Tierra de frontera, entre la costa y La Meseta, valenciana y castellana, surcada por ríos de renombre -Júcar, Turia, Cabriel-, mediterráneos, que al abrirse paso hacia el mar han logrado horadar la montaña creando desfiladeros que superan en muchos casos los 200 metros de caída en vertical.
Tierra de frontera, plagada de historias en plural, de luchas y conquistas, de castillos en pie y castillos derruidos, mineral y acuática.
Por tierras de Albacete: Jorquera y Alcalá de Júcar
De camino a Requena, hacemos parada en La Roda para comer, allí donde La Mancha se vuelve pequeña, donde empieza a desaparecer, La Manchuela.
Y después del llano, de forma abrupta, nos damos de bruces con el cortado donde se asienta Jorquera, a los pies del Júcar.
Meandros en el Arroyo de Abenjibre
Castillo e iglesia de Jorquera
Cynomorium coccineum, planta parásita propia de sitios semidesérticos
Vistas de Jorquera en el meandro del río
El castillo de Alcalá de Júcar
El río junto al pueblo
Álcalá de Júcar es un pueblo de la provincia de Albacete, declarado Conjunto Histórico Artístico en 1982. Si por algo destaca es por la disposición de las casas que literalmente cuelgan y se desparraman ladera abajo en un meandro del río Júcar. Y en lo alto de todo, su imponente castillo de origen árabe que vigila, altivo, el devenir de los habitantes y turistas que pasean y viven sus calles y casas-cueva.
El Castillo de Alcalá, de origen almohade, se asienta en la parte más alta del meandro, en la zona donde las paredes caen en vertical hacia el río. Su estado de conservación es bueno y se puede visitar todo el año pagando una exigua entrada, 2 € si no mal recuerdo. Con la entrada también se visita una antigua casa troglodita, excavada en la pared del meandro, bajo el castillo. Merece la pena aunque nada más que sea por las vistas que se tienen desde la Torre del Homenaje.
Alcalá de Júcar desde un cuadro
Alhelíes asilvestrados
Chaenorrhinum origanifolium subsp. crassifolium
La Torre del Homenaje
Chulilla: los desfiladeros del Río Turia
Chulilla desde la carretera de entrada
Bajando al Cañón del Turia junto a la Peña Judía
Las verticales paredes de este rincón bajo el pueblo
y junto al río
El camino sigue
pegado a las paredes
y junto a la canalización de agua de una antigua central eléctrica
Y una piedras para cruzar
y llegar al Charco Azul que es verde, y no es que en algún momento haya cambiado de color, sino que el nombre actual deriva del topónimo original, Charco del Azud, lugar donde ya los árabes construyeron una pequeña presa para derivar las aguas a través de una acequia y poder regar las fértiles huertas de este pueblo.
Un remanso del río
Iris pseudoacorus - Lirio amarillo
Brezo
Y desde el río subimos hacia el Barranco de Valfiguera
para localizar bajo una peña, no sin antes subir, bajar y subir
estas pinturas rupestres
Y por el camino, muchas florecillas....
Tomillo
una especie de aulaga
Lino azul
Ononis...
Pantano de Loriguilla
Desde la carretera que baja a la presa del pantano
Iniciando al revés el sendero o ruta de los Calderones
También se conoce como Ruta de los pantaneros, pues es la que utilizaron los obreros para acceder a la presa de Loriguilla cuando esta estaba en construcción.
Aunque por aquí los primeros en pasar fueron los gancheros que bajaban los troncos subidos en ellos y ayudados por la corriente de agua. Este era un tramo muy dificultoso y para ello se contaba especialmente con los de la localidad de Chelva, auténticos especialistas en lo que llamaríamos "descenso de aguas bravas".
