términos, giros y acentos provenientes de las muchas lenguas de los distintos grupos de emigrantes -libres y/o forzados- que poblaron la isla tras su descubrimiento y ocupación por Francia allá por el siglo XVII. Nombrada como Île Bourbon, en honor de los monarcas reinantes en Francia en aquel momento, cambiaría su nombre a Île de la Réunion a raíz de la Revolución Francesa de 1789, un hito histórico que daría lugar al comienzo de una nueva etapa, la Edad Contemporánea, y a cambios radicales en la forma de gobernar y entender el mundo y el ser humano como parte de él.
Antes del s. XVII, era una isla completamente deshabitada. A partir de ese momento, primero franceses y después personas provenientes de otros lugares del mundo, muchas de ellas como esclavos o trabajadores en semiesclavitud -engagés-, irán llegando a este territorio y ocupando los entornos más favorables... así hasta llegar a los 900.000 habitantes que hoy pueblan este lugar, una mezcla de razas, culturas y religiones que podemos percibir desde el mismo momento en el que ponemos pie en tierra.


La Reunión son, básicamente, dos volcanes. Uno antiguo, al norte, dormido, origen de la isla, le Piton des Neiges, punto más alto, erosionado y hundido en sus laterales, donde se han formado tres enormes calderas -cirques-; y otro al sur, le Piton de la Fournaise, uno de los más activos del mundo con una media de una erupción cada dos años, encargado de ir ampliando la isla hacia el sudeste.


La Plaine des Grègues (2): entre le ciel et la terre, margosiers et curcume. 

Amanece con un cielo bastante despejado. Solo algunas nubes asoman por la zona del volcán.
Hoy empezamos nuestras rutas por La Reunión con una caminata en la Plaine des Grègues, por le Boucle des Margosiers y la zona de cultivo de la cúrcuma.

Autobús a las alturas. Carreteras secundarias, locales, caminos asfaltados. Al comienzo de un camino embarrado nos deja. Mochilas al hombro y nos internamos en un bosque húmedo en el que el sol apenas entra.


Y en medio de este bosque surgen los primeros helechos arborescentes -después veríamos muchos más, aquí y en otros lugares de la isla-.


Saxicola tectes - Tec tec- hembra, pajarillo endémico muy sociable y que podemos encontrar con facilidad en los bosques y páramos.

Strobilanthes hamiltonianus - Califon
Originaria de la India, e introducida como ornamental, ha escapado de los jardines y hoy invade los bosques húmedos.

Fotografiando un helecho arborescente


El sendero sube hasta el Piton de Rond para girar y volver hacia el pueblo, que entre las nubes y la vegetación apenas si se deja ver.


Las plantas lo ocupan todo

El camino, bastante embarrado -creíamos en aquel momento- sube y baja por una cresta al borde de la Rivière des Remparts

Algunos tienen más de veinte metros

Cyathea sp. - Fanjan

El camino, en algunas zonas, salva el desnivel con escalones hechos con troncos

El barranco por donde corre la Rivière des Remparts y la meseta donde se asienta Grand Coude. Al fondo, le Piton de la Fournaise

Dracenas, brezos arborescentes, árboles y arbustos de variadas especies, plantas epífitas y helechos de todo tipo pueblan estos bosques húmedos a media altura.

Con la humedad y el calor brotan los hongos en muchos rincones

Comparando alturas


Fruto de Pandanus montanus, -Vacoa o pándano-. Este, a diferencia del que encontramos en la costa, es una especie endémica, propia de los bosques húmedos de montaña de mediana altitud.

Hoja -fronde- de un joven helecho arborescente

Con la niebla, me recuerda a paisajes de Parque Jurásico -falta el Rex-


Nephila inaurata -Bibe-, una araña endémica de Las Mascareñas, grande y de peligroso aspecto, no es tan fiera como aparenta. Aunque su picadura es venenosa, no produce algo más que un fuerte dolor e hinchazón en la zona en la mayoría de las personas, problemas que remiten al cabo de unas cuantas horas.
Eso sí, por si acaso, no nos acercamos mucho.

Sticherus flagellaris - Helecho milpatas

Bulbophyllum nutans -Ti carambole-, pequeña orquídea epífita

Ardisia crenata - Arbusto de Navidad, otra planta originaria de Asia

 que ha invadido el sotobosque de algunos lugares de la Reunión

Psidium cattleianum - Guayaba roja o guayaba fresa, arbusto originario de América asilvestrado en los bosques húmedos de la Reunión, cuyos frutos maduros son muy buscados para el consumo directo o para elaboración de mermeladas y postres.





Tec tec macho

Empieza a llover, aunque con poca fuerza






Un continuo subir

y bajar

entre pasillos y túneles de vegetación

Blechnum...

Orquídea




Impatiens walleriana - Impatience, alegría


Llegando a la Plaine des Grègues

con sus casas criollas de coloridos tonos

y la Maison du Curcuma

La cúrcuma es una planta de espectacular floración que se cultiva en las zonas tropicales para extraer de sus raíces y rizomas ese polvo de intenso color naranja que sirve como condimento y colorante. De la cúrcuma, como de casi todo, existen distintas categorías: de la raíz gruesa se extrae el condimento de mayor calidad -la cúrcuma madre- mientras que de los pequeños rizomas laterales se obtendrá una cúrcuma de menos valor.
En esta Casa de la Cúrcuma podemos ver todo el proceso de cultivo y producción de esta especia, además de poder comprar distintos productos derivados de su cultivo.


Un nuevo chaparrón en nuestra vuelta al hotel de Grand-Bois. El cielo nos obsequia con un enorme arcoíris doble que parece perpetuarse en el tiempo.

El arcoíris doble tiene varias particularidades curiosas: en los dos arcos que se forman, los colores están invertidos, siempre el arco de abajo muestra colores más intensos que el de arriba, y entre ellos se forma una zona más oscura llamada banda de Alejandro, en honor a su descubridor, el filósofo griego Alejandro de Afrodisias

Abutilon theophrasti - Abutilon de flores amarillas

Como había tiempo hasta la cena, decidimos dar un paseo diurno hasta el centro y la playa de Grand Bois ¡Error! Al llegar a nuestro destino, un chaparrón tropical intenso y duradero nos pone hechos una sopa.

Estos ficus de intrincada orografía no nos sirvieron de paraguas: quien se cobija bajo hoja, dos veces se moja.

Un consuelo con zapatos mojados: el atardecer se tiñe de naranja y las olas de un embravecido océano estallan en el negro basalto de la costa

Ruta por la Costa Sudeste, el camino de pescadores (3): le combat entre le volcan et la mer. 

Camino litoral entre pándanos -llamados aquí vacoas-, campos de caña de azúcar, cultivos de vainilla,  bosques de casuarinas -filaos- y helechos, muchos helechos, todo ello enmarcado en un paisaje oscuro de lavas recientes, verde sobre negro. Un camino desde Piton Ste. Rose hasta Anse des Cascades, donde el agua se precipita junto al mar en multitud de chorros por paredones cubiertos de una exuberante vegetación. Hay que tener en cuenta de que estamos en una de las zonas más lluviosas de la isla donde las nubes cargadas de humedad del océano chocan con las laderas del Piton de la Fournaise, se elevan, enfrían y condensan con una rapidez inusitada y... ¡agua va! De hecho, en las laderas este y norte del volcán se han batido varios récords mundiales de lluvia:
1144 litros por metro cuadrado en 12 horas
1825 litros por metro cuadrado en un día
o casi cuatro mil en tres días

L'Eglise de Notre Dame des Laves, en el Piton Ste. Rose, se salvó por poco de la erupción de 1977. La lava llegó hasta sus muros pero no se la llevó por delante. Milagro creen algunos. Otros apelan a la ciencia.
Aquí sigue, abierta y en uso, rodeada de toneladas de roca volcánica.

