jueves, 28 de abril de 2022

Echium albicans

                                Sª de Baños - Carratraca

Esta no es una planta cualquiera. Aunque es fácil encontrarla en nuestra provincia, e incluso diríamos que en algunos lugares es abundante, estamos hablando de un endemismo bético, exclusivo de las sierras calizas del sur de Andalucía, especialmente de aquellas con un alto contenido en magnesio, las dolomías, suelos ralos, blancos, arenosos, donde el sol se refleja como si de nieve se tratara y para más inri, tóxicos para muchos vegetales.
Pues aquí es donde vive la viborera andaluza, una hierba en roseta de hojas verde grisáceas cubiertas de abundantes pelos blancos con los que se protege de la intensa luz y que al mediar la primavera emitirá un largo escapo de floral -puede alcanzar cerca de un metro- cubierto de multitud de florecillas rosas y azuladas que se irán secando progresivamente de abajo arriba.
Su nombre común y el científico derivan de Echium -vibora en griego- por la semejanza de sus semillas a la cabeza del ofidio. Albicans proviene del latín y significa blancuzco.
Así que si paseas por alguna de nuestras sierras dolomíticas presta atención y seguro que disfrutaras con la singular y espectacular presencia de esta planta en flor.

                                                     Sª de Mijas


martes, 26 de abril de 2022

Lathyrus tingitanus

                                                        Marbella

Esta planta de espectacular floración primaveral aparece en lugares frescos y semiumbríos, al borde de caminos, enredada en otras matas del entorno.
La almorta tingitana -de Tingis, la antigua Tánger- se distribuye por la zona mediterránea e islas atlánticas próximas.
La planta se ha utilizado como alimento del ganado aunque puede provocarle problemas graves por exceso de gases. En el ser humano el uso de la harina obtenido de las semillas de esta especie y de otras cercanas fue prohibido hace años por provocar, en caso de consumo excesivo, latirismo, una enfermedad que derivaba en malformaciones óseas, lesiones neurológicas y parálisis de las extremidades inferiores.
Actualmente se ha descubierto que son una excelente fuente de compuestos fenólicos, antioxidantes que protegen muestro organismo del proceso de envejecimiento. 
Como muchas otras cosas en la vida, estos chícharos de flor nos dan una de arena y otra de cal.

martes, 19 de abril de 2022

Orchis morio subsp. champagneuxii

                                  Sª de Mijas

De amor de dama a cojón de perro, dos nombres comunes dispares para llamar a esta pequeña orquídea de tonos rosados y blancos.
El primer nombre nos remite al galanteo, a la belleza de su floración, sobre todo cuando nos encontramos decenas de estas plantas juntas, lo que suele ocurrir a menudo si el año ha sido pródigo en lluvias. El segundo, a sus tubérculos, similares a pequeños testículos -orchis en griego-, de donde proviene el nombre de este género y de la familia al completo.
Esta orquídea se distribuye por casi toda la Península Ibérica, el sur de Francia y el noroeste de África. La encontramos en bordes de caminos y bosques, en prados y claros de matorral, en todo tipo de suelos siempre que estos sean frescos y húmedos.

domingo, 17 de abril de 2022

Allium triquetum

                                                                                     Ojén

Las lágrimas de la Virgen, nombre común por el que se conoce a esta hierba, abunda en nuestra provincia, pudiéndola encontrar en lugares frescos, umbríos, al pie de los caminos, bajo el dosel arbóreo o junto a fuentes y arroyos. Se extiende por Europa Occidental, el noroeste de África y por las islas de la Macaronesia.
Será durante la primavera cuando esta planta nos muestre sus racimillos de flores acampanadas de un blanco puro solo manchado por una línea verde en el centro de cada pétalo.  Y aunque no los he probado -ni sé si me atreveré a hacerlo-, estos ajos se pueden comer: sus tallos, hojas, flores e incluso sus bulbillos pueden dar a nuestras tortillas o revueltos un tenue sabor a ajo, muy agradable según aquellos que se han lanzado a catarlo.
Pero como con todos los ajos y cebollas, debemos andar con precaución, ya que su contenido en azufre puede resultar indigesto a personas alérgicas o que muestren intolerancia hacia este mineral tan necesario en nuestra dieta para la formación del colágeno y como anticoagulante sanguíneo.

martes, 12 de abril de 2022

Polystichum setiferum

                                      La Sauceda

Este helecho grande -sus frondes pueden superar el metro de longitud- es originario del sur y oeste de Europa y las islas de la Macaronesia y, aunque no es abundante, tampoco es raro encontrarlo bajo alcornoques y quejigos, en las zonas más umbrías y húmedas del bosque mediterráneo.
Nos llamará la atención por su tamaño y por su intenso verdor, trasladándonos por momentos a latitudes más sureñas, a selvas intrincadas de lejanos países. Pero no, estamos aquí, y podemos disfrutar de él durante todo el año, pues aunque se le van secando los frondes más viejos, le van saliendo, en una espiral que se alarga y desenrolla, los nuevos.

miércoles, 6 de abril de 2022

Semana Blanca 2022: Murcia y Sorbas (Almería)

Comienzo: Puerto de Mazarrón. Día nublado. Algunas gotas caen. Nada importante.


