El Tirol es una de las regiones con más personalidad de Europa Central. Enclavada en plenos Alpes, hoy se encuentra dividida entre dos estados: Austria (NordTirol y OstTirol) e Italia (SudTirol).
Sus orígenes, como en tantas otras zonas del mundo, se remontan a la Prehistoria, como lo atestiguan los numerosos restos localizados, entre ellos los de la famosa momia bautizada como Ötzi, encontrada casi intacta en la parte más alta del Valle de Ötztal.
Ocupada con posterioridad y sucesivamente por romanos, godos y lombardos, pasaría en el S.VIII a formar parte del Sacro Imperio Romano con Carlomagno. Durante cientos de años, los Meinhardiner controlarían la región desde el Castillo Tirol, de donde proviene el nombre de todo el territorio. Extinguida esta familia en el s.XIV, los Habsburgo se harían con el poder en la región, formando parte del Imperio austrohúngaro hasta el final de la Primera Guerra Mundial, cuando, en 1919, tras el Tratado de Saint Germain-en-Laye, el Tirol quedaría repartido entre la naciente República de Austria y el joven y reunificado Reino de Italia.
Valle de Ötztal
Según cuenta una leyenda tirolesa, las gentes de este valle hicieron cola dos veces ante dios cuando este andaba repartiendo belleza por el mundo. Y es que son muchas las maravillas de este rincón alpino que se extiende 65 km hacia el sur desde su confluencia con el río Inn, no muy lejos de la ciudad de Innsbruck, capital del Tirol, hasta la frontera italiana.
En este valle de superlativos se encuentra la montaña más alta de la región y la segunda de Austria, el Wildspitze, la mayor estación de esquí glaciar de los Alpes Orientales, el pueblo a mayor altitud de Austria, Obergurgl, y la cascada más alta del Tirol, las Stuibenfalls.
Lagos de aguas heladas y transparentes, más de 250 montañas con alturas superiores a los 3.000 metros, 86 glaciares y más de 1.300 kilómetros de senderos señalizados.
Crestas imposibles, prados alpinos, bosques inmensos...
Un paraíso para todo aquel que ama la naturaleza. Folleto turístico dixit.
Mi impresión, sin negar lo que aquí se afirma, sin quitar mérito y belleza, es que sobran pistas de esquís, estructuras metálicas para bicis de montaña y caminantes, remontes, telesillas, telecabinas, asfalto, construcciones poco acordes con el entorno y poca diversidad en cuanto a flora y fauna. Eso sí, verde todo el que se quiera y más.
Quizá también, como ocurre en otros muchos lugares, los rincones más bellos se esconden allá donde pocos llegan. Quizá faltó tiempo cronológico y sobró del meteorológico más adverso. Como alguien del grupo dijo, la lluvia es el precio a pagar por verlo todo verde.
Día 1: Fuengirola-Solden
Sábado. Hace calor en Fuengirola. El terral calienta la madrugada (26ºC ) cuando tomamos el cercanías hasta Málaga y el AVE hasta Madrid-Atocha. De aquí a Barajas, donde nos encontramos con el grupo de Montañas del Mundo: presentaciones, saludos y alegría por el reencuentro con varias personas conocidas de viajes pasados.
Vuelo a Munich y al recoger las maletas, primer contratiempo, el equipaje de una persona del grupo no aparece: espera, reclamaciones y un autobús que sale casi anocheciendo rumbo a Solden, en el centro del Valle de Ötztal. Tres horas de camino y una parada en la frontera -hoy en día difusa, permeable, una línea imperceptible que no tiene ni cambio de idioma ni moneda distinta. Llueve, apenas 14ºC. Todos bajan a la fría tienda de una gasolinera menos yo. Le doy a Tere la chaqueta que me protege del frío. Me quedo acurrucado en un rincón del autobús.
De nuevo en marcha. Llueve a ratos. Se suceden pueblos y un río caudaloso que se intuye en la oscuridad.
Pasada la medianoche nuestro hotel asoma. Trámites rápidos y cada mochuelo a su olivo. Es domingo.
