Enclavado al norte de la provincia de Lérida y limitando con el oeste de Andorra, se encuentra este parque natural, en plena comarca del Pallars Sobirà, -valles de Alt Àneu, Cardós y Ferrera -aunque también abarca parte de la vecina comarca del Alt Urgell.
Con sus 79.317 ha, se trata del espacio protegido más extenso de Cataluña y donde se sitúa su cima más alta, la Pica d'Estats, de 3143 metros.
Si algo destaca en este territorio, es la presencia de numerosos lagos y lagunas -estanys en catalán- debido a la naturaleza del terreno, principalmente granitos y esquistos, rocas mucho más impermeables que la porosa caliza, lo que hace que el agua se almacene con facilidad en las abundantes cubetas formadas en las cabeceras de los valles glaciares. En total unos 87 lagos permanentes y 94 lagunas, muchas de ellas estacionales, y que dependen de las precipitaciones y de la época del año que las encontremos con agua, cubiertas de nieve o completamente secas. De entre los lagos, destaca el Estany de Certascán, el mayor en superficie del Pirineo, con 57 ha y el segundo más profundo, 102 m.
Otro de los aspectos a destacar es su fauna, con especies tan emblemáticas como el rebeco, el águila real, el quebrantahuesos, el urogallo y el oso pardo. De todas estos animales, solo pudimos ver al quebrantahuesos volar sobre nuestras cabezas. Del oso, por suerte, ni rastro, aunque fuimos con la mosca detrás de la oreja por algunos parajes solitarios de estas montañas ya que es el lugar donde mayor concentración osera hay de todo el Pirineo: cerca de cincuenta ejemplares de los ochenta totales viven en estos valles.
Para visitar la zona, decidimos establecer nuestro "centro de operaciones" en la localidad de Lladorre, un típico y pequeño pueblo de la comarca con apenas 30 habitantes, al final del Valle de Cardós, en una casa junto a unos campos de labor y cercana al río, una de las mejores y más bonitas de las que hemos estado y en la que disfrutamos en especial de la ausencia de ruidos no naturales: los pájaros al atardecer y a la salida del sol y el lejano murmullo del caminar del agua.
Nuestra casa -¡ya quisiéramos!
Mapa del Parc Natural Alt Pirineu y rutas que hicimos por la zona
1. Estany de la Llavera y Circo Glaciar de la Gallina
16,5 km y 1.020 m de desnivel positivo acumulado
Desde Tavascan, seis kilómetros por una carreterita estrecha pero asfaltada hasta llegar a las Bordes de Quanca. Desde aquí, otros tres kilómetros por un carril infernal y sumamente estrecho hasta llegar a la Plana del Faio, desde donde partimos andando. ¡Menos mal que en el camino no encontramos otro coche en dirección contraria!
Bosque en el Barranc de Vedós
Dactylorhiza fuchsii
Por la Pleta Palomera, zonas con numerosos regatos de agua que bajan entre los árboles
y otras donde el bosque se aclara
Campanula...
