Allium ampeloprasum

                                               Dunas de Artola

Grande, de hasta metro y medio, esta hierba del grupo de los ajos no pasará desapercibida si tropezamos con ella en su época de floración, las postrimerías de la primavera,  lo que es fácil, ya que la podemos encontrar tanto en las arenas litorales como al borde de caminos, en huertos y campos de cultivo así como en algunas de nuestras sierras. Su epiteto "ampeloprasum" -ajo de los viñedos- ya nos señala uno de sus hábitats preferidos.

El ajoporro se extiende por todo el Mediterráneo y de él han derivado algunas variedades consumidas hoy en todo el mundo, como es el caso del puerro.

Su inflorescencia esférica, cubierta por una sola membrana que terminará cayendo, está formada por multitud de pequeñas florecillas de un púrpura más o menos intenso, de la derivarán unas semillas escamosas de color negro. 

Esta planta se puede consumir en ensaladas, guisos, revueltos... aunque al contrario que sus parientes cultivados, su sabor es intenso y su ingesta excesiva puede provocarnos trastornos intestinales, por lo que conviene no abusar de ella, ni dársela a nuestras mascotas ya que para estas puede resultarles tóxica. 

Lysimachia monelli

                                                                             La Sauceda

Otra a la que han cambiado el nombre, pero da igual; sigue mostrando la misma belleza, ajena a criterios taxonómicos, diferencias y parecidos, detalles que la hacen pertenecer a un género u otro.

El muraje de hoja estrecha o centaurea real, como también se la conoce, es una planta propia del sudoeste de Europa y y noroeste africano , y si por algo destaca, es por el violeta azulado e intenso de sus flores, en las que resaltan una manchas magenta en la inserción de sus pétalos y unos estambres de un amarillo rabioso.

Esta hierba rastrera es amante de los terrenos soleados, y la podemos encontrar tanto en las dunas costeras como al borde de senderos y carriles en alguno de nuestros campos y sierras, no siendo muy abundante en nuestra provincia, aunque si en la vecina Cádiz.

Y recuerda, si quieres admirar la indiscutible belleza de sus ramillos de flores, la primavera es el momento en el que viste de azul  los caminos.

Retama sphaerocarpa

                                                        Sª Prieta - Casarabonela

Al mediar la primavera, semanas antes o después, dependiendo del frío o calor de esos días y de las lluvias que hayan o no caído, lo que era un conjunto de ramas verde-grisáceas ignoradas, inadvertidas, se convertirá en pocos días en un espectáculo de luz de un amarillo intenso que inundará las laderas soleadas de nuestras sierras, los bordes de caminos, aquellos terrenos degradados donde pastan los animales.

Y es que la retama amarilla es uno de esos arbustos inasequibles al desaliento: incluso en los terrenos más áridos y secos, en años como el actual, de una sequía extrema, florecerá de manera espectacular, cubriendo todas sus ramas de multitud de florecillas que mediado el verano se habrán transformado en unos frutillos secos y redondos que reventarán y esparcirán sus semillas con el tórrido calor estival.

Esta planta, un endemismo íbero-magrebí, se extiende por buena parte de la Península Ibérica y el norte de África, siendo más frecuente en el centro, sur y este y escasa en el norte y hacia el oeste. 

Se ha utilizado en algunos casos como planta medicinal, aunque no es muy recomendable por contener alcaloides tóxicos. Lo que es innegable es su capacidad para regenerar terrenos erosionados y deteriorados ya que, como otras leguminosas, tiene la capacidad de aportar nitrógeno al suelo a través de sus raíces.