El puente colgante de la Rivière de l'Est

La Grand Brulée, la zona donde se han ido acumulando las lavas de las erupciones más recientes. Por aquí pasa la carretera que rodea la isla por el sur y en la que podemos ver carteles que marcan por donde circularon las coladas en distintos años y que, en muchos casos, cortaron la circulación durante meses, como ocurrió con la de 2007, la más grande y destructiva que se recuerda desde la ocupación de la isla.

Ipomoea obscura de flor blanca

Ipomoea obscura de flor amarilla

Leucas aspera, planta extendida por los continentes e islas alrededor del Índico 

Momordica charantia - Margose marron, melón amargo-, enredadera que se puede encontrar por todas las zonas tropicales del mundo y cuyo fruto se utiliza en la cocina de algunos países.

Campo de cultivo de caña de azúcar. 

Este cultivo, quizás históricamente el más importante de la Reunión, me trae a la memoria cuando de joven, todos los terrenos del Valle del Guadalhorce cercanos al mar, incluida toda la zona alrededor del aeropuerto, se encontraban ocupados por estas plantaciones. Hoy en día no queda prácticamente nada. Algunos edificios en ruinas -ingenios- aquí y allá por toda la costa, testigos de la importante industria azucarera que se desarrolló en Málaga desde finales del s. XIX hasta finales del s.XX. Urbanizaciones, naves comerciales, carreteras o terrenos baldíos ocupan su lugar.

La caña de azúcar lleva cultivándose en La Reunión desde hace más de dos siglos. Junto a ella, llegarían esclavos procedentes de África, obligados a trabajar en condiciones infrahumanas, hasta 1848 en la que la abolición aprobada en la metrópoli llega a la isla. Durante este periodo, un buen número de esclavos -les marrons- huirían al interior montañoso de la isla en busca de refugio, de una vida en libertad.
A partir de esa fecha, no cambiaría mucho la situación pues estos fueron sustituidos por personas provenientes de Madagascar, La India o el Este de África, -les engagés- que seguirían trabajando estos campos en condiciones de semiesclavitud, aunque en teoría fueran libres y recibieran una remuneración por su trabajo.
En la actualidad, este cultivo sigue teniendo un papel fundamental para la economía de la isla. Aparte de obtener azúcar o fabricar ron, los restos agrícolas de la caña sirven para producir una buena parte de la energía eléctrica que se consume.

Llegando al mar

Áspera geometría

No me era extraña la planta, pues la había visto en Málaga, en algunos jardines y parques, pero ver un bosque de estos árboles es muy diferente.

El pándano -vacoa en criollo- que podemos encontrar en este tramo de costa es el Pandanus utilis, una especie traída de Indonesia y Madagascar cuyo fruto es comestible. Adaptada a soportar los ciclones que baten estas costas con cierta periodicidad, destaca sobre todo por esas raíces aéreas que salen a media altura del tronco y que lo anclan al suelo como arbotantes de una catedral gótica. Sus hojas han sido utilizadas para la elaboración de diversos objetos artesanales.







Achatina immaculata -Achatina-, un caracol gigante africano -¡casi un palmo de mi mano!- introducido en la isla a partir de 1800 y que a falta de depredadores, se ha convertido en un problema grave para los campos de cultivo dada su gran facilidad para reproducirse. 
Encontramos algunas conchas vacías en el camino, pero este estaba bien vivo. Y mientras lo mirábamos y fotografiábamos los mosquitos dieron buena cuenta de algunos de nosotros. Después no volveríamos a verlos ni sentir sus picaduras en todo el viaje.

En estas playas y ensenadas no protegidas por barreras de coral  está prohibido el baño: la isla se encuentra en la "carretera" de tránsito por el Indico de tiburones tigre y toro, ambos muy agresivos, y que han hecho que la Reunión aparezca como el lugar en el que más muertes se han producido por ataques de escualos en los últimos años.


Helechos, dracenas, orejas de elefante... un caos verde en armonía


Vanilla planifolia - Vainilla

Esta orquídea, originaria de México, se cultiva ampliamente en la Reunión. De ella se aprovechan las vainas frutales que deben tratarse para su posterior venta: primero, cuando aún están verdes, se escaldan en agua a 65º, después se dejan secar al sol durante un par de semanas para terminar el secado a la sombra y acabar el proceso con un almacenaje en cajas de madera durante varios meses.
La vainilla de la Reunión, vanille bourbon, se considera la mejor vainilla del mundo. Su producción empezó en el siglo XIX, cuando un esclavo, Edmond Albius descubrió cómo polinizar las flores de forma manual:  lejos de su México natal no existía el insecto que las polinizaba naturalmente y los intentos de que fructificara fuera de su lugar de origen habían resultado hasta ese momento infructuosos.

Phymatodes scolopendria - Pata de lagarto-, helecho epífito de las Islas Mascareñas

Fruto del pándano


De vez en cuando, el sendero abandona el bosque de pándanos y se acerca al mar

que bate con fuerza contra las negras rocas basálticas

Como una cascada de raíces

Scaevola taccada - Manioc marron-, planta indígena adaptada a terrenos salinos que se extiende por zonas costeras protegiendo los suelos de la erosión

Cambiamos pándanos por casuarinas - filaos en idioma nativo- una conífera originaria de Australia y que aquí encontramos desde la costa hasta zonas de media montaña.

    Atravesamos la colada de 1977

desaparecen los árboles

y solo pequeñas hierbas, helechos y plantas rastreras verdean el paisaje

Ipomoea pes-caprae - Patate à Durand-, originaria de Las Mascareñas, la podemos encontrar con frecuencia en las arenas de las playas y ríos, estabilizando los suelos gracias a sus extensas raíces. Sus hojas y flores se utilizan con fines medicinales.

Un pándano en la orilla

y los filaos sobre los acantilados

¡Sorpresa! En las ramas de un arbusto, un camaleón de vivos colores - Furcifer pardalis- Tranquilo, se dejó hacer toda una sesión fotográfica. Una curiosidad sobre el nombre de este animal: aquí se le llama "endormi" -dormido-, mientras que el nombre de camaleón se reserva para otro lagarto, el agame.

Hippobroma longiflora - Revientacaballos- flor originaria de Jamaica y extendida por los trópicos. Se trata de una planta tóxica que puede provocar graves problemas. Su savia puede incluso absorberse por la piel, y en los ojos provoca ceguera.


Helechos pata de lagarto


Commelina difussa - Tripa de pollo-, una planta extendida por todas las zonas tropicales y subtropicales del mundo

Asystasia intrusa



Clidemia hirta - Tabac-boeuf en kréol, cordobán peludo de Cuba, considerada una de las 100 plantas más invasivas del mundo, extendida por todas las zonas tropicales de nuestro planeta


Nephrolepsis abrupta


Camino escoltado por helechos

Stachytarpheta jamaicensis - Épi bleu, hoja de corrimiento, otra planta que venida de fuera ha colonizado los caminos y campos cercanos a las costas de la Reunión







Un palmeral en Anse des Cascades

Anse, -ensenada, bahía-

y las cascadas 

que caen

por los acantilados de uno de sus laterales

Y aquí muchos pajarillos que aprovechan la llegada de turistas y los restos que van dejando para alimentarse: oportunistas que han sabido buscarse la vida.