Launaea lanifera - Rascamoños

Las olas lamen la arena dorada del puerto

y un rayo de sol se abre paso entre las nubes

Una entrada de agua de mar para la antigua salinera 

Sierra de Espuña



La Sierra de Espuña cuenta con una de las mayores concentraciones de pozos de nieve de todo el Mediterráneo. Y son pozos distintos a los que podemos ver por nuestras sierras malagueñas. Estos son enormes, con más de 8 metros de profundidad y hasta 20 metros de diámetro, cubiertos por una enorme cúpula que servía de cámara de aire y permitía mantener las temperaturas muy frías dentro de la construcción.
Los oficios relacionados con los pozos tenían a lo largo del año varias épocas de intenso trabajo intercaladas con períodos donde poco o nada se hacía. Las tareas comenzaban en otoño, con la limpieza y acondicionamientos de los pozos. Seguían en invierno, época de almacenamiento y apelmazado de la nieve en estas estructuras para producir el hielo... hasta que el pozo se llenaba. Entonces la sierra descansaba por un tiempo; los pájaros y otros animales sustituían al trasiego humano, que volvía con las primeras calores. En ese momento comenzaba el trabajo de cortadores y arrieros, que cargaban sus mulas al atardecer para recorrer los caminos de la sierra durante la noche y llegar con las primeras luces a los pueblos y ciudades del llano: Alhama, Mula, Murcia, Cartagena... y con la mitad del hielo que cargaron en las cumbres.
Con el inicio del s. XX y la construcción de las primeras fábricas de hielo, estos oficios fueron desapareciendo, derritiéndose, evaporándose con el devenir de los años y el progreso

Por la parte alta de la sierra

En el Morrón de Pedro López (1.568 m)

Por el Camino del Pinillo

Viendo el Morrón de Totana que queda cada vez más alto

Casa de la Carrasca

con su antigua y colorida puerta azul

Roquedo vertical en las paredes del Morrón


Aunque la creencia general es que encima del Morrón de Totana lo que hay es una base americana, en realidad se trata de una instalación del ejército del aire español, concretamente del escuadrón EVA 13, que en el año 2019 celebró un cuarto de siglo de presencia en estas cumbres.


Al bajar de la sierra, pasamos por Aledo, un pueblo en el que destaca la Torre del Homenaje del castillo, edificio que data de época musulmana y que estuvo en disputa entre unos y otros desde el año 1086, cuando las tropas cristianas lo conquistan por primera vez, hasta 1243, cuando el rey castellano lo toma definitivamente.

Erosiones de Bolnuevo



Quizás lo que más sorprenda de estas espectaculares rocas modeladas por el viento y el agua no sea su color o sus caprichosas formas, sino donde se encuentran situadas: junto a la playa de Bolnuevo, justo al lado de un enorme aparcamiento y muy cerca de las casas y las calles, carreteras y caminos de la localidad. Es un lugar que merece una visita, pero para disfrutarlas hay que abstraerse un poco de lo que nos rodea.

Parque Regional Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila

Si algo caracteriza a esta zona natural de Murcia son sus acantilados y playas totalmente vírgenes, veintiséis kilómetros de costa donde podemos disfrutar de su flora singular, adaptada a la aridez y a la sal que aporta este Mediterráneo de horizontes limpios donde ningún edificio recorta la línea del litoral.
Es en esta zona donde encontraremos los únicos bosquecillos naturales de araar, ciprés de Cartagena o, en su denominación científica, Tetraclinis articulata, de la Península. También es el último refugio de la muy amenazada Jara de Cartagena.