Un paredón en el camino
El Mont-Roig asoma tras los pinos
El Circo de la Gallina se encuentra a sus pies y hacia él dirigimos nuestros pasos
Una zona de verdes pastos, la Pleta del Fangassal,
donde numerosos riachuelos circulan por todos lados, siendo difícil cruzar sin mojarse las botas
La Pleta de S'Arenal
Lilium pyrenaicum - Lirio amarillo
Tanta agua
nos nubla la vista
Cascadas en el Torrent de la Roia de Mollàs
Sempervivum montanum - Siempreviva
Vamos subiendo paralelos al torrente que baja de los lagos de la zona alta
Pusaltilla alpina - Flor de viento
Por los característicos lomos de ballena, resultado de la erosión glaciar
El Clot de l'Escala
Pinguicula grandiflora - Grasilla de flor grande
El torrente se despeña a la izquierda del camino
Subiendo por una veredilla trazada entre el roquedo
con florecillas en las que entretenerse
y algún que otro escalón
Estany de la Llavera
Literalmente colgado sobre el valle
Anemone narcissiflora - Anémona de flores de narciso
Dejando atrás el Estany de la Llavera, el sendero se vuelve a empinar
El Estany Inferior de la Gallina, con el Refugio Mont-Roig a la izquierda
Agua, rocas pulidas y verdes praderillas
Primula integrifolia
Primer Estany de Sens
Otra vista desde más arriba
El segundo de los Estanys de Sens
El Estany Major de la Gallina
con una serie de pequeños lagos a sus pies
por donde el agua circula y va descendiendo valle abajo
Los Estanys de la Gallina forman lo que se conoce como lagos paternoster, una serie de lagos conectados por una única corriente, distribuidos a lo largo de un mismo valle a distintas alturas. Reciben este nombre por su parecido a las cuentas de un rosario.
Viola palustris
Otra vista de los lagos en la bajada: el segundo de Sens
el primero de Sens
y el Inferior de la Gallina
El desaguadero del Circo de la Gallina, con el Estany de la Llavera al fondo
Pic de Mariola y Roca Espana
Caminando por un lomo de ballena hacia el Estany de la Llavera
Los lomos de ballena son el resultado de la acción erosiva del hielo glaciar y de los materiales que transportaba sobre grandes masas de granito a lo largo de miles de años. Tras retirarse los hielos, nos quedan estas rocas pulidas pero con numerosas marcas de estrías que indican la dirección del hielo en su desplazamiento valle abajo.
Viola biflora - Pensamiento amarillo
Descenso junto a la cascada
que desperdiga sus aguas al llegar a la base
Ellas y nosotros saliendo del Clot de l'Escala
El Turó de Roca Espana, que esconde el Estany de Mariola.
Estaba incluido en el plan de ruta pero se hizo tarde para afrontar otra subida exigente. La distancia en la montaña engaña; los kilómetros son pocos pero el desnivel considerable y se tarda más de lo que se piensa. Otra vez será. La montaña y sus lagos seguirán ahí.
Cirsium palustre
Zona de turberas
Llegando al refugio de Lo Fangassal
Boloria euphrosyne - Doncella cobriza
Cruzando la zona más boscosa, donde se mezclan pinos, abetos y abedules
El Riu del Port baja desde el Estany del mismo nombre, junto al Puerto de Tavascan, en la frontera con Francia.
Este puerto fue uno de los pasos fundamentales de lo que se conoce como "Caminos de Libertad". Durante varios años, en las medianías del s. XX, fue utilizado como vía de escape y esperanza de vida tanto en un sentido como en el otro; primero fueron republicanos huyendo de las tropas de Franco los que lo cruzaron en dirección a Francia, pocos años después, sería utilizado en sentido contrario por judíos escapando de la barbarie nazi.
Epilobium montanum
2. Estanys de Mascarida y del Diable con subida a la Coma del Forn
12 km y 1.080 m de desnivel
Tomamos de nuevo dirección Tavascan, a solo tres kilómetros de Lladorre. Desde aquí cogemos la misma carreterita asfaltada del día anterior, pero esta vez no la dejamos hasta llegar a la Pleta del Prat, donde hay un refugio y los telesillas de la pequeña estación de esquí de Tavascan.