Entre ellos, un grupo de tejedores - Ploceus cucullatus spinolotus-, machos y hembras que no pierden puntada de nuestros movimientos, de la comida que se nos cae y de aquella que les echamos.



Ruta del volcán Piton de la Fournaise (4): vouloir et non pouvoir


La Plaine des Sables, una enorme meseta volcánica donde apenas crece nada y donde la carretera asfaltada se convierte en un carril lleno de baches que nos lleva hasta el refugio escondido en la ladera norte del volcán.

Piton Chisny

Sophora denudata - Petit tamarin des hauts

Mar de nubes al amanecer desde la Gîte du volcan

El pequeño tamarindo de las alturas es un árbol endémico de La Reunión que se encuentra por encima de los 1.400 metros. Su floración, de un intenso amarillo, resalta en los paisajes descubiertos y rocosos donde crece.

Hacia el borde de l'Enclos

Una enorme grieta se abre en estas paredes de lava

jóvenes geológicamente a pesar de sus cinco mil años

Et l'Enclos du volcan est fermé

L´Enclos es la zona  relativamente llana que rodea el cráter Dolomieu, el punto más alto del Piton de la Fournaise. Antiguo cráter del volcán con una antigüedad de cinco mil años y un diámetro de más de diez kilómetros, se encuentra bastante erosionado y hundido en su parte superior, aunque sus laderas se inclinan extraordinariamente hacia el mar, en la zona que se conoce como La Grand Brulée, el punto más activo en la actualidad y donde se han producido la mayoría de las erupciones de los últimos años, incluida la última, que comenzó el 2 de julio pasado y no terminó hasta el 10 de agosto y que nos impidió subir a la cima del cráter Dolomieu.

Así estaba a principios de julio (Imagen de Internet)

y este era su aspecto en los primeros días de agosto (Imagen de Internet). Al fondo, el Cráter Dolomieu.

Días de erupción que han dejado un nuevo cono, le Piton Guétali -por sus semejanzas con las antiguas torres de vigilancia criollas "guet"- al sureste del cráter principal, no muy lejos de la carretera de las lavas 

Parece que vienen nubes

A falta d'Enclos recorremos su borde hasta Nez Coupé de Ste. Rose, un sendero en el filo mismo del abismo que si no fuera por el matorral, árboles y arbustos que jalonan el camino sería un lugar poco apto para personas con vértigo.

Matorral de altura. Al fondo, el Piton des Neiges

Numerosos cráteres recientes siembran las laderas de Piton de la Fournaise

erupciones de lavas de distintos colores que se van superponiendo unas a otras

L'Enclos

y el Cráter Dolomieu

Astelia hemichrysa, planta bulbosa que crece en bosques de altura


Nastus borbonicus - Calumet-, un pequeño bambú endémico que vive en zonas altas y que ha sido utilizado para fabricar productos artesanales y cañas de pesca y que destaca por sus peculiares hojas agrupadas a lo largo del tallo como si fueran plumeros.

Orquídea epífita

Agarista buxifolia - Petit bois de rempart-, planta indígena que podemos encontrar en paredones, tajos y zonas pedregosas de montaña. Es una planta muy tóxica cuyo consumo puede provocar la muerte a personas y animales

Un pequeño bosque de petits tamarins des hauts


Coladas de lava sobre lavas

Cráter Formica Leo en las laderas del Piton de la Fournaise

Vista panorámica de l'Enclos

Un acercamiento al Cráter Formica Leo

Zosterops borbonicus borbonicus - Zoizo blanc, pequeño pajarillo endémico de La Reunión

Parece tener el don de la ubicuidad: está en todos lados

Un viejo túnel de lava

Hypericum lanceolatum -Fleur jaune des hauts- endémica de las Mascareñas y de las Islas Comores, es una planta medicinal que se utiliza para diferentes problemas, entre ellos la depresión y los dolores de regla. Su uso debe ser vigilado por un especialista pues también tiene efectos anticoagulantes sobre la sangre.

Otra imagen del Piton Chisny

El camino terrero que recorre la Plaine des Sables

Bajando del volcán, las nubes invaden Bourg Murat y La Plaine des Cafres. Esta zona está dedicada principalmente a la ganadería. Grupos de vacas frisonas pastan en sus verdes prados, dando al lugar una apariencia de valle suizo. 

Cirque de Salazie (5): Hell Bourg - Bois de Bélouve - Trou de Fer, vert et boue

Desde el Piton de la Fournaise bajamos hacia la costa, hacia Saint-Benoît, pasando por la Plaine des Palmistes. Al llegar a Saint-André, cogemos la carretera que se interna en el Circo de Salazie y el paisaje cambia: los verdes se vuelven más intensos, el valle de estrecha, las montañas se alzan sobre nuestras cabezas y las cascadas caen aquí y allá entre bosques que parecen subir hasta las nubes.
Entramos en otra de las zonas más lluviosas de toda la isla.

Pasado el pueblo de Salazie, el autobús para junto a la cascada de Le Voile de la Mariée. Este salto de agua está ligado a una leyenda en la que un padre quiere impedir a toda costa la boda de su hija con un hombre rico del que se había enamorado. Sable en mano entra en la iglesia; la novia huye a la montaña y muere despeñada. El velo de su vestido se transforma en agua que cae ladera abajo, agua a la que se unirán las lágrimas del progenitor que llora su pérdida en múltiples chorros.

Verticales paredes tapizadas de verde

Hell-Bourg, nuestro destino, con el Piton d'Anchaing al fondo. El nombre de esta montaña que domina el pueblo proviene del de un esclavo huido que se refugió junto a su mujer Héva en la cima de este antiguo cono volcánico. Allí vivió y formó una familia que vivía de lo que la naturaleza les daba haciendo de la libertad su bien más preciado. Mito o realidad, sus vivencias inspiraron a muchos escritores isleños, como Auguste Lacossade, que dedica un poema a este "marron". 

Le lac des goyabiers et le Piton d'Anchaine
voici le pic altier dont le front sourcilleux
se dresse, monte et va se perdre au fond des cieux.
Ce morne au faîte ardu, c'est le Piton d'Anchaine.
De l'esclave indompté brisant un jour la chaîne,
c'est à ce bloc de lave, inculte, aux flancs pierreux,
que dans son désespoir un nègre malhereux
est venu demander sa liberté ravie.
Il féconda ces rocs et leur donna la vie;
car, pliant son courage à d'utiles labeurs,
il arrosa le sol de ses libres sueurs.
Il vivait de poissons, de chasses, de racines:
dans l'ombreuse futaie ou le creux des ravines
aux abeilles des bois il ravissait leur miel;
il surprenait au nid ou frappait dans le ciel
sa proie. Et seul, tout seul, et fiel créature
disputant chaque jour sa vie à la nature,
africain exposé sur ces pitons déserts
aux cruelles rigueurs des plus rudes hivers,
il préférait la lutte incertaine et sauvage
a des jours plus cléments passés dans l'esclavage,
et debout sur ces monts qu'il avait pour témoins,
souvent il s'écriait: "Je suis livre du moins!"