El camino aprovecha los laterales del río para ir progresando
Escoltado por paredones inexpugnables a izquierda y derecha
Hasta que llega un momento en que desaparecen los laterales
y solo quedan el río y las paredes
que unos cuantos puentes
y pasarelas terminan por salvarlo
por lo que también se conoce esta ruta como la de los Puentes Colgantes
La zona más estrecha
Iris lutescens - Lirio
En la parte alta
El río sigue encajonado
unos kilómetros más hasta pasado el pueblo
Asoma
el Charco Azul
Camino al borde del precipicio o casi
Panorámica con Chulilla a la izquierda
Nos queda subir al castillo
De origen musulmán, ha sufrido numerosos avatares y reformas a lo largo de la historia, siendo un importante baluarte carlista durante las guerras civiles que asolaron España en el siglo XXI.
Si por algo destaca es por su emplazamiento, en la parte más alta del pueblo y rodeado por casi todos lados de imponentes tajos, y sobre todo, por sus prolongadas murallas, justo en la parte que da a las casas del pueblo.
Chulilla desde el castillo
Lavatera maritima - Malva marítima
Hyoscyamus albus - Beleño blanco
Xàtiva y su castillo:
Xàtiva -Játiva en castellano-, ciudad histórica del antiguo Reino de Valencia y capital de provincia durante un corto período de tiempo, es conocida por ser la ciudad de los Borja (Borgia para los italianos) y por tener en un museo local un cuadro del primer rey Borbón, Felipe V, cabeza abajo. La historia viene desde la Guerra de Sucesión de 1700 cuando esta ciudad, partidaria del Archiduque Carlos, se enfrenta a las tropas borbónicas y pierde el envite. El rey manda quemar la ciudad e incluso cambiarle el nombre, pasando a llamarse durante cien años Colonia Nueva de San Felipe. Por ello, a los setabenses -los de Xátiva- se les conoce también como socarrats -quemados-.
Iglesia Colegial Basílica de Santa María
Construida sobre la antigua mezquita, su tamaño la convierte en casi una catedral. Como curiosidad, en ella fueron bautizados dos de los tres papas españoles que a lo largo de la historia han sido - sin contar al Papa Luna-, Calixto III y Alejandro VI, el famoso Papa Borgia. Ambos eran tío y sobrino, y uno nació el 31 de diciembre y otro el 1 de enero, aunque con 53 años de diferencia.
Torre del Campanario y 180 escalones de subida
Vistas de Xâtiva desde las alturas del campanario
Nevero bajo las faldas del castillo.
Hasta aquí traían las nieves de la cercana? Sierra de Aitana, donde la iban acumulando y apelmazando para convertirla en hielo
Margaritillas
Cova dels Coloms, en la falda del castillo, llamada así porque en ella se criaban palomas.
Por el sendero que recorre la cara norte de la Sª de Vernisa, donde en su parte más alta se sitúan las distintas fortificaciones.
A la izquierda, el Castillo Menor, de origen ibérico, visto desde el Castillo Mayor, de origen romano. Por ambos han pasado los distintos pueblos que por aquí anduvieron: cartagineses, romanos, visigodos, musulmanes y cristianos del Reino de Aragón y de las Españas y todos fueron dejando su impronta en forma de construcciones y destrucciones, que de todo hay.
Murallas del Castillo Mayor
Y aquí murió preso el último Conde de Urgell,
que -vicisitudes de la vida- pasó de pretendiente a la Corona de Aragón y uno de los nobles más poderosos del Reino a verse encarcelado entre estos muros, en soledad y a oscuras -una rendija apenas donde difícilmente se colaba un rayo de luz- hasta su muerte en 1433
Desde el Castillo Mayor
Subiendo al Castillo Menor
La imponente cresta de la Sierra de Vernisa
Sarcocapnos saetabensis
Detalle de la puerta de entrada al castillo
Murallas que bajan desde la zona más alta
Este gato negro no da mala suerte -los otros tampoco-
Por último, señalar que Xátiva fue la primera ciudad europea donde se tiene constancia que se fabricó papel y es también el lugar de nacimiento del pintor barroco José Ribera, el Españoleto.
Y desde Xátiva nos dirigimos a Anna, una pequeña localidad distante unos 20 km, donde el agua surge por todos lados.
