viernes, 10 de junio de 2022

Por tierras de Valencia y Albacete (Semana Santa - Abril 2022)

Tierra de frontera, entre la costa y La Meseta, valenciana y castellana, surcada por ríos de renombre -Júcar, Turia, Cabriel-, mediterráneos, que al abrirse paso hacia el mar han logrado horadar la montaña creando desfiladeros que superan en muchos casos los 200 metros de caída en vertical. 
Tierra de frontera, plagada de historias en plural, de luchas y conquistas, de castillos en pie y castillos derruidos, mineral y acuática.

Por tierras de Albacete: Jorquera y Alcalá de Júcar

De camino a Requena, hacemos parada en La Roda para comer, allí donde La Mancha se vuelve pequeña, donde empieza a desaparecer, La Manchuela.
Y después del llano, de forma abrupta, nos damos de bruces con el cortado  donde se asienta Jorquera, a los pies del Júcar.

Meandros en el Arroyo de Abenjibre

Castillo e iglesia de Jorquera

Cynomorium coccineum, planta parásita propia de sitios semidesérticos

Vistas de Jorquera en el meandro del río

El castillo de Alcalá de Júcar

El río junto al pueblo


Álcalá de Júcar es un pueblo de la provincia de Albacete, declarado Conjunto Histórico Artístico en 1982. Si por algo destaca es por la disposición de las casas que literalmente cuelgan y se desparraman ladera abajo en un meandro del río Júcar. Y en lo alto de todo, su imponente castillo de origen árabe que vigila, altivo, el devenir de los habitantes y turistas que pasean y viven sus calles y casas-cueva.


El Castillo de Alcalá, de origen almohade, se asienta en la parte más alta del meandro, en la zona donde las paredes caen en vertical hacia el río. Su estado de conservación es bueno y se puede visitar todo el año pagando una exigua entrada, 2 € si no mal recuerdo. Con la entrada también se visita una antigua casa troglodita, excavada en la pared del meandro, bajo el castillo. Merece la pena aunque nada más que sea por las vistas que se tienen desde la Torre del Homenaje.

Alcalá de Júcar desde un cuadro

Alhelíes asilvestrados

Chaenorrhinum origanifolium subsp. crassifolium

La Torre del Homenaje


Chulilla: los desfiladeros del Río Turia

Chulilla desde la carretera de entrada

Bajando al Cañón del Turia junto a la Peña Judía

Las verticales paredes de este rincón bajo el pueblo

 y junto al río

El camino sigue


pegado a las paredes

y junto a la canalización de agua de una antigua central eléctrica

Y una piedras para cruzar


y llegar al Charco Azul que es verde, y no es que en algún momento haya cambiado de color, sino que el nombre actual deriva del topónimo original, Charco del Azud, lugar donde ya los árabes construyeron una pequeña presa para derivar las aguas a través de una acequia y poder regar las fértiles huertas de este pueblo.

Un remanso del río

Iris pseudoacorus - Lirio amarillo

Brezo

Y desde el río subimos hacia el Barranco de Valfiguera

para localizar bajo una peña, no sin antes subir, bajar y subir

estas pinturas rupestres

Tras ver las pinturas, seguimos ascendiendo por el barranco, a veces por sendero y otras por el mismo lecho, hasta desembocar en un carril que nos llevará hasta el Pantano de Loriguilla.
Y por el camino, muchas florecillas....

Tomillo

una especie de aulaga

Lino azul

Ononis...

Pantano de Loriguilla

Desde la carretera que baja a la presa del pantano

Iniciando al revés el sendero o ruta de los Calderones

También se conoce como Ruta de los pantaneros, pues es la que utilizaron los obreros para acceder a la presa de Loriguilla cuando esta estaba en construcción.

Aunque por aquí los primeros en pasar fueron los gancheros que bajaban los troncos subidos en ellos y ayudados por la corriente de agua. Este era un tramo muy dificultoso y para ello se contaba especialmente con los de la localidad de Chelva, auténticos especialistas en lo que llamaríamos "descenso de aguas bravas".