Nuestro hotel en Hell-Bourg, pequeñas casitas de estilo criollo rodeadas de jardines tropicales

Después de desayunar, a pie y desde la puerta del hotel, cogemos el camino que nos llevará a la Forêt de Bélouve (6), el bosque primario, original, mejor conservado de la isla. Una auténtica selva tropical, ¿quién ha dicho barro?

Atravesamos primero un pequeño bosque de bambú

con cañas que superan el grosor de mi pierna

La mañana está fresca y húmeda. Llovizna.

Cruzamos laderas cubiertas de matas de chayote -chou-chou-, una verdura importada de México muy popular en La Reunión y con la que se preparan variados platos tanto dulces como salados.

Sechium edule - Chou-chou (Imagen de Internet)

El camino asciende de manera decidida y pronto una niebla meona nos cubre por completo


En sendero, en continuas zetas,

nos permite alcanzar un collado donde una hornacina con un San Expedito degollado y los cables de un antiguo teleférico para la explotación maderera nos dan la bienvenida a la meseta donde se asienta le Bois de Bélouve. 



Hace miles de años, este lugar era la cuarta caldera formada alrededor del Piton des Neiges por el hundimiento de una parte de su cámara magmática. Pero en una de sus últimas erupciones, una enorme colada de lava terminó rellenando este "agujero" dando lugar a la actual meseta donde se despliega este bosque primario de apabullante biodiversidad.

En el mirador hacia el Circo de Salazie nada se ve por lo que son las calas que crecen asilvestradas en un regato lo que llama mi atención

Persicaria capitata - Zerbe corail en criollo o nudosilla en español, es una planta que encontramos en muchos lugares, especialmente en bordes de caminos y muros de piedra. Proveniente del Himalaya, hoy se considera una planta invasiva, difícil de erradicar dada su facilidad reproductiva.

La Forêt de Bélouve es el bosque primario en mejor estado de toda la Reunión. En el conviven multitud de especies vegetales, desde los gigantescos fanjan hasta los tamarindos de altura, pasando por infinidad de helechos de diferentes tamaños, líquenes, orquídeas, cryptomerias, arbustos, dracenas, bromelias... que ocupan cada piso de esta selva húmeda en la que apenas queda hueco para el camino.

Y el barro... ¿quién dijo barro?



Los que me conocen, saben que una de mis pasiones son las plantas, el mundo vegetal en general, tanto el silvestre como el de las plantas del hogar. No sabía dónde mirar y no quedarme más último de lo que ya era.

Y si a eso le añadimos mi afición desde niño a pisotear en los charcos, disfrutar de la lluvia y meterme en el barro, podréis comprender el goce inmenso de esta caminata.


Y eso que a veces -no sabemos con qué criterio- algunos tramos aparecían cubiertos con una estrecha pasarela de madera.


Para de lloviznar y desembocamos en un camino más ancho que comunica con la zona de La Plaine des Palmistes

Fuchsia boliviana - Fuchsia de flores grandes-, y grande es en todas sus dimensiones pues la planta puede llegar a medir varios metros. Una bella invasora de estas selvas que podemos encontrar en flor durante todo el año.

Abandonamos el camino

para internarnos de nuevo 

en el verde

que todo lo inunda


De uno en uno

o en grupo

En plano

o con escalones

los ojos se me van a todos lados; los míos y los de la cámara, que sufre un pequeño resfriado con tanta humedad




Un tramo en descenso

nos lleva hasta le Trou de Fer, un agujero en el bosque al que caen varias cascadas de algunos cientos de metros. Uno de los descenso de cañón más difíciles del mundo y que no podemos ver porque la niebla hoy parece haberse instalado aquí.

Pero la suerte y la paciencia nos acompaña: mientras comemos, el cielo se abre y va dejando ver el paisaje...

esa cascada que cae y se pierde en el abismo verdinegro (las otras solo es posible verlas desde un helicóptero -hay vuelos turísticos- o en el descenso del barranco)


Epífitas son aquellas plantas que crecen sobre otras - este es su reino-









Parece ser que ya nos advirtieron de que el camino tenía un poco de barro 

Gaertnera vaginata - Losto café- Arbusto endémico habitante de los bosques húmedos. Su nombre criollo hace referencia a sus frutos similares a pequeños granos de café. Su floración es durante el verano austral, aunque veríamos algunos con flores en ramas inalcanzables.











Cryptomeria, una conífera originaria de Japón y perfectamente adaptada al clima reunionés

¡Y no quieres ir a la Sª de las Nieves porque hay barro!

Pero es diferente... Este no se pega.


Una de las especies endémicas y de más valor de estos bosques son los tamarindos de altura, de los que se explotaba su madera hasta finales de s. XX.






¡Mira que son sociables! Siempre aparece algún tec-tec

Una pequeña laguna en el sendero

Otra en medio del bosque


Sendero enraizado

Fuchsia magellanica - Corales, otra colonizadora proveniente del cono sur de América

Forgesia racemosa -Bois de Laurent Martin-, un arbusto exclusivo de La Reunión que podemos encontrar en estas montañas.


Y en la bajada, la vista comienza a abrirse dejando ver en primer término el Piton de Anchaing



Una parada de reagrupamiento 

Túneles de vegetación en la bajada a Hell Bourg

Una mancha azul en el cielo

¿A quién sigo?

Un polluelo escondido en el follaje

Circo de Salazie

Laderas cubiertas de chou-chou

Nubes anaranjadas sobre el Piton des Neiges


Cirque de Mafate, La Nouvelle (7): où les routes sont toujours en terre battue et les véhicules nos jambes

Comenzamos nuestros tres días de caminata por los Circos de Mafate y Cilaos. 
Desde Hell Bourg, el autobús nos traslada hasta el Col des Boeufs, puerto de montaña a más de 1.900 metros situado entre los circos de Salazie y Mafate. En la mochila la ropa necesaria para tres días así como los almuerzos correspondientes. Nuestras maletas cogen camino directo al hotel de Cilaos.

El Circo de Mafate es un tanto especial: es el más aislado, el único que no tiene acceso por carretera. No hay coches; en sus pueblos y aldeas no hay calles propiamente dichas, no hay asfalto. Son caminos de tierra entre las casas, una aquí y otra allá, entre los huertos y parcelas de cultivo, entre un pueblo y otro. Caminos y pueblos que fueron creando aquellos esclavos que huyendo de explotadores y negreros encontraron en este rincón escarpado y perdido un lugar para vivir con la dignidad y el orgullo que da la libertad. Mafate, el esclavo huido, un marron.

Por donde el Circo de Mafate se abre al mar

con el Piton Cabris destacando en el centro

Bosque de cryptomerias bajo el collado

El Circo de Salazie desde le Col des Boeufs

Col des Boeufs

Y al otro lado... Mafate

Mafate es hoy un lugar donde se intenta un desarrollo turístico controlado, respetuoso con el medio ambiente, integrado en el paisaje, que sirva para mejorar las condiciones de vida y económicas de los mafateños, que siguen cultivando, como antaño, sus huertos, criando sus animales. Pero a diferencia de hace veinte o treinta años, hoy el helicóptero permite traer aquello que no tienen o no pueden tener: la médica, el maestro, el correo... y atender las urgencias en caso de necesidad.

