Linaria platycalyx

                                    Sª de los Pinos - Cortes de la Frontera

Por primavera, andar por los roquedos calizos de las sierras más occidentales de la provincia es tropezar casi con seguridad con estos conejillos que inundan con su intenso amarillo las grietas y pedregales más frescos, buscando para ello las laderas norte y los tajos que mitiguen la fuerza del sol.

A pesar de su abundancia, nos encontramos ante un endemismo exclusivo de la Serranía de Ronda en su concepto más amplio, hallándola en las sierras gaditanas de Villaluenga, Ubrique o en la de Grazalema así como en las malagueñas Sierra de Líbar, la de los Pinos o en algunas de las sierras calizas que rodean el Valle del Genal.

 

Papaver hybridum

                                                            Cuevas de San Marcos

La llaman amapola triste porque se muestra siempre inclinada, vergonzosa. ¡Qué nombre tan poco acertado! Si algo hacen las amapolas, esta y su pariente más conocida y abundante, la amapola común, es alegrar los campos con su presencia, cada vez más escasa por el abusivo uso de pesticidas.

Sus cuatro pétalos separados y de un rojo más apagado nos sirven para distinguirla de su pariente, pero si algo la identifica son sus anteras azuladas sobre un fondo de intenso negro.

Originaria de Europa, Norte de África y Oriente Próximo y Medio, viajera ella, se ha extendido por buena parte del mundo. Florece durante la primavera y aquí, en Málaga, no es una planta muy frecuente,  más bien diría rara, pues es la primera vez que tropiezo con ella.

Volviendo a los nombres, el que hace referencia al género proviene del sánscrito papavira, que significa "jugo dañino" por los alcaloides tóxicos que contiene, y el de la especie, "hybridum" se lo asignó Linneo creyendo ver en ella características mezcladas de otras especies de amapolas.