Torrent de Mascarida, junto a la Pleta del Prat
Melitaea didyma - Doncella
Tomillo
Verónica
Subiendo por una inclinada ladera poblada de rododendros
junto al torrente
que baja con fuerza desde los lagos superiores
Lamium maculatum - Ortiga fétida
Matorral de rododendro cubre buena parte de estas laderas a media altura
Adscita statices
Cambiamos rododendros por festuca
Linaria alpina
Por la Pleta de Gavàs
Después de una zona relativamente llana, de nuevo una pared que suponemos esconde el lago
Jasione laevis - Botón azul
Asoma claramente el Montforcado
Estany de Mascarida
Estany del Diable
Sobre este lago existe una leyenda relacionada con su nombre: nos habla de un pastor que andaba con su rebaño de ovejas por sus orillas cuando de sus profundas aguas surgió un carnero negro que, en un visto y no visto, dejó preñadas a todas las ovejas. Cuando estas parieron, después de cinco meses, todos los corderos eran negros como el carbón, herencia paterna. En el verano siguiente, al retirarse las nieves, el pastor volvió a subir con su rebaño a pastar en los verdes prados que rodean estas lagunas y, estando por estos pagos, escucha un día unos balidos aterradores y al carnero negro volviendo a salir de las oscuras y hondas aguas del estanque. En esto, todos los borregos negros nacidos el año anterior corren despavoridos hacia el lago desapareciendo en las aguas tras su padre, el mismo diablo.
Estanys Mascarida y del Diable, que aunque parezcan por la foto de similar tamaño, el segundo es muchísimo más pequeño.
La chorrera que viene del lago de arriba
Estany Mascarida de Dalt con el Pico Montforcado detrás
Buscando restaurante en sus orillas
Praderas de festuca con la Pica d'Estats al fondo
Panorámica hacia el este desde la subida a la Coma del Forn
Pico Ventolau desde la subida
Viola diversifolia
Desde la cresta, al norte, los Estanys de la Gola, Tres Estanys y Ventolau
y al sur, Estanys de Mascarida -alto y bajo- y del Diable, donde sí se aprecia la diferencia de tamaño
Desde la Coma del Forn
Gentiana acaulis - Cluchitos
Coma del Forn, su cara norte, canchales y tajos;
su cara sur, una herbosa y tendida ladera de festuca
La festuca es una gramínea que cubre buena parte de las laderas del Pirineo entre los 2.300 y los 2.800 metros. Desde lejos nos parecerá la más mullida de las hierbas, pero de cerca, es áspera y pinchuda, por lo que sentarse sobre ella requiere poner algo de por medio. Pero no solo para sentarse es delicada, sino que andar sobre ella también tiene su aquel: si está verde, resbala; si está seca, también; y si está mojada o helada, directamente se convierte en una pista de patinaje. Aunque tiene su truco: suele crecer el hileras, dejando pasillos de tierra entre mata y mata, por lo que bajar estas laderas de festuca requiere ir haciendo eses en busca de estos pasillos, evitando pisar sus traicioneras hojas.
Vista panorámica de los picos Ventolau y Coma del Forn y el valle glaciar de su cara norte
Vista desde el Pico Montforcado
Bajada haciendo eses entre festucas y rododendros
Y vuelta a recorrer el camino de la mañana
El Estany de Mascarida a un lado
la Pica d'Estats al fondo
y a nuestros pies, la Pleta de Gavàs
con su sinuoso torrente
El bosque mixto cerca ya de la Estación de esquí de Tavascan
3. Mirador de la Pica d'Estats y Estanys d'Aixeus desde el Pla de la Selva
15 km y 950 m de desnivel
El bosque en la subida desde el Pla de la Selva
Linaria repens - Pajarita pálida
Esta linaria recibió en un principio en nombre de Linaria blanca, en honor a la botánica bilbilitana Blanca Catalán (1860-1904), una pionera en el estudio de la flora aragonesa a la que se le debe la descripción de algunas especies desconocidas para la ciencia del momento. Su condición de mujer, su muerte prematura y el tiempo la han relegado, por desgracia y como tantas otras veces, al olvido.