Con el Piton des Neiges cubierto de nubes

Lo primero que piensas cuando ves este circo viniendo de Salazie

es que este no es tan verde,

no tiene la exuberancia vegetal de su vecino

aunque no le falten zonas boscosas

grandes paredones

y su poquito de barro

Llegando a la Plaine des Tamarins, donde podemos ver los ejemplares de este árbol endémico más grandes y tortuosos

En sus troncos orquídeas

helechos

y otras plantas que no sabría identicar

Elaphoglossum

Un paraíso de vida sobre los hombros de añosos ancianos

Panorámica de La Plaine des Tamarins, con el Piton des Neiges, hoy des nuages




Tumbados unos, caídos otros, pero vivos la mayoría, dan a este bosque un encanto especial



Dada la calidad de su madera, los tamarindos de altura han sido explotados para la ebanistería.



Asoma le Grand Bénare


Una equis de madera noble

El Col de Taïbit entre la Tête de Chien y le Grand Bénare

Se acerca el mediodía

y las nubes cubren los cielos y las cumbres van desapareciendo

Marla, al fondo, aún se ve

Solanum mauritianum

Le bringelier marron o tabaco salvaje, a pesar de lo que pueda parecer por su nombre científico, es originario de América. Hoy lo encontramos por buena parte de la Reunión, considerándose una planta invasora. Sus hojas se han utilizado como papel higiénico, pero no nos debemos equivocar: una de sus caras es suave pero la otra está cubierta de pequeños pinchos que pueden lacerar nuestras partes más delicadas. 



Passiflora tripartita -Passiflore banane-, una enredadera de espectacular floración


Panorámica del Circo de Mafate


Hibiscus mutabilis -Passe rose-, una flor originaria de China que presenta la particularidad de ser blanca por la mañana para terminar teniendo un color rosa intenso al atardecer, por lo que se la llama también "capricho de mujer". ¿Los hombres caprichosos no existen?

Cambiamos tamarindos por casuarinas

y bajo ellas, plantas de Rubus fraxinifolius -Grosse framboise pays-, una frambuesa indonesia asilvestrada que da una bayas comestibles de un rojo intenso

Senecio


Casuarina equisetifolia - Filaos

¿Una bomba volcánica?


El camino serpentea

entra y sale de los numerosos barrancos secos

que hemos de cruzar

Cuphea ignea - Planta del cigarro, otra especie "extranjera" naturalizada


Llegando a La Nouvelle

donde numerosas casas se dispersan por esta zona más llana

Y esta es la nuestra: parece una casa de juguete, la casa de Pin y Pon.

Considerada la capital de Mafate, tiene su origen, como casi todos los pequeños pueblos de este circo, en las cabañas construidas por esclavos huidos de las plantaciones de caña de la costa. En el s.XIX vivió una época de cierta  prosperidad debido a la cría de bueyes y ovejas en los pastos de La Plaine des Tamarins. Después volvió al olvido, y no sería hasta mediados del s. XX cuando empezaría a poblarse de nuevo. 
Actualmente cuenta con una población estable de unas cien personas. Tiene escuela, una pequeña iglesia, una tiendecita y un bar... y muchas cabañas que han sido acondicionadas como albergues para los numerosos senderistas que pasean sus "calles" en una de las etapas del gran sendero que atraviesa la isla.

Anochece y la niebla levanta dejando un velo sobre las montañas

Los últimos rayos de sol en las cumbres mientras las farolas alumbran los caminos de tierra de La Nouvelle

Cirque de Mafate, Marla (8): l'îlet dont leur nom est un mesonge

Marla es otro de los lugares emblemáticos de Mafate, la aldea que se encuentra a mayor altura, bajo el Col du Taïbit. Su nombre proviene del malgache "marolahy", que significa mucha gente. Sería antaño porque hoy son escasos sus habitantes, dedicados principalmente al turismo rural y trabajos asociados a él, lo que mueve la economía de esta pequeña población. Como en otros lugares de este circo, sus "calles" son caminos de tierra, más tortuosos y empinados que en La Nouvelle, y como en ella, hay una pequeña escuela, una iglesia, una tiendecita y un bar.

Amanece en La Nouvelle

Panorámica desde un mirador hacia la Rivière des Galets. El sol empieza a iluminar Le Maïdo.

Sin coches, son los gallos despertadores

El sol avanza y va encendiendo las cumbres

Pycnonotus jocosus - Merle Maurice -, un bello pájaro crestado originario de la India. De aquí pasaría a Mauricio y de esta isla a La Reunión. Prolífico, supone una amenaza para insectos y otras aves autóctonas pues asalta sus nidos y destruye sus huevos.

El enorme paredón vertical de Le Maïdo. A su cima se puede llegar en coche desde Saint-Gilles, en la costa noroeste.

Saliendo de La Nouvelle


Passiflore banane

Fruto de grosse framboise pays


Panorámica del Maïdo, con el Grand Bénare en un extremo


Ageratina riparia

El sendero hacia Marla

sube y baja por distintos barrancos

con vistas impresionantes


Una zona más llana y seca que va a durar poco, como una raya en el agua.

Ageratum conyzoides - Zerbe à bouc. Esta planta medicinal, originaria de América, la encontramos en los bordes de los caminos. Se utiliza para trastornos del aparato digestivo. Su nombre -bouc- "macho cabrío", hace referencia al olor que desprende al frotarla.

Empiezan las nubes a adornar las cumbres

Hipérico

Vamos bajando hacia la Rivière des Galets


Bryophyllum pinnatum, planta originaria de la "cercana" Madagascar

Llegamos a Trois Roches

Une roche

Furcraea foetida - Choca vert. Importada de México para la producción de fibra textil, hoy se encuentra naturaliza en muchas zonas de la isla.

Otra importación, los gatos. Asilvestrados, son una de las grandes amenazas para la fauna local.

La roca pulida

y la cascada de Trois Roches

Una grieta estrecha de una decena de metros de profundidad por donde se despeña el agua.

Como barco varado en tierra

Bibe

Raíces al aire


Panorámica del barranco de la Rivière des Galets



Le Maïdo se va cubriendo completamente de nubes

Paredones verticales


Caminado por el lecho casi seco del río



Grandes bloques de roca volcánica en el cauce


El barranco se estrecha y hay que remontar


Psiadia

Subimos a un colladito con amplias vistas

para volver a descender al fondo del barranco




Vamos progresando por esta zona escabrosa 

de verticales paredes


Y tuvimos que cruzar el río con más o menos suerte

para encarar el mayor desnivel de la jornada

Turrón de Alicante

El sendero de subida a Marla

va abandonando el abrupto roquedo para ir cubriéndose de vegetación

Y como no... empieza a llover

Menos mal que ya estamos 

entrando en Marla

Hypsipetes borbonicus - Merle pays, un pájaro endémico que hoy disfruta de protección pero que en épocas pasadas fue cazado por su carne o por su melodioso canto.

Humedad


Cirque de Cilaos (9): la montagne qui est devenue démesurée

Preparando la salida en nuestra gîte de Marla

Parece que el día no pinta muy bien

No llueve. Lo ha estado haciendo durante la noche, pero las nubes rondan las cumbres

Marla va quedando abajo

Un bouc au chemin

Vuelve el bosque húmedo al sendero

Tête de Chien

Panorámica desde la subida


La senda se inclina

El sol parece querer romper las nubes


Marla

Nubes

y agujas rocosas

Hacia el Col de Taïbit, un puerto de montaña que comunica los circos de Mafate y Cilaos



Faujasia salicifolia - Chasse vieillesse- una planta endémica de La Reunión con flores semejantes a margaritas y hojas parecidas a las de los sauces. Florece de agosto a diciembre en los bosques de mediana altitud.