Anna: agua y más agua
Cascada del Gorgo Gaspar
Cascada de los Vikingos
La fuerza del agua ha arrastrado parte de las pasarelas y el sendero que habían habilitado no hacía mucho. Y es que han sido casi 500 litros los caídos durante el mes de marzo, aparte de los que llevan recogidos durante el otoño, el invierno y el inicio de abril. Aquí no está siendo un año seco sino todo lo contrario.
Ruinas de la Fábrica Miguelín, una antigua fábrica textil
Un vergel rodea al río Sellent
El Gorgo de la Escalera
con sus pequeños saltos
y sus pozas que terminan en una cascada a la que no se puede acceder por aquí
pero sí por abajo dando un gran rodeo, la Cascada del Salto, hoy desde lejos pues la enorme cantidad de agua impedía acercarse más
El Gorgo Catalán, al otro lado del pueblo
Y la Albufera de Anna
lugar de donde sale el agua hasta de debajo de las piedras artificiales
Nos miramos
Iglesia de S. Nicolás de Bari y San Pedro Mártir
Uno de los muchos grafitis que decoran las calles del casco viejo
Plaza de la Virgen, con la Parroquia de la Virgen de los Desamparados y la Catedral
La casa más estrecha de Europa
En la Plaza Redonda, obra del s. XIX rehabilitada en 2012
Mercat Central, una de las construcciones modernistas más destacadas de la ciudad
Suelo de La Lonja
Techo y columnas de la gótica Lonja de la Seda, símbolo de la prosperidad comercial y de la potente industria textil del Reino de Valencia durante el siglo XV
techo de madera policromada de una de las salas de la Lonja
Hemiciclo del Ayuntamiento de Valencia
Salón de Fiestas del Ayuntamiento
Y si algo se asocia a la ciudad de Valencia eso es sin duda Las Fallas, y aunque no sea tiempo de vivirlas en vivo y en directo, siempre nos queda visitar el Museo Fallero, donde podemos ver por el módico precio de 2€ pequeños fragmentos salvados de la quema.
El museo funciona desde el año 1971 y está ubicado en un antiguo convento
que sirvió en algunos momentos como recinto carcelario
El "indulto del fuego" fue una propuesta que se realizó en 1934. Desde ese año, se indulta a un ninot por votación popular, y desde 1963 también uno de las fallas infantiles.
Aparte de la colección de ninots, en el museo también se exponen los carteles de las distintas fallas, desde el primero de 1929.
Lujosa portada del Palacio del Marqués de Dos Aguas, donde se ubica el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias
Fachada barroca de la Catedral de Valencia vista desde la Plaza de la Reina
Alegoría valenciana
Calles - Chelva: El Acueducto Romano y la Ruta del Agua
Por el camino una parada en el Pantano de Benagéber
El pueblo de Calles, junto al río Tuéjar
Mariposilla azul
Euphorbia
Yesos junto al camino
El Barranco de Alcotas, por donde hemos venido, se va estrechando
Un puente de hierro
y unas barandillas
guían nuestro camino para ver el Barranco hacia abajo
y el Barranco hacia arriba, con la Peña Cortada al fondo
El Acueducto de Peña Cortada toma el nombre de una parte de la montaña que los romanos literalmente cortaron para sacar la piedra para construir los puentes que permitiera al agua seguir su curso a lo largo del acueducto.
Está construcción, una de las más importantes de España en su género, tiene una longitud en la actualidad de 28 km, aunque se piensa por estudios realizados que llegaba hasta la ciudad de Valencia, con lo que su longitud alcanzaría cerca de los 100 km.