Melitaea sobre Luzula nivea
Los picos más altos de la Vallferrera asoman sobre los árboles
Entre abedules camino del mirador
Una pedrera donde el bosque se aclara
Barranc de Baborte
Panorámica de los picos más altos de los Pirineos catalanes
Pic de Baborte y Pic de Pedres Blanques
Pica d'Estats
Pic d'Areste
Contemplando la Pica d'Estats desde el mirador
Bajo el bosque que se extiende a nuestros pies, fue cazado el último oso del Pirineo español del que se tiene constancia, allá por 1948. Por suerte, las políticas con respecto a la fauna salvaje han cambiado y hoy el oso pardo vuelve a recorrer estas montañas.
El macizo de la Pica d'Estats está formado por tres cimas, muy próximas unas de otras. La central, la más alta, es la Pica d'Estats, de 3,143 m. Las otras dos son el Pico Verdaguer y la Punta Gabarró. Su nombre se cree que hace referencia a que en ella confluyen varios estados -en la actualidad Francia y España -. Ocho kilómetros más al sur se encuentra el Pic de Medacorda en el que se unen, además de España y Francia, Andorra.
El Barranc d'Aixeus
Por el Pla d'Aixeus
Laderas cubiertas por completo de rododendros en flor
Todo un espectáculo que hace más amena la dura subida
con los picos más altos de la Vallferrera asomando tras las laderas pobladas de pino negro
Cruzando un enorme pedregal
El Estany d'Aixeus
con su torrente que baja del lago superior
Rododendros y Estany d'Aixeus
El Estany y el Pic de Baborte
Torrente arriba
para llegar al Estanyol d'Aixeus, bajo las faldas del Monteixo (2.905m)
La salida de aguas del Estanyol d'Aixeus
Otro vista del enorme pedregal de la morrena del antiguo circo glaciar d'Aixeus
Por él baja el sendero
y por un lateral se despeñan las aguas del lago
valle abajo
valle arriba
Como Moisés, cruzando las aguas
Rhododendron ferrugineum
Gentiana burseri - Genciana de Burser
Bajada por el carril
Aporia crataegi - Blanca del majuelo
Melitaea athalia - Doncella común
Pla de la Selva
4. Estanys Podo, Montanyó, Garrabea y Rosari d'Àrreu
12,5 km y 780 m de desnivel
El día amanece fresco pero soleado. Parece ser el último con buenas previsiones de tiempo hasta el domingo. Teníamos pensado hacer la subida al Estany de Certascán y otros de alrededor pero con la ayuda de los taxis 4x4 que te quitan kilómetros de carril y metros de desnivel. Intentamos ver si queda alguna plaza libre, pero nada, no hay suerte. Nos dicen que para el viernes sí hay, pero ese día dan lluvia y en la zona alta, lo más probable, niebla. Así que no. Tras pensarlo, decidimos reservar para el sábado. Hay cierto riesgo de lluvia, pero la probabilidad y la cantidad es menor.
Así que toca improvisar ruta. Si pensarlo mucho -el tiempo apremia-, nos dirigimos hacia la Vall d'Àneu, hacia el Port de la Bonaigua, para conocer los lagos de la parte alta del valle, los más occidentales del parque.
Praderas cerca del Port de la Bonaigua, donde comienza la Vall d'Arán y termina la comarca del Pallars Sobiràs
El sendero y la carretera de subida al puerto
Panorámica hacia las montañas del P.N. de Aiguestortes y Estany de Sant Maurici
Siemprevivas de varias especies
La senda pasa entre montículos cubiertos de hierbas donde resaltan las flores de las más variadas especies
Saxifraga...
El Estany Podo
Praderas verdes . Al fondo, el Montardo
Panorámica con el Tuc de la Cigalera
Geranium cinereum - Geranio ceniciento
Una mirada atrás
Estany de Montanyó
Este lago corrió un serio peligro de desaparecer tal y como lo vemos hoy en día. Fue a principios de presente siglo cuando un proyecto de ampliación de las pistas de esquí de Baqueira-Beret pretendían convertir este valle en un sembrado de telesillas, remontes, pistas y casetas varias. Por suerte -y por la presión social-, la lógica y los valores naturales de este lugar se impusieron y el proyecto quedó aparcado. La espiga de agua -Potamogeton praelongus-, una rara especie de planta acuática muy amenazada puede seguir viviendo en sus aguas.