Col de Taïbit, a 2.081 metros

Al otro lado, un sendero estrecho e inclinado

que recorre un bosque húmedo

cubierto de líquenes - Usnea

Cirque de Cilaos

Durante mucho tiempo refugio de esclavos huidos, el circo de Cilaos no fue colonizado hasta el siglo XIX. El descubrimiento de manantiales termales y el deseo de la población acomodada de respirar aire fresco dieron a esta pequeña población popularidad, lo que la ha convertido en uno de los destinos de naturaleza más visitado de la isla. Aún así, ha sabido conservar a lo largo del tiempo su aire tranquilo, sosegado, que impregna el carácter de sus habitantes.

Niebla, árboles y líquenes dan al camino un aspecto fantasmagórico



El Circo de Cilaos no llega a ser tan húmedo como el de Salazie pero sí bastante más que el de Mafate, y eso se nota en la arboleda que cubre la mayor parte de sus montañas, en el verdor dominante y en el barro en los caminos. ¡De nuevo el barro!



Árboles hechos líquenes sobre nuestras cabezas






La humedad está presente en gran parte del camino

y eso se nota

en la intensidad de los verdes



Las nubes van tapando y destapando las caídas del Piton des Neiges

Las dombeyas - mahots en kréol- son unos pequeños árboles o unos arbustos grandes que podemos encontrarnos en los bosques claros de media altura en las zonas húmedas de la isla. Se trata de una planta endémica que durante el otoño austral se cubre de una floración espectacular.


Eucalyptus robusta



Por esta zona, dicen, había un señor que vendía té caliente en un desvencijado puestecillo.
No sabemos si porque era domingo, era tarde o el día estaba regular, del señor ni asomo y del té, menos. En todo caso, nos quedó el chiringuito que nos sirvió para librarnos del fuerte aguacero que caía en esos momentos. Duró poco pero si nos hubiera pillado en otro lugar nada nos hubiera librado de una buena mojada. ¡Tuvimos suerte!


Zigzags del sendero en la bajada hacia Cilaos

con zonas más cerradas, cubiertas de vegetación

y zonas en las que la senda nos deja ver el precipicio


Toca descalzarse y cruzar le Bras Rouge

Y volver a cubrir los pies

Cascade Fouquet


Helecho ¿Hemionitis viridis?




Otro helecho del que no he logrado averiguar su nombre


Panorámica


Cuando el sol sale, pica

pero dura poco



Los psicodélicos frutos de la Longose - Hedychium gadnerianum

Esa enorme araña ocupando el camino




El Hedychium gadnerianum proviene del sur de Asia. Escapado de los jardines donde se cultivaba como flor ornamental, hoy lo encontramos invadiendo bordes de carreteras, caminos y el sotobosque de las zonas húmedas de media montaña.







La longosse que todo lo invade

Cruzando el cauce de un barranco 

con poca agua



Iglesia de Cilaos

Col de Taïbit entre le Grand Bénare y el Tête de Chien

Grafitti en Cilaos

El nombre de este pueblo y del circo homónimo, parece provenir del malgache "Tsilaosa" que quiere decir " de donde no se vuelve jamás", lo que nos lleva a pensar en el aislamiento del lugar y las dificultades que tuvieron aquellos pioneros a la fuerza para establecerse aquí.

Ananas victoria, una pequeña piña de intenso color naranja en el exterior y de un sabor especialmente dulce. Se cultiva casi de manera exclusiva en La Reunión y debe su nombre al hecho de que la Reina Victoria de Inglaterra tenía especial predilección por ella.

Y vamos de naranjas, que también se cultivan, aunque en este caso es el color de las guayabas

y el de los maracuyás.
Y la tentación me pudo...

Casas y jardines en Cilaos, con el Grand Bénare de fondo

Le Mare à Joncs, una laguna en el centro de Cilaos


Le Piton des Neiges (10): D'ombre et de lumière d'une aube dans les hauteurs

Le Bonnet de Prête, un pico rocoso cubierto de vegetación en algunas de sus laderas que se alza 500 metros sobre la pequeña localidad de Bras Sec, en el circo de Cilaos.

La flor del Losto café. No es el invierno austral su época de floración pero ya sabemos que las plantas últimamente andan algo alocadas. Algunas flores adornaban sus ramas más altas e innacesibles. Esta andaba por los suelos.

Hyalimax maillardi - Babosa arborícola
Endémica de la isla, tiene la particularidad de poseer una concha interna que se adivina en el interior de su cuerpo translúcido.



Cilaos


Panorámica de Cilaos y las montañas que la rodean

Le Gros Mome de Gueule Rouge

Partimos de Le Bloc, y como en tantos caminos de esta isla, el sendero se convierte en una sucesión de escalones que ayudan a ir superando el gran desnivel de estas laderas boscosas.

Entre un cielo de líquenes

y un suelo cubierto de longose

De pasar bajo las piedras

a pasar bajo las ramas

¡¿Qué sería de un mediodía isleño sin nubes en sus montañas?!

Las verticales y verdes laderas que caen hacia el Circo de Cilaos


Panorámica

Cilaos, con la Mare à Joncs en el centro

Conforme vamos subiendo

el verdor y la humedad

van en aumento

Peperomia




Son nada más que cinco kilómetros hasta el refugio

pero en los que tienes que superar un desnivel de 1.200 metros

que se solventan con escaleras metálicas -no mecánicas- en los pasos más verticales



Las nubes van quedando abajo

y el frondoso y húmedo bosque de las laderas va siendo sustituido por un matorral de un brezo arbóreo endémico de la Reunión, la Erica reunionensis - brande vert.

Llegamos al collado, ¡superada la parte más dura de la subida!


Un curioso fenómeno entre meteorológico y óptico

La Caverne Dufour, un sencillo refugio a los pies del Piton des Neiges. Cena y cada mochuelo a su olivo, con ramas cada vez más altas.

Después de pasar media noche en el refugio, a las cuatro y media partimos con nuestros frontales y bien abrigados hacia la cumbre. ¡Hace un frío que pela!

Una procesión de luces, las nuestras y las de muchos más

El crepúsculo ilumina ´de azul y naranja los últimos repechos hacia la meta

¿Saludo al sol o me desperezo intentando borrar sueño y cansancio?

Buscando los primeros rayos solares que mitiguen esos dos o tres grados que hacen en la cima.

Muchas cabezas asoman...

¿Habrá sitio en la cumbre? No llega a ser calle Larios en feria pero se le parece.

Y el sol sale detrás del mar de nubes que cubre las aguas del Índico

y empieza la sucesión de fotos en el vértice del Piton de Neiges: de espalda, de frente, en solitario o en grupo, con cartel o sin él... Eso sí, aquí los grajos andan ya volando por la costa.

Panorámica hacia el oeste

La pared del Maïdo con los primeros rayos. No es la mejor hora para fotografiar estas montañas.

