martes, 3 de enero de 2023

Globularia alypum

                            Sª de Benalmádena

Como otras muchas plantas de nuestras sierras litorales, esta tiene querencia al sol. La coronilla de fraile gusta de vivir en laderas soleadas, inclementes en buena parte del año, agarrada al suelo pedregoso y calizo que, aparentemente, poco le puede ofrecer.
Allí, desde el otoño hasta los inicios de la primavera, esperará a las lluvias cada vez más escasas y caprichosas para ofrecernos sus florecillas de un intenso color que puede ir del morado a un suave lila.
Este pequeño arbusto se ha utilizado como purgante y para evitar la acidez estomacal, aunque su uso no es para nada recomendable pues fácilmente puede producir trastornos en el aparato digestivo.
Dejémosla en el campo y así disfrutar de su escasa presencia y su espectacular floración en estos meses parcos en flores.