Dryas octopetala
Armeria alpina
De los pocos lugares donde las calizas se dejan ver en este Parque Natural
Lagunillas con mucho corazón
Gentiana verna - Genciana de primavera
Panorámica con el Estany Montanyó y la Vall del Riu Àrreu
Estany y Estanyeres de Garrabea
Estany de Garrabea y Plans d'Isavarre
Estanyeres bajo el Serrat de la Garrabea
Hemos cambiado las praderas calizas por un paisaje dominado por el granito... y aparecen los rododendros
Trollius europaeus - Calderones
Estany del Rosari d'Àrreu
Panorámica del Estany de Garrabea desde sus márgenes, cubiertos por enormes bloques de granito
Enallagma cyathigerum - Caballito del diablo azul
Otra vista del Estany de Garrabea desde la única zona verde en sus orillas, donde fluyen numerosos nacimientos de agua
Geranium sylvaticum
Sorteando los chinorros que lo circundan
Pradera de orquídeas
Rododendro
El rododendro -Rhododendron ferrugineum- es un arbusto que puede alcanzar hasta un metro de altura. En España esta especie solo la encontramos en los Pirineos, en suelos ácidos -granitos, esquistos...-, en bosques aclarados de pino negro y en laderas donde la innivación es fuerte por lo que es un buen indicador para las zonas donde se quiere instalar una pista de esquí.
Es una planta que florece en pleno verano y que, a pesar de ser tóxica, se utiliza como antinflamatorio y antirreumático mediante compresas empapadas en el líquido resultante de la cocción de sus hojas.
Siempreviva en flor
Desde el Coll de Montanyó
Linaria alpina
Como los pulpos
para no ser menos
Lagunillas estacionales
Myosotis alpestris - Nomeolvides
Globularia repens - Yerba de las piedras
Erinus alpinus - Siempreniña
Caballos pastando
Eumedonia eumedon -también Aricia eumedon o Plebejus eumedon
(Si las plantas son complicadas, ¡¿qué decir de las mariposas?!)
Aster alpinus - Aster alpino
El Estany Podo, casi colmatado
Scutellaria alpina - Tercianaria alpina
El verde domina
estas lomas cercanas al Port de la Bonaigua
A la vuelta, parada en Escaló para visitar el Monasterio de Sant Pere del Burgal.
Para acceder a él, hay que dejar el coche en el pueblo, cruzar el río Noguera Pallaressa y recorrer como un kilómetro y medio por un camino que asciende hasta unas repisas sobre el valle donde se asienta este antiguo monasterio románico de estilo lombardo, del que queda parte de su claustro, la iglesia con copias de algunas pinturas - las originales están en Barcelona- y algunos restos de otras edificaciones y muros de las huertas que los monjes cultivaban.
Lo más curioso de esta iglesia: tres ábsides que miran a levante y otro doble orientado a poniente.
Las pinturas de su interior:
5. Pla de Boavi y Cascadas de Broate
7,5 km y 320 m de desnivel
El día amanece nublado tras una noche de tormenta. Las montañas que rodean el pueblo aparecen cubiertas por espesos nubarrones negros. Los pronósticos del tiempo no son buenos (después no caería ni una gota), así que nos planteamos ir cerca, a un sitio bajo y boscoso donde no haya niebla y el agua de la lluvia sea un atractivo más que un incordio. La elección: el Pla de Boavi.
Dejamos el coche en la presa de Montarto después de 5 kilómetros desde Tavascan por un carril en no muy buenas condiciones pero en el que, al menos, nos podemos cruzar con otro coche.