Grupos colman las dos cumbres del Piton des Neiges

El Piton des Neiges es el pico más alto, con 3.070 metros. Se le considera el punto más elevado del Índico, aunque en realidad algunos volcanes de Indonesia lo superen. Este volcán habría surgido hace unos tres millones de años, dando lugar a la isla de la Reunión. Desde hace unos 12.000 años permenece inactivo. Alrededor de él se sitúan tres grandes calderas volcánicas (circos de Mafate, Salazie y Cilaos), consecuencia del hundimiento de distintas cámaras magmáticas y la posterior erosión.
A pesar de su nombre, verlo nevado es muy difícil. Solo de manera muy esporádica se cubre de blanco y las nevadas suelen durar muy poco, apenas un día.

Sus laderas erosionadas muestran los intensos y variados colores de la roca volcánica

Las sombras aún son dueñas

de estos picos de caprichosa orografía

Sus caídas hacia el norte son escalofriantes. Una hondonada inmensa entre crestones y agujas verticales pintada de variados colores.
Una pena no verla con mejor luz.

La ladera este del Piton, por donde hemos subido

y bajamos

Empieza a calentar el sol

Aquí apenas un matorral de branle blanc -Stoebe passerinoides- cubre el suelo


600 metros de desnivel desde el refugio a la cima. Hacerlos hacia abajo y con luz es otra cosa.

Vistas hacia la Plaine des Cafres y el Piton de la Fournaise
Les cafres, otro nombre referido a los esclavos negros que escaparon de las haciendas agrícolas para buscar la libertad. Un término peyorativo que hoy pone nombre a esta meseta húmeda entre los dos grandes macizos de la isla.

La Caverne Dufour a la vista

Despedida del refugio

y del Piton des Neiges


De nuevo en el collado

que principia o acaba

la vertiginosa bajada hacia Cilaos


Escalones

y más escalones para unos cuádriceps fuertes

y unos glúteos firmes

Le Grand Bénare



El bosque del Petit Matarum


Los árboles de nísperos se han naturalizado en la Reunión y los encontramos por todos sus bosques húmedos de montaña, especialmente en Cilaos y Mafate. Sus frutos son pequeños pero sabrosos. Alguno llegué a alcanzar.


Dombeya ficulnea - Petit mahot- un pequeño árbol endémico de las montañas húmedas de la isla. Su floración espectacular que puede cubrir toda la copal se prolonga desde abril a julio o agosto.
 


De Cilaos à la mer (11): l'autoroute des quatrecents coups... de volant

El Circo de Cilaos

Otra vista del Col de Taïbit

Le Gros Morne de Gueule Rouge, un desafío para los ingenieros por su verticalidad y la fragilidad de la roca que solucionaron con un estrecho túnel que solo permite el paso de vehículos en una sola dirección a la vez.


El paisaje que se contempla en todo el recorrido es espectacular. Lástima que no hay mucho sitio ni tiempo para pararse.


Apodada "la carretera de las 400 curvas", se comenzó a construir en 1927, inaugurándose en 1932. Va desde Cilaos hasta Saint-Pierre y Saint-Louis, en la costa y supuso la ruptura del aislamiento que hasta ese momento había tenido este circo rodeado de abruptas paredes. La carretera se construyó no de forma lineal sino en dos tramos a la vez, desde Cilaos hacia el mar y desde este hacia Cilaos. Al acercarse las dos secciones al centro, se dieron cuenta que estaban en niveles distintos por lo que hubieron de improvisar una solución: un bucle con puente y paso elevado que permitió finalizar la carretera. 





Conforme vamos acercandonos al mar y la altitud disminuye, la vegetación va cambiando

En la salida del circo, enfilando ya el camino hacia Saint-Louis, en la costa oeste.

Y de aquí, a L'Hermitage-Les Bains, una localidad turística perfecta para los amantes del sol, la playa y el calorcito. Protegida por una barrera de coral, es uno de los pocos lugares en La Reunión donde poder darse un baño tranquilo sin peligro de ser devorado.

Hermitage-Les Bains et Saint-Gilles (12): la côte sèche, des récifs entre la plage et les dents des requins

El día de relax: paseo, compra, baño en la playa, tomar el sol y disfrutar con su puesta,  pasear por la playa, recoger, cambiar algo, comprar, pasear, comer, recoger... Esto agota más que cualquier caminata.

La Ravine de Saint-Gilles



Baño en el Índico, en la laguna que se forma entre la playa y la barrera de coral. En la arena, numerosos trozos de coral muerto que, en otros tiempos, era uno de los recuerdos favoritos que los visitantes se llevaban de la Reunión. Hoy está totalmente prohibido recoger cualquier fragmento de coral, y las multas por hacerlo son bastante cuantiosas.

La barrera de coral no solo protege de los tiburones, sino que frena el oleaje del océano, por lo que sus aguas están bastante cálidas y totalmente tranquilas.



Uno de los muchos barrancos que desembocan en la playa

Cuando el sol se hunde, las humanas levitan, unas más que otras

Puesta de sol en el Índico

Cocos nucifera - Cocotero

Calotes versicolor, macho, aquí llamados camaleones. Originario de Indonesia, se piensa que llegaría a la isla junto a esquejes de caña de azúcar, allá por el s. XIX. Lo encontramos en las costas cálidas del oeste conviviendo con los humanos: en parques, jardines, en la playa, en los muros de las casas... Curiosos y oportunistas, se muestran esquivos si te acercas. Los machos son muy territoriales y cuando están en época de celo, muestran la cabeza totalmente anaranjada.

Y he aquí a la hembra "camaleona"

Antigonon leptopus - Liana coral, una enredadera invasora que podemos encontrar en la zona oeste de la isla y que prácticamente florece durante todo el año.

Otra extranjera que florece en todo tiempo, la ducha de oro o estrella de Australia -Tristellateia australasiae-


Paseo matutino por la playa

El cielo en el agua

Humanos reflejos

La barrera de coral  se extiende 40 kilómetros paralela a la costa oeste de la isla, formando en su interior una laguna -lagon- de  aguas poco profundas, cálidas y transparentes donde se dan cita más de 3.500 especies diferentes: peces. moluscos, crustáceos, esponjas, anémonas, pepinos de mar... 
Y para disfrutar de este espectáculo de vida solo necesitamos unas gafas y un tubo... y mucho cuidado al pasar entre los corales para no pisarlos y dañar aún más este frágil ecosistema maltratado por la contaminación, el calentamiento de las aguas de los océanos, la urbanización de las costas y el trasiego humano.


Los arrecifes coralinos: el resultado del trabajo largo, lento e incesante de millones de pólipos que pueden tardar hasta diez años en construir una sola rama.

Pepinos de mar

Passiflora foetida - Pasiflora poc-poc
Esta la encontramos en las cercanías de playas y ríos, enraizadas en las arenas. Sus frutos son comestibles pero los "pelos" que los rodean tienen glándulas viscosas que desprenden un olor fétido, de ahí su nombre científico.

Canavalia rosea - Haba de playa, una enredadera que podemos ver en las arenas litorales de las zonas tropicales del mundo

Asystasia gangetica- Tortuguita

Heliotropium foertherianum - Veloutier bord de mer -, un arbusto de la flora autóctona de la isla que encontramos en las cercanías de la costa, incluso enraizado en las arenas de las playas y que debe su nombre al aspecto plateado que le da la cubierta de finos pelos blancos de sus hojas lo que le permite reflejar el intenso sol de las zonas donde habita.

Tecoma stans - Trompeta de oro, un arbusto invasivo que florece con profusión y ocupa amplias zonas de la costa oeste y de los alrededores de la capital.