El trazado que se encuentra en mejor estado es este entre Chelva y Calles, donde gran parte del recorrido se hace por el interior del mismo acueducto excavado en la roca
Los tramos al aire
y los túneles se van sucediendo uno tras otro
con vistas a la parte más agreste de Barranco de Alcotas
Un nuevo túnel
Aquí el acueducto responde a su nombre
Sarcocapnos
La Peña Cortada que le da nombre
Puente sobre el Barranco del Gato
Vistas hacia el Pico del Remedio
La Torrecilla, construcción defensiva islámica cerca de Chelva
Llegando a Chelva
Chelva, histórica villa capital de la comarca de Los Serranos, donde durante la Edad Media y hasta el s. XVII convivieron cristianos, musulmanes y judíos, lo que le ha dado una impronta muy peculiar a este pueblo, con sus distintos barrios, monumentos y trazado de calles, luces y colores que nos recuerdan más a un pueblo andaluz o del norte de África que a uno del centro-este peninsular.
Iglesia de los Ángeles, obra maestra del barroco valenciano. Resulta llamativo su reloj, uno de los pocos de este tipo que además de dar las horas te marca también el día de la semana y el mes.
Cuesta de acceso a la parte antigua de la villa desde el río
Por el barrio árabe de Benacacira
Arco de acceso a la plaza de la iglesia desde el barrio cristiano
El barrio morisco del Arrabal
El barrio judío del Azoque visto desde las afueras del pueblo
Panorámica con uno de los muchos lavaderos que existen en la población
Verónica
Y desde el pueblo bajamos hasta el área recreativa del Molino Puerto, donde el río Tuéjar baja con un buen chorro de agua.
Aquí iniciamos la que se conoce como Ruta del Agua, que siguiendo el cauce del Tuéjar nos lleva desde Chelva a Calles.
Pero antes remontamos el río un par de kilómetros para ver una poza, La Playeta
y un estrechamiento, el Paso de Olinches
que podemos salvar por la parte superior atravesando los túneles de una antigua canalización de agua
Puente en el Área recreativa
Camino junto al río
Vistas de Chelva desde la zona de los Montecicos
Los Montecicos son unas cuevas excavadas a gran altura sobre el talud del río
El camino a veces se estrecha
y en otras las vistas se abren, como en esta zona de la Antigua Fábrica de Electricidad
Ya cerca de Calles
Chera y Sot de Chera: La ruta geológica
Las montañas que se alzan sobre el Pantano del Buseo
Chorrero
y Cuevas de la Garita
En el Parque Natural de Chera-Sot de Chera, el único parque geológico de la Comunidad Valenciana, situado entre la comarca de Requena y la de los Serranos
Puede llevar poca agua pero en años lluviosos como este puede ser que tengamos dificultades para cruzar el sendero
Cascada del Chorrero
Castillo de Chera, en lo alto del cerro donde se asientan las cuevas
Otra de las muchas cuevas que horadan el travertino
El Chorrero por todos lados
Matthiola fruticolosa - Alhelí de campo
Sot de Chera
El anticlinal de Sot de Chera
Valle de Cofrentes: Volcanes, ríos, desfiladeros y una central nuclear
Panorámica de Cofrentes, la confluencia de los ríos Cabriel y Júcar y la Central Nuclear con su perenne penacho de vapor de agua
El Valle de Cofrentes-Ayora se extiende de norte a sur por el extremo más occidental de la provincia de Valencia, al sur de la ciudad de Requena.
En una zona llena de contrastes, con el único volcán de la Comunidad, rodeado de montañas que, aunque no muy altas, si muestran un perfil agreste, campos de cultivo, huertas cercanas a los ríos, pueblos coronados de antiguos castillos y desfiladeros imponentes, como los que jalonan el Júcar antes de llegar a Jalance o los que constriñen el río desde Cofrentes a Cortes de Pallás, visitables a través de un barco turístico.
El Volcán de Agras es el único volcán de la provincia de Valencia. se localiza en la confluencia del Júcar con su afluente el Cabriel y se encuentra un poco deteriorado ya que de él se extrajeron toneladas de piedra en una antigua cantera que había.
Como testigo queda una bomba volcánica de varias toneladas
y los derrubios en una de las chimeneas del volcán
Río Cabriel
Castillo de Cofrentes
El castillo se encuentra sobre un pitón volcánico, elevado sobre las aguas del Cabriel. Su origen se sitúa en el s.XI, bajo la dominación musulmana, aunque a lo largo de los siglos, con los avatares de la historia y los distintos usos que han ido dándole sus dueños, ha pasado de fortaleza a castillo palaciego y a ruina. Hoy en día se encuentra restaurado en parte y se puede visitar.