El río Noguera de Lladorre
Digitalis lutea - Dedalera amarilla
Nosotros entre avellanos
y el río entre abedules, pinos y abetos
El camino sin apenas desnivel
y a la sombra de diversos árboles
llega primero al Planell des Castellassos
prosigue con abedules mayormente
y siempre con el río al lado
con algún que otro salto en su pedregoso cauce
En más de un abedul -bedoll en catalán- podemos encontrar que le han arrancado una tira rectangular de su corteza. Con ella se ha fabricado tradicionalmente en la zona un recipiente para coger agua denominado beçull.
Salto de agua en el río Lladorre
Pla de la Borda
Llegando al Pla de Boavi
parece que el cielo quiere abrir
Cruzado el Pont de Boavi, entramos en el bosque
lleno de musgo
húmedo y umbrío
pero por el que sube un camino empedrado que asciende decidido en sucesivas curvas
hasta llegar a un puente sobre el Riu de Sellente
que baja con fuerza por el fondo del barranco
Estoy aquí
Hypericum... - Hierba de San Juan
Dianthus carthusianorum - Clavelina
Cruzando el puente y a unos 200 metros, en otro barranco, escondida y con muy mal acceso, se encuentra la cascada de Broate
Astrantia major - Sanícula hembra
Con el río a la derecha y la mosca tras la oreja
Esta zona - la Vall del Riu Sellente- es donde posiblemente la concentración de osos pardos sea mayor. Años antes de la desaparición del último oso autóctono del Pirineo en 2010, Camille, el gobierno francés lanza un proyecto para introducir el oso pardo en esta cordillera a partir de osos eslovenos, estrechamente emparentados con los de aquí. A pesar de la oposición de ganaderos, apicultores y muchos de los habitantes de los pueblos de la zona, el programa, con algunos altibajos, ha tenido éxito y hoy son alrededor de 80 osos los que habitan estas montañas, principalmente en los términos municipales de Alt Àneu y Lladorre.
Tropezar con uno es muy improbable puesto que son animales con un fino olfato y un oído estupendo, que detectan la presencia humana, de la que huyen, a cientos de metros. Pero saber que andan por ahí pone su punto de inquietud a las caminatas por algunas zonas del parque.
Rosa pendulina - Rosal alpino
El puente que cruza el Riu de Sellente
Melampyrum pratense - Xuclador
Abetos de troncos gruesos y rectos
y de más de treinta metros de altura
con algún ejemplar más viejo y retorcido -no la que camina-
Diminuta
Este camino fue construido en la primera mitad del s.XX por la empresa eléctrica FECSA para estudiar la viabilidad de la explotación hidroeléctrica de la Vall de Sellente
Una piedra en el camino
y un camino con piedras, pero muy bien colocadas
Es una delicia pasear
por este umbrío bosque
sobre todo con la humedad y el olor que queda tras una noche de tormenta
En las cercanías del Puente de Boavi se unen tres torrentes que dan lugar al río de Lladorre
que en sus comienzos muestra
un carácter indómito, propio de los ríos de la alta montaña pirenaica
Pla de Boavi
En ningún otro lugar del Pirineo hemos visto tantos abedules como aquí
Caballos pastando a la orilla del río
Un arroyillo que encharca el camino
6. Bosc de Virós
5,5 km y 180 m de desnivel
Después de comer en un restaurante de Tavascan, (Hotel Marxant: recomendación de los dueños de la casa. Comimos estupendamente y como curiosidad, nos atendió una muchacha joven, simpática y atenta, cuya abuela había nacido en Cuevas de San Marcos) y como la tarde es larga, nos acercamos hasta Araós, en la Vall Ferrera, para visitar el Bosque de Virós.
En todas las páginas web sobre el parque, es uno de los sitios que recomiendan con insistencia recorrer y sin quizás, ha sido la única decepción de los lugares visitados.