El camino aprovecha los laterales del río para ir progresando

Escoltado por paredones inexpugnables a izquierda y derecha

Hasta que llega un momento en que desaparecen los laterales 

y solo quedan el río y las paredes

que unos cuantos puentes

y pasarelas terminan por salvarlo

por lo que también se conoce esta ruta como la de los Puentes Colgantes

 
La zona más estrecha

Iris lutescens - Lirio

En la parte alta

El río sigue encajonado

unos kilómetros más hasta pasado el pueblo

Asoma

el Charco Azul

Camino al borde del precipicio o casi

Panorámica con Chulilla a la izquierda

Nos queda subir al castillo


De origen musulmán, ha sufrido numerosos avatares y reformas a lo largo de la historia, siendo un importante baluarte carlista durante las guerras civiles que asolaron España en el siglo XXI.
Si por algo destaca es por su emplazamiento, en la parte más alta del pueblo y rodeado por casi todos lados de imponentes tajos, y sobre todo, por sus prolongadas murallas, justo en la parte que da a las casas del pueblo. 


Chulilla desde el castillo

Lavatera maritima - Malva marítima

Hyoscyamus albus - Beleño blanco

Xàtiva y su castillo:

Xàtiva -Játiva en castellano-, ciudad histórica del antiguo Reino de Valencia y capital de provincia durante un corto período de tiempo, es conocida por ser la ciudad de los Borja (Borgia para los italianos) y por tener en un museo local un cuadro del primer rey Borbón, Felipe V, cabeza abajo. La historia viene desde la Guerra de Sucesión de 1700 cuando esta ciudad, partidaria del Archiduque Carlos, se enfrenta a las tropas borbónicas y pierde el envite. El rey manda quemar la ciudad e incluso cambiarle el nombre, pasando a llamarse durante cien años Colonia Nueva de San Felipe. Por ello, a los setabenses -los de Xátiva- se les conoce también como socarrats -quemados-.

Iglesia Colegial Basílica de Santa María

Construida sobre la antigua mezquita, su tamaño la convierte en casi una catedral. Como curiosidad, en ella fueron bautizados dos de los tres papas españoles que a lo largo de la historia han sido - sin contar al Papa Luna-, Calixto III y Alejandro VI, el famoso Papa Borgia. Ambos eran tío y sobrino, y uno nació el 31 de diciembre y otro el 1 de enero, aunque con 53 años de diferencia.


Torre del Campanario y 180 escalones de subida

Vistas de Xâtiva desde las alturas del campanario

Nevero bajo las faldas del castillo.
Hasta aquí traían las nieves de la cercana? Sierra de Aitana, donde la iban acumulando y apelmazando para convertirla en hielo

Margaritillas

Cova dels Coloms, en la falda del castillo, llamada así porque en ella se criaban palomas.

Por el sendero que recorre la cara norte de la Sª de Vernisa, donde en su parte más alta se sitúan las distintas fortificaciones.

A la izquierda, el Castillo Menor, de origen ibérico, visto desde el Castillo Mayor, de origen romano. Por ambos han pasado los distintos pueblos que por aquí anduvieron: cartagineses, romanos, visigodos, musulmanes y cristianos del Reino de Aragón y de las Españas y todos fueron dejando su impronta en forma de construcciones y destrucciones, que de todo hay. 

Vistas de Xàtiva desde las murallas

Murallas del Castillo Mayor


Y aquí murió preso el último Conde de Urgell, 
 que -vicisitudes de la vida- pasó de pretendiente a la Corona de Aragón y uno de los nobles más poderosos del Reino a verse encarcelado entre estos muros, en soledad y a oscuras -una rendija apenas donde difícilmente se colaba un rayo de luz- hasta su muerte en 1433

Desde el Castillo Mayor

Subiendo al Castillo Menor

La imponente cresta de la Sierra de Vernisa

Sarcocapnos saetabensis

Detalle de la puerta de entrada al castillo

Murallas que bajan desde la zona más alta

Este gato negro no da mala suerte -los otros tampoco-

Por último, señalar que Xátiva fue la primera ciudad europea donde se tiene constancia que se fabricó papel y es también el lugar de nacimiento del pintor barroco José Ribera, el Españoleto.