Globularia alypum - Corona de fraile
Este sendero, que en un principio es carril, se construyó en los años 50 para conducir el agua desde la Central del Molinar en Albacete, hasta Cofrentes, donde se dejaba caer con la intención de producir energía eléctrica.
El camino va subiendo pegado a los cortados
a una altura cada vez mayor
El paisaje se va haciendo cada vez más espectacular
Túneles y cornisas
y un sendero que va rodeando la vertical pared que en algunos puntos
supera los 300 metros de altura
La luz no acompaña pues el día está calimoso
Nos iremos encontrando algunas ruinas de casas en el camino de los trabajadores que vivieron aquí durante la construcción del canal
Cortados
sobre un Júcar azul
Un rincón
salvaje
pero accesible
siempre que no se tenga mucho vértigo
y tenga uno precaución de no acercarse mucho al filo
Hacia arriba
hacia abajo
y en el fondo, las huertas junto al río
Jalance y su castillo
Murallas romanas en Teresa de Cofrentes
Mural con jugadores de pilota valenciana
Peñas de Salas
un paisaje mineral de yesos, jacintos de Compostela y aragonitos
Las peñas desde cerca
El paraíso morisco: Cortes de Pallás
El pueblo de Cortes de Pallás
...
Iberis...
Siguiendo el sendero de la Cortada en el sentido contrario a las agujas del reloj
Zona de cuevas y cascadas
Una
otra
la misma sin presencia humana visible
y una tercera
Cruzando el río. Toca descalzarse
Panorámica del sendero
Ventano del Águila
Subiendo a la Muela por un estrecho sendero pegado al tajo
En la parte más alta, con vistas al pueblo y al embalse
A vista de pájaro
El sendero en el filo
junto al Pino de la Cortá
Este sendero de la Cortada
va haciendo zetas
aprovechando los cortados
y las repisas
para descender de manera vertiginosa
a la sombra de los paredes
hasta llegar al pueblo
Alberca del sistema de regadío de época árabe que los pobladores de esta zona utilizaron para el riego de las huertas que jalonan este fértil valle, aguas arriba del pueblo. Los musulmanes habitaron este territorio hasta el s.XVI cuando fueron expulsados, pasando la localidad de tener cerca de 2.000 habitantes a unos pocos más de la centena.
Cascada en el Bco. de Barbulla
Y a la sombra de algún árbol y al frescor del agua toca descansar y disfrutar de este idílico rincón
El Corbinet
Los enormes y antiguos almencinos de las huertas de Cortes de Pallás
Embalse de Cortes-La Muela
Requena: tierra de vinos y embutidos
Grafitti de una anciana haciendo embutidos
Requena, capital del interior castellano de Valencia, ciudad de frontera que estuvo en disputa entre castellanos y aragoneses durante siglos. Hoy en día es una localidad con ese aire de pueblo grande venido a menos, decadente pero con vida en sus entrañas y con un patrimonio artístico que, aunque un poco descuidado, es digno de dedicarle una mañana.
En esta ciudad se elaboran embutidos de manera artesanal desde hace siglos. Aparte de los conocidos chorizos, longanizas, morcillas y salchichones, se elaboran otros con nombres tan curiosos como el perro o la güeña
Portada de la Iglesia de El Salvador
Torre del Castillo, una de las entradas a la ciudad medieval,
un entramado de estrechas calles poco cuidadas y horadada por numerosas cuevas bodegas donde se dejaba reposar el vino de esta comarca vinícola con denominación de origen.
Son muchas las bodegas repartidas por todas las tierras de Requena-Utiel. Un buen número de ellas organizan visitas y degustaciones donde poder paladear los vinos del lugar y comprarlos, si así se desea.
Portada de la Iglesia de Sta. María
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