Puede ser que fuera la hora - las cinco de la tarde, la estación del año - pleno verano-, la excesiva luz -había salido el sol, o qué se yo, pero me pareció un bosque de lo más normal, a ratos anodino, que nos dio para un paseo y estirar las piernas. Poco más.
Y eso que alberga uno de los pocos hayedos del Pallars-Sobirà y la mayor población de urogallos de toda la Península.
No sería el momento, y puede que en un futuro -en un otoño, por ejemplo- haya que darle una nueva oportunidad a las hayas de este bosque.
Saliendo de las Bordes de Virós
Rutpela maculata
Pinos al calor de la tarde
Por el hayedo
con sus luces y sus sombras
Saliendo del bosque
Por el Pla de Buiro, con el Monteixo al fondo
y el bosque detrás
El bosque desde las Bordes de Virós
9 km y 520 m de desnivel de subida y 600 m de bajada
A las diez en punto, tal y como estaba previsto, subimos al taxi 4 x 4 en Lladorre para, en una hora más o menos, dejarnos en el Estany del Closell: tres kilómetros a Tavascán, seis a la Presa de Montalto y desde aquí, 900 metros de desnivel y siete kilómetros y medio más por unos carriles por los que solo pueden circular algunos vecinos, los trabajadores de la Central Eléctrica y una empresa de taxis concreta. En el viaje nos acompañan dos parejas más, ambas catalanas, que se extrañaron de que viniéramos de Málaga y que yo, con mi marcado acento andaluz, entendiera perfectamente lo que hablaban en catalán, y Tere, nacida a escasos 80 km de donde estábamos, en la Seu de Urgell, no lo entendiera. Son cosas de la vida que no hubo tiempo ni momento de explicar. (Joan, el conductor y "guía" no paró de hablar durante la hora de subida ni durante la de bajada).
Estany del Closell, recuperando la trasparencia de sus aguas después de años en los que la introducción de especies de peces foráneas habían provocado la desaparición de plantas, animales y algas autóctonas, haciendo que el agua adquiriera una tonalidad verdosa y opaca.
Panorámica desde el lugar donde nos dejó el taxi
Estany de Naorte
El macizo del Sotllo asoma por detrás de las aguas del Estany de Naorte
Dejando atrás Naorte
para subir por un sendero
que entre rocas y arbustos
va trepando ladera arriba
dejando vistas cada vez más amplias
sobre los tresmiles de la zona
El sendero entra en un terreno cada vez más rocoso
con unas piedras de granito de una llamativa tonalidad rojiza, señal del hierro que contienen
Doronicum grandiflorum
A vista de pájaro
un horizonte de cumbres
Ya se divisa el Pic de Certascán y el circo glacial que contiene al lago
Estany de Certascán
El Pic de Certascan con el lago a sus pies
El Estany de Certascán, junto con otros como el de Romedo de Baix, forman parte de lo que se conoce como Complejo Hidroeléctrico de Tavascan, una ingente obra de ingeniería apenas conocida ya que el 90% del complejo es subterráneo. Para ello dispone de una red de 70 kilómetros de túneles, galerías de servicio y tuberías que han horadado buena parte de la cabecera de este valle.
Se trata de una central reversible, que durante el día produce electricidad al lanzar el agua de los lagos superiores por esta red de tuberías con un desnivel de 900 metros y durante la noche, la vuelve a subir a los lagos, funcionando como una estación de bombeo.
Parte de estas instalaciones se pueden visitar en Tavascan concertando una cita previamente.