Y desde Xátiva nos dirigimos a Anna, una pequeña localidad distante unos 20 km, donde el agua surge por todos lados.

Anna: agua y más agua

Cascada del Gorgo Gaspar

Cascada de los Vikingos

La fuerza del agua ha arrastrado parte de las pasarelas y el sendero que habían habilitado no hacía mucho. Y es que han sido casi 500 litros los caídos durante el mes de marzo, aparte de los que llevan recogidos durante el otoño, el invierno y el inicio de abril. Aquí no está siendo un año seco sino todo lo contrario.



Ruinas de la Fábrica Miguelín, una antigua fábrica textil

Un vergel rodea al río Sellent

El Gorgo de la Escalera

con sus pequeños saltos

y sus pozas que terminan en una cascada a la que no se puede acceder por aquí

pero sí por abajo dando un gran rodeo, la Cascada del Salto, hoy desde lejos pues la enorme cantidad de agua impedía acercarse más

El Gorgo Catalán, al otro lado del pueblo

Y la Albufera de Anna

lugar de donde sale el agua hasta de debajo de las piedras artificiales


La capital del Turia: Día de lluvia en Valencia

Nos miramos

Iglesia de S. Nicolás de Bari y San Pedro Mártir

Uno de los muchos grafitis que decoran las calles del casco viejo  

Plaza de la Virgen, con la Parroquia de la Virgen de los Desamparados y la Catedral

La casa más estrecha de Europa

En la Plaza Redonda, obra del s. XIX rehabilitada en 2012

Mercat Central, una de las construcciones modernistas más destacadas de la ciudad

Suelo de La Lonja

Techo y columnas de la gótica Lonja de la Seda, símbolo de la prosperidad comercial y de la potente industria textil del Reino de Valencia durante el siglo XV

techo de madera policromada de una de las salas de la Lonja

Hemiciclo del Ayuntamiento de Valencia

Salón de Fiestas del Ayuntamiento

Y si algo se asocia a la ciudad de Valencia eso es sin duda Las Fallas, y aunque no sea tiempo de vivirlas en vivo y en directo, siempre nos queda visitar el Museo Fallero, donde podemos ver por el módico precio de 2€  pequeños fragmentos salvados de la quema.


El museo funciona desde el año 1971 y está ubicado en un antiguo convento


que sirvió en algunos momentos como recinto carcelario


El "indulto del fuego" fue una propuesta que se realizó en 1934. Desde ese año, se indulta a un ninot por votación popular, y desde 1963 también uno de las fallas infantiles.


Aparte de la colección de ninots, en el museo también se exponen los carteles de las distintas fallas, desde el primero de 1929.

Lujosa  portada del Palacio del Marqués de Dos Aguas, donde se ubica el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias


Fachada barroca de la Catedral de Valencia vista desde la Plaza de la Reina

Alegoría valenciana

Calles - Chelva: El Acueducto Romano y la Ruta del Agua

Por el camino una parada en el Pantano de Benagéber

El pueblo de Calles, junto al río Tuéjar

Mariposilla azul

Euphorbia

Yesos junto al camino

El Barranco de Alcotas, por donde hemos venido, se va estrechando

Un puente de hierro

y unas barandillas

guían nuestro camino para ver el Barranco hacia abajo

y el Barranco hacia arriba, con la Peña Cortada al fondo


El Acueducto de Peña Cortada toma el nombre de una parte de la montaña que los romanos literalmente cortaron para sacar la piedra para construir los puentes que permitiera al agua seguir su curso a lo largo del acueducto.
Está construcción, una de las más importantes de España en su género, tiene una longitud en la actualidad de 28 km, aunque se piensa por estudios realizados que llegaba hasta la ciudad de Valencia, con lo que su longitud alcanzaría cerca de los 100 km.