Playa de Calblanque

Salinas de Rasall

Ejemplar majestuoso de palmito

Dunas fósiles y dunas móviles características de este espacio natural

Playa Larga

continúa

Playa Negrete

Calas de Parreño

Panorámica con las Calas de Parreño y el Cabezo de la Fuente


Calas del Reventón y del Muerto

Cala del Muerto

Dejando las calas atrás y el Monte de las Cenizas al fondo

Tetraclinis articulata - Araar o ciprés de Cartagena

Bosquecillo de araar a los pies del Cabezo de la Fuente

Más parece paisaje norteafricano

Cala Dentoles

Minas junto al mar. Al fondo, el Cabo de Palos

Punta Negra


Faro de Palos



Era pequeño, nueve o diez años, cuando casi todos los días, al salir de la escuela, me acercaba con mi salabre y mi caña a la orilla del mar, en Porto-Colom, Mallorca. Allí, pelo rubio y rizado, quemado por el sol y la sal, pasaba horas sin que el tiempo pareciese contar. Y siempre un mismo camino, del 28 de la calle Aduana, hasta la Ronda Crucero Baleares, la calle que separaba las casas del mar, mi mar.
Hoy, cuarenta y tantos años más tarde, la calle ya no existe como tal, ha cambiado de nombre, pero el Crucero Baleares ha vuelto a cruzarse en mi camino en forma de barco guerrero, portador de muerte.
En estas aguas mediterráneas, frente al Cabo de Palos, un 6 de marzo de 1938, el Crucero Baleares, navío del bando nacional, fue torpedeado y hundido por disparos del destructor republicano Lepanto. Fallecieron 788 tripulantes y en esta guerra fratricida, como en todas las guerras, unos lo celebraron y otros lamieron con lágrimas y rabia las heridas.
Y como puzle, una pieza te lleva a otra, un eslabón a otro. Fue este mismo barco, junto a otros, el que  con su bombardeo indiscriminado contra los miles de civiles que huían de Málaga en febrero del 37 por la carretera de Almería, la conocida como "Desbandá", cometería unos de los actos más crueles y sangrientos de la ya de por sí sangrienta y cruel Guerra Civil Española.
No merece el olvido. No merecía una calle.


Cartagena

El edificio sede del Ayuntamiento de la ciudad

"Pero no estaba toda Cartagena en el cuarto de Mister Witt ni en la taberna de la Turquesa. El azul que se entraba a torrentes por el balcón del inglés, la sombra fresca de aljibe de la noche en El Molinete no eran los colores de Cartagena. Cartagena tenía color de hierro viejo, de quilla blindada, que un día encalló y abandonada en el roquedo fue cubriéndose de moho y de liquen. Cartagena era una plaza fuerte, con sus murallas por Quitapellejos hasta la estación del ferrocarril, cerrando por San José y Monte Sacro sobre el puerto. Por los flancos, montañas peladas se erguían y entraban en el mar, formando el puerto natural mejor del mundo, según los cartageneros más entusiastas."

De la novela "Mister Witt en el Cantón" de Ramón J. Sender

Teatro Romano y Castillo de la Concepción

Edificio modernista, uno de los muchos que existen en la zona céntrica

Tras la renuncia de Amadeo de Saboya, el rey traído de Italia tras el exilio forzado de la borbónica Isabel II, se proclama en España la I República, pero su primer presidente, Estanislao Figueras, al poco de tomar el poder, decide un día dar un paseo por Madrid y termina cogiendo un tren que lo deja el París. Otro que las vio venir y se quitó de en medio.

Se elige nuevo Presidente en la persona de Pi y Margall. La idea de una España federal corre como la pólvora por el país. No hay paciencia para esperar una aprobación de una nueva Constitución que recoja estos anhelos. Los movimientos cantonales se suceden por todo el país, pero es en Cartagena donde van a tener su máximo desarrollo, apoyo y duración de la mano, entre otros, de Antonio Gálvez Arce, “Antonete”, diputado a Cortes por Murcia.

Con la flota de la Armada de Cartagena en su poder y el apoyo de la guarnición militar, el Cantón de Cartagena se mantuvo en pie hasta enero de 1874, cuando las tropas centralistas, tras semanas de bombardeos, consiguieron hacerse con el control de la ciudad.

Desde julio de 1873, hasta su desaparición, el Cantón de Cartagena intentó extender la llama de cantonalismo por todo el Mediterráneo peninsular, con mayor o menor éxito; incluso llegó a acuñar moneda con la plata de las minas de Mazarrón.

Antonete fue condenado a muerte, pero logró huir a Orán. Volvería un año después a su tierra, asolada entonces por una epidemia de cólera. Se le intentó detener varias veces, pero no se logró. Finalmente la justicia falló a su favor y terminó sus días como concejal del ayuntamiento de Murcia, en 1898. El obispo le negó su entierro en suelo consagrado y no sería hasta cincuenta años más tarde cuando sus restos serían enterrados junto a sus familiares en el cementerio de Torreagüera, su localidad natal.


Melocotoneros en flor en Cieza

La Atalaya y huerta de melocotoneros

Vistas de Cieza en la subida hacia la Ermita del Buen Suceso

Castillo de Cieza, castillo árabe encaramado en un espolón rocoso. A sus pies se encuentra las ruinas de una antiguo asentamiento islámico medieval, la Medina Siyasa.