Desde la parte alta del refugio, vistas hacia el este
Buenas piedras para una encimera
Un pequeño lago a los pies del de Certascán
Echando la vista atrás, asoma el Pic de Certascán y el refugio
Sendero junto a las aguas
El pequeño estany sin nombre visto desde arriba
Cambiando el pedregal por la verde festuca
El aparente pequeño Estany de Punturri
Tere va llegando al desaguadero
al subir un poco, nos enseña toda su extensión, y no es tan pequeño como parecía
Desde la altura, el Estany Romedo de Dalt
Estany de Senó
Estany de Romedo de Dalt
Panorámica de los dos lagos, uno junto al otro
Con los días, vamos aprendiendo a descender festuca
Salto de agua que cae desde la zona de Certascán
en lo que se conoce como La Canalada
Y aquí, junto a esta chorrera y presa donde se recoge el agua para dirigirla a través de tuberías a la Central de Tavascan, nos esperaba el taxi 4 x 4. Son las tres en punto. Ni un minuto más ni uno menos.
Como digo siempre, puntual es el que llega a su hora, ni antes ni después.
8. Estaon - Bordes de Nibrós
8 km y 320 m de desnivel
Son las cuatro cuando nos deja el taxi. Nos parece muy pronto para volver a la casa así que, improvisando un poco, decidimos acercarnos al pueblo de Estaon, a unos quince kilómetros de donde estamos y hacer una pequeña ruta de la que no tenemos mucha idea. Solo sabemos que es un camino tradicional que unía una serie de bordas con el pueblo.
Y en las improvisaciones, a veces se acierta y a veces no. En este caso, dimos en la diana, pues la ruta fue preciosa, por un camino muy bien trazado, al lado de un río, fresco, rodeados de una vegetación exuberante, lleno de flores y con un montón de mariposas por todos lados y con una garrapata que me traje para Málaga.
Saliendo de Estaon
por un caminillo labrado en la roca de la montaña
Allium sphaerocephalon - Ajo de monte
El camino, que iba horizontal, en un momento dado
desciende decididamente hacia el río, que suena abajo
Un tupido bosque de ribera escolta al Riu de Peracalç
lo cruzamos por un puentecillo y el sendero sube ahora pegado a su orilla y no la abandonará hasta llegar a las Bordes de Nibrós
Parnassius apollo - Mariposa apolo
Melitaea
Melanargia galathea - Medioluto norteña
A veces, el camino se ensancha
Epilobium angustifolium
En otras es más estrecho
pero todo el rato vamos bajo un túnel de vegetación
Geranium sanguineum - Geranio de sangre
Como corresponde a un camino tradicional, a ratos nos lo encontramos completamente empedrado
Bordes de Nibrós
Las bordas son construcciones rurales típicas de la zona de Pirineo. Normalmente tenían dos plantas: la primera, que se utilizaba como vivienda y para el ganado y la planta alta, donde se guardaba la cosecha y el heno para alimentar a los animales durante el invierno. Se construían fuera de los pueblos y cerca de los campos de cultivo y estaban hechas de piedra con tejados de pizarra o de elementos vegetales, según los casos.
Nos podemos encontrar bastantes en los caminos de estos valles del Pirineo, sobre todo en las zonas de mediana altura. Muchas aisladas, pero otras formando pequeños poblados (Quanca, Graus, Nibrós, Noarre, Pedrafita...) que, en algunos casos, como el de Nibrós, tenían su propia capilla.
Caminos de tierra y agua
El avellano es una de las especies que más abunda junto al río.
Del avellano se aprovecha especialmente su fruto y sus varas, flexibles pero duras, que sirvieron tanto de bastón como se temieron de azote cruel de la infancia.
Coeonympha...
Zygaena filipendulae - Gitana
Sempervivum arachnoideum - Siempreviva de tela de araña
Adiós verde
Adiós agua
Esperemos que el otoño la traiga en abundancia por el Sur, que tanta falta hace y tanto se la echa de menos.
Nota: para las rutas, me he dejado guiar principalmente por estos dos libros de la Editorial Alpina: "Lagos del Parque Natural del Alt Pirineu" de Yvette Delgado Perera y "Alt Pirineu, Parc Natural - 20 excursions per a totes les edats" de Núria García Quera. Para los textos, muchas de las ideas, datos y narraciones, aunque reelaboradas, las he cogido del libro de Yvette Delgado.
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