El trazado que se encuentra en mejor estado es este entre Chelva y Calles, donde gran parte del recorrido se hace por el interior del mismo acueducto excavado en la roca


Los tramos al aire

y los túneles se van sucediendo uno tras otro

con vistas a la parte más agreste de Barranco de Alcotas

Un nuevo túnel

Aquí el acueducto responde a su nombre

Sarcocapnos

La Peña Cortada que le da nombre

Puente sobre el Barranco del Gato

Vistas hacia el Pico del Remedio


La Torrecilla, construcción defensiva islámica cerca de Chelva

Llegando a Chelva

Chelva, histórica villa capital de la comarca de Los Serranos, donde durante la Edad Media y hasta el s. XVII convivieron cristianos, musulmanes y judíos, lo que le ha dado una impronta muy peculiar a este pueblo, con sus distintos barrios, monumentos y trazado de calles, luces y colores que nos recuerdan más a un pueblo andaluz o del norte de África que a uno del centro-este peninsular.

Iglesia de los Ángeles, obra maestra del barroco valenciano. Resulta llamativo su reloj, uno de los pocos de este tipo que además de dar las horas te marca también el día de la semana y el mes.

Cuesta de acceso a la parte antigua de la villa desde el río

Por el barrio árabe de Benacacira

Arco de acceso a la plaza de la iglesia desde el barrio cristiano

El barrio morisco del Arrabal

El barrio judío del Azoque visto desde las afueras del pueblo

Panorámica con uno de los muchos lavaderos que existen en la población

Verónica


Y desde el pueblo bajamos hasta el área recreativa del Molino Puerto, donde el río Tuéjar baja con un buen chorro de agua.
Aquí iniciamos la que se conoce como Ruta del Agua, que siguiendo el cauce del Tuéjar nos lleva desde Chelva a Calles.

Pero antes remontamos el río un par de kilómetros para ver una poza, La Playeta

y un estrechamiento, el Paso de Olinches

que podemos salvar por la parte superior atravesando los túneles de una antigua canalización de agua

Puente en el Área recreativa

Camino junto al río 

Vistas de Chelva desde la zona de los Montecicos

Los Montecicos son unas cuevas excavadas a gran altura sobre el talud del río

El camino a veces se estrecha

y en otras las vistas se abren, como en esta zona de la Antigua Fábrica de Electricidad 

Ya cerca de Calles

Chera y Sot de Chera: La ruta geológica

Las montañas que se alzan sobre el Pantano del Buseo

Chorrero

y Cuevas de la Garita 

En el Parque Natural de Chera-Sot de Chera, el único parque geológico de la Comunidad Valenciana, situado entre la comarca de Requena y la de los Serranos

Puede llevar poca agua pero en años lluviosos como este puede ser que tengamos dificultades para cruzar el sendero

Cascada del Chorrero

Castillo de Chera, en lo alto del cerro donde se asientan las cuevas

Otra de las muchas cuevas que horadan el travertino

El Chorrero por todos lados

Matthiola fruticolosa - Alhelí de campo

Sot de Chera

El anticlinal de Sot de Chera

Valle de Cofrentes: Volcanes, ríos, desfiladeros y una central nuclear

Panorámica de Cofrentes, la confluencia de los ríos Cabriel y Júcar y la Central Nuclear con su perenne penacho de vapor de agua

El Valle de Cofrentes-Ayora se extiende de norte a sur por el extremo más occidental de la provincia de Valencia, al sur de la ciudad de Requena.
En una zona llena de contrastes, con el único volcán de la Comunidad, rodeado de montañas que, aunque no muy altas, si muestran un perfil agreste, campos de cultivo, huertas cercanas a los ríos, pueblos coronados de antiguos castillos y desfiladeros imponentes, como los que jalonan el Júcar antes de llegar a Jalance o los que constriñen el río desde Cofrentes a Cortes de Pallás, visitables a través de un barco turístico. 

El Volcán de Agras es el único volcán de la provincia de Valencia. se localiza en la confluencia del Júcar con su afluente el Cabriel y se encuentra un poco deteriorado ya que de él se extrajeron toneladas de piedra en una antigua cantera que había.
Como testigo queda una bomba volcánica de varias toneladas

y los derrubios en una de las chimeneas del volcán

Río Cabriel

Castillo de Cofrentes

El castillo se encuentra sobre un pitón volcánico, elevado sobre las aguas del Cabriel. Su origen se sitúa en el s.XI, bajo la dominación musulmana, aunque a lo largo de los siglos, con los avatares de la historia y los distintos usos que han ido dándole sus dueños, ha pasado de fortaleza a castillo palaciego y a ruina. Hoy en día se encuentra restaurado en parte y se puede visitar.