La subida al castillo, la ermita abajo y el Cerro Atalaya al fondo

Del castillo apenas quedan un par de lienzos de muralla

pero las vistas desde aquí son inmejorables

Cieza y su vega

Si la subida era mala, la bajada peor

El pueblo entre una grieta

Centro de Cieza

Durante dos meses, febrero y marzo, Cieza se viste de rosa, se engalana para recibir a la flor del melocotonero y a los muchos visitantes diarios que la acompañan.
Las numerosas hectáreas dedicadas a este cultivo en el municipio se tiñen con diversos tonos de rosa y caminos señalizados nos permiten recorrer sus campos a pie o en coche e ir parando en miradores para disfrutar de esta explosión de color que no dura mucho, pues el negocio es el negocio, y cuadrillas de jornaleros recorren los campos para ir despojando los árboles de más de la mitad de sus flores para que así, llegado el momento, podamos disfrutar de frutos más gordos y sabrosos.

Mientras tanto, quedémonos con el poder del rosa. 







Y ya casi anocheciendo, una rápida escapada para contemplar este cañón sorprendente entre Cieza y Calasparra, el Cañón de los Almadenes, una impresionante grieta caliza labrada por el río Segura entre campos de cultivo. Allí, en una de sus paredes, está la Cueva de la Serreta, abrigo prehistórico que contiene importantes pinturas y que es posible visitar concertando la entrada en la Oficina de Turismo.



Parque Regional Cabo Cope y Puntas de Calnegre

Otra zona costera murciana protegida y en la que se suceden 
acantilados y calas de arenas más oscuras debido al color de la roca, las tilitas. 
Se extiende entre los términos de Águilas y Lorca y destaca sobre todo por su flora de carácter subdesértico y por contar con la presencia de la tortuga mora, que suele buscar refugio y sombra bajo los espartales que alfombran las laderas de los cerros que caen al mar.

Cala de Calnegre

Vistas hacia el Cabo Cope

Playa Baño de las Mujeres

Playa del Siscal

Lycium intricatum - Cambronera

Cala del Ciscar

Desde la ventana del Cuartel de Ciscar

Mesembryanthemum crystallinum

Acantilados

Parque Regional Sierra de la Muela, Cabo Tiñoso y Roldán

Este parque natural, entre el Pto. de Mazarrón y Cartagena, lo forman un conjunto de pequeñas pero abruptas sierras que caen a pico sobre el Mediterráneo. Si por algo destaca, es por lo descarnado del terreno, las numerosas construcciones militares que lo jalonan desde hace siglos y por especies animales como la tortuga mora, en riego de extinción en las pocas zonas del litoral español donde aún la podemos ver, una tortuga terrestre que habita zonas semiáridas y que se alimenta principalmente de las plantas silvestres de estos lugares.

Torre de Sta. Elena

Vistas desde el sendero hacia la Bahía de Mazarrón

Cala del Corracón

No es el mejor sitio para atender una llamada

Panorámica hacia la costa y el Cabo Tiñoso

Camino de bajada hacia La Azohía desde el Collado de los Siete Cucones

Lavatera maritima - Malva marítima

Llegando a La Azohía, donde comenzaba el sendero

Sorbas (Almería): Cueva del Agua y Río Aguas

Linaria oligantha subsp. oligantha, endemismo del este y sudeste de la Península

Barranquillo que da acceso a la cueva

En el interior de la cueva

donde no hay estalactitas ni estalagmitas

sino enormes paredes de cristal de yeso que el agua ha esculpido

Una cueva espectacular

y muy diferente a otras muchas de las que hemos visto


Desde los Molinos del Río Aguas, aldea semiabandonada pero que últimamente está en proceso de recuperación, se llega por un corto sendero al nacimiento del Río Aguas, la principal fuente de drenaje del Paraje Natural de los Karts en yesos de Sorbas.

El río Aguas encajonado entre moles de yeso

Fagonia cretica -Manto de la Virgen

Rocas desprendidas sobre el cauce

algunas formando impresionantes túneles

Narcissus tortifolius, un endemismo almeriense-murciano

Nacimiento del Río Aguas, donde hay una galería excavada en el yeso

Helianthemum alypoides, otro endemismo de las zonas yesíferas de la provincia de Almería

Otro túnel de rocas

El sendero serpentea entre los farallones

y las inmensas rocas de yeso caídas

lo que le dan a este paisaje

un aspecto irreal

De paso por Tabernas, una parada para fotografiar, junto a la carretera, un pradillo de unas curiosas flores, únicas en el mundo, la endémica Linaria nigricans, exclusiva de algunos puntos de la provincia de Almería, y especialmente de los alrededores de esta localidad, donde en los años en los que el final del invierno se presenta lluvioso, puede aparecer por miles y miles, cubriendo el suelo como si de un manto de nieve se tratara.