Otro caméléon macho tomando el sol en un muro

Y este que parece que no ha ido a la autoescuela

Geopelia striata - Tourterelle pays
A pesar de llamarla tórtola local, no es endémica de la isla, sino que ha llegado aquí desde Australia e Indonesia. Es fácil de verla e incluso de acercarse a ella pues se muestra bastante sociable, eso sí, guardando siempre una cierta distancia de seguridad, no es cuestión de interrumpirlas.

Foudia madagascariensis - Cardinal- Originario de Madagascar, no es raro verlo en La Reunión. Si nos lo encontramos en período nupcial veremos al macho vestido de un rojo intenso, con una máscara sobre los ojos y el pico negro. Cuando no están de boda, machos y hembras, con un plumaje más discreto, se asemejan bastante.

Agama agama -Agame- Proveniente del oeste de África, es el reptil más grande que podemos encontrar en La Reunión. Habita también en zonas de la costa oeste, la parte más cálida de la isla. Los machos destacan por poseer dos manchas rojas o anaranjadas, una en la cabeza y la otra sobre la cola.

Acridotheres tristis - Martin, miná
Importado desde la India en el s. XVIII para luchar contra las plagas de langosta que arrasaban las cosechas, hoy se encuentra naturalizado en la isla, especialmente en las zonas más bajas y cálidas, Pariente de los estorninos, tiene afición por los objetos y papeles brillantes, que recoge con fruición para "decorar" con ellos su nido.

Ploceus cucullatus spilonotus - nuestro tejedor que aquí se le denomina con el curioso nombre de bellier debido a que los primeros que instalaron sus elaborados nidos en la isla se hallaban en la propiedad de un tal Mr. Bellier a finales del s.XIX. Hoy lo podemos encontrar en muchos lugares de la isla. Árboles cargados de rocambolescos nidos que cuelgan como bolas de navidad nos indicaran su presencia. Es tarea del macho sorprender a la hembra con la casa más elegante y bella. De ello depende su éxito como amante y como padre.


La capitale, Saint-Denis (13): une ville blanche suspendue à une montagne verte

No fue Saint_Denis la primera capital de la isla sino Saint-Paul, pero esta perdería su condición capitalina a mediados del s.XVIII, en favor de un asentamiento situado más al norte, en un lugar más fértil y fresco, con abundancia de agua y con una bahía donde los barcos podían atracar y resguardarse con más facilidad.
De la decena de habitantes con los que contaba el primer poblado pasaría a tener alrededor de unos siete mil a comienzos del siglo XIX, unos 25.000 en los inicios del s.XX hasta llegar a los más de 150.000 actuales.
El plano de la ciudad es el típico de una época tan racional como la Ilustración, en pleno s.XVIII: en damero, con calles rectas y perpendiculares y con numerosos cruces que hoy, con tanto tráfico rodado, suponen un auténtico engorro.
  
La Rue de Paris, con la Colonne de la Victoire, una de las calles principales de la ciudad

La parte pegada al río, la zona más verde y arbolada

Erethia anacua - Anacua

Grafitti en una de sus calles,

la misma en la que se encuentra esta casa criolla con la típica cenefa y las contraventanas de madera pintada de vivos colores.

Le Grand Marché

Les Jardins de l'Ëtat

Place du Jardin de l'État, donde acaba la Rue de Paris

Phlogacanthus turgidus - Tic-Tic

Una de las muchas mansiones de estilo criollo que flanquean la Rue de Paris, unas en mejor estado de conservación que otras

Un espectacular cuerno de alce en el tronco de una palmera

Paseando las calles de Saint-Denis

Aunque la religión cristiana es mayoritaria entre los habitantes de La Reunión, existe un número considerable de personas originarias de otras partes del mundo que practican otros cultos, principalmente el hinduismo y el islamismo, como así lo atestiguan templos y mezquitas que encontramos en las ciudades más grandes.
Aparte de estas religiones "oficiales", con las personas llegaron también otras creencias más particulares, como la devoción a "San Expedito" -la iglesia católica no lo reconoce-,  mártir cristiano del que encontramos altarillos por todos los caminos isleños y que tiene fama de conceder los favores que se le solicitan y si no... cabeza cortada. Y así se le encuentra muchas veces, decapitado. Parece que los solicitantes de favores no andan muy contentos.

Templo hinduista (Foto internet)

Grand Mosquée

Catedral de Saint -Denis que, como ocurre tantas veces, se encontraba en obras y con una lona que cubría su fachada. (Foto internet)



Momentos: les essences d'un voyage cachées dans les petits détails

Muchos y muy buenos. Gracias por las fotos y sobre todo por la compañía, por esos momentos de charla y por los de silencio, por compartir y departir, por saber estar y dejar estar, por esos pájaros que picaron mi curiosidad -gracias, Núria-,  por todo el tiempo que pasamos juntos pero no revueltos -aunque en algún refugio pudiera parecerlo-. Gracias.

La lluvia de bienvenida a La Reunión

Cervezas en un bar de La Nouvelle tras la caminata

Mientras salimos o no, en La Nouvelle, uno de esos momentos pajarillo

Cena en el hotel de Cilaos

En uno de los autobuses que nos llevaron por los caminos de esta isla -cada día era uno distinto-

Las comidas de mediodía durante la marcha 

Para algunos, nuestra primera ruta nocturna a la luz de los frontales

para otros, su primer tresmil -banda higiénica incluida-

De las literas de tres pisos de la Caverne Dufour al cóctel de bienvenida en el hotel de L'Ermitage-les Bains

Cena de despedida en Saint-Denis

y como todo en esta isla -salvo las nubes- va piano, ya lo dice el nombre del restaurante


Y algunas fotos de grupo...

En el Piton de La Fournaise

En el mirador del Trou de Fer

En la Plaine des Tamarins, en Mafate

En el Piton des Neiges

Vuelo Saint-Denis - París:  Siete de la mañana frente al mostrador de facturación "Pouvez vous nous asseoir ensemble". O no me entendió o el azafato de tierra pensó ¿juntos? A este lo mando a la otra punta del avión. Fui el único al que dieron un asiento en el otro extremo, separado del resto del grupo, que iba todo junto. 
¡Muchas gracias, Pilar! Tuvo el detalle de cambiarme el asiento y darme el suyo, justo al lado de Tere, y eso que hizo el check-in más tarde que nosotros.

Sin incidencias y sin retraso llegamos a París pero... el paso por esa aduana que separa un lado del otro del aeropuerto Charles de Gaulle se hizo eterna y caótica: filas por un lado, filas por otro, ahora por aquí, ahora por allí, cambios de criterios, cabreo, incompetencia, los minutos que pasan y el vuelo a Málaga que se acerca y los nervios que aumentan... 
Casi tres cuartos de hora para pasar. Llegamos bastante justos pero llegamos. 

El vuelo a Málaga: puntual y sin incidentes, un París se resume en una visita a Disneyland,  pero al recoger nuestras maletas estas no aparecen. La cinta para y allí no están. Desasosiego, nervios, incredulidad, más tiempo en el aeropuerto. Toca reclamar.
En la ventanilla, al decir de donde veníamos, todo se aclara: nuestro equipaje está en otra cinta, aquella de los viajeros que vienen de fuera de la UE y cuyas maletas deben pasar la aduana -etiqueta blanca y no verde-.
Nada que declarar, un escaneo y pa'casa. 
Una de la mañana. Mi cama... ¡si pudiera llevármela de viaje!