Globularia alypum - Corona de fraile

Este sendero, que en un principio es carril, se construyó en los años 50 para conducir el agua desde la Central del Molinar en Albacete, hasta Cofrentes, donde se dejaba caer con la intención de producir energía eléctrica.

El camino va subiendo pegado a los cortados

a una altura cada vez mayor

El paisaje se va haciendo cada vez más espectacular

Túneles y cornisas

y un sendero que va rodeando la vertical pared que en algunos puntos

supera los 300 metros de altura

La luz no acompaña pues el día está calimoso

Nos iremos encontrando algunas ruinas de casas en el camino de los trabajadores que vivieron aquí durante la construcción del canal

Cortados 

sobre un Júcar azul

Un rincón

salvaje

pero accesible

siempre que no se tenga mucho vértigo

y tenga uno precaución de no acercarse mucho al filo

Hacia arriba

hacia abajo

y en el fondo, las huertas junto al río

Jalance y su castillo

Murallas romanas en Teresa de Cofrentes

Mural con jugadores de pilota valenciana

Peñas de Salas

un paisaje mineral de yesos, jacintos de Compostela y aragonitos

Las peñas desde cerca


El paraíso morisco: Cortes de Pallás

El pueblo de Cortes de Pallás

...

Iberis...

Siguiendo el sendero de la Cortada en el sentido contrario a las agujas del reloj

Zona de cuevas y cascadas

Una

otra

la misma sin presencia humana visible

y una tercera

Cruzando el río. Toca descalzarse

Panorámica del sendero

Ventano del Águila

Subiendo a la Muela por un estrecho sendero pegado al tajo

 En la parte más alta, con vistas al pueblo y al embalse

A vista de pájaro

El sendero en el filo

junto al Pino de la Cortá

Este sendero de la Cortada

va  haciendo zetas

aprovechando los cortados

y las repisas

para descender de manera vertiginosa

a la sombra de los paredes

hasta llegar al pueblo

Alberca del sistema de regadío de época árabe que los pobladores de esta zona utilizaron para el riego de las huertas que jalonan este fértil valle, aguas arriba del pueblo. Los musulmanes habitaron este territorio hasta el s.XVI  cuando fueron expulsados, pasando la localidad de tener cerca de 2.000 habitantes a unos pocos más de la centena.

Cascada en el Bco. de Barbulla

Y a la sombra de algún árbol y al frescor del agua toca descansar y disfrutar de este idílico rincón

El Corbinet

Los enormes y antiguos almencinos de las huertas de Cortes de Pallás

Embalse de Cortes-La Muela

Requena: tierra de vinos y embutidos

Grafitti de una anciana haciendo embutidos

Requena, capital del interior castellano de Valencia, ciudad de frontera que estuvo en disputa entre castellanos y aragoneses durante siglos. Hoy en día es una localidad con ese aire de pueblo grande venido a menos,  decadente pero con vida en sus entrañas y con un patrimonio artístico que, aunque un poco descuidado, es digno de dedicarle una mañana.

En esta ciudad se elaboran embutidos de manera artesanal desde hace siglos. Aparte de los conocidos chorizos, longanizas, morcillas y salchichones, se elaboran otros con nombres tan curiosos como el perro o la güeña


Portada de la Iglesia de El Salvador

Torre del Castillo, una de las entradas a la ciudad medieval,

un entramado de estrechas calles poco cuidadas y horadada por numerosas cuevas bodegas donde se dejaba reposar el vino de esta comarca vinícola con denominación de origen.

Son muchas las bodegas repartidas por todas las tierras de Requena-Utiel. Un buen número  de ellas organizan visitas y degustaciones donde poder paladear los vinos del lugar y comprarlos, si así se desea.

Portada de la Iglesia de Sta. María