Día 2: Umhausen - Niederthai - Stuibenfall
Tras un opíparo desayuno buffet en el hotel -tenemos media pensión-, con los bártulos ya preparados, nos entregan una tarjeta personalizada que nos va a permitir movernos libremente por el Valle de Ötztal en autobús, telecabina y telesilla, que de todo habrá.
Desde aquí, dirección norte, bajando el valle, hasta Umhausen, donde dejamos las ruedas y cogemos nuestras piernas.
Las peculiares iglesias austriacas, con fachadas con pinturas murales en muchos casos.
No había leído nada de la religión del país y me sorprendió que estando tan cerca de Alemania y siendo "alemanes" de lengua y cultura, fuera la religión católica la mayoritaria -con amplia diferencia- en el país y muy presente en todos los pueblos y caminos.
Viniendo del tórrido verano del sur y el levante español, el verde de los prados atraía nuestras miradas.
Pronto dejamos los campos para internarnos en un bosque de abetos y alerces donde alguna florecilla había:
Orquídea epipactis
Campánulas
Desde un hueco en las alturas, el fondo del valle
Cirsium arvense - Cardo rastrero
Sambucus racemosa - Saúco rojo
Una constante en estos encajonados valles tiroleses: pueblos en el fondo, espesos bosques en las laderas y cumbres de roca e hielo en las zonas más altas.
Nos asomamos al río que baja de Niederthai
Cruzando un puente junto a una casa convertida en restaurante
Por un camino junto al río Horlachbach donde cientos de epilobios jalonan con sus rosas las orillas
Una inmensa ladera-pradera
Cerca del pequeño pueblo de Niederthai, donde paramos para reagruparnos y dar un pequeño paseo por sus calles casi inexistentes: una casa aquí, otra allá, su pequeña y bonita iglesia
y un molino junto al río con su noria en funcionamiento.
De vuelta, nos internamos en el bosque por un sendero que junto al río Horlachbach
nos va a dejar en el inicio de la famosa Cascada de Stuibenfall
donde un grupo de personas -algunos niños de no más de siete u ocho años- cruzan las tumultuosas aguas por una vía ferrata
En esta parte alta, el agua se despeña formando pequeñas cascadas
atravesando un puente natural sobre el río
Después,
700 escalones metálicos nos irán bajando por el lateral del salto principal
con miradores en los distintos tramos
y florecillas -Achillea millefolium (Milenrama)
y mariposas -Nacarada-
-Aglais io - Mariposa pavo real
En algunos miradores, acercarse es darse una ducha
Vistas de la cascada hacia el valle
La cascada de Stuibenfall es, con sus 159 metros de altura, la más alta del Tirol
Epilobium angustifolium junto al río
Symphytum officinale - Consuelda, planta medicinal para el tratamiento de heridas, escoceduras y para la rotura de huesos.
Donde el río pierde su verticalidad comienza la vía ferrata
se adentra en el bosque
y surge de él una acequia que alimentará cientos de metros más adelante una especie de parque recreativo con zona de baños, un pequeño museo dedicado a la momia Ötzi y un centro de cría y exhibición de rapaces.
Impatiens noli-tangere - No me toques, pues mis frutos estallarán esparciendo mis semillas por doquier
El saúco rojo es una planta extendida por toda Europa pero que en la Península Ibérica solo se encuentra en el norte. Sus bayas rojas resultan muy atractivas cuando resaltan en verano entre el verde de sus hojas, pero hay que tener cuidado con ellas ya que, aunque en muchos lugares se utiliza la planta por sus efectos diuréticos, sedantes y laxantes, las bayas frescas resultan especialmente tóxicas.
Pero fue entretenido ver las acrobacias aéreas de estas aves
y su discurrir sobre nuestras cabezas, cerca, demasiado cerca
Echamos también un rato ameno en el pequeño museo dedicado a la momia Ötzi, encontrada en la parte alta de este valle a finales del s.XX.
Este cuerpo momificado conocido como el "Hombre de Hielo" data de hace unos 5.300 años, en la Edad del Cobre. Fue encontrado en 1991 a 3.200 metros de altitud por un grupo de alpinistas alemanes en la zona del Tisenjoch, cerca del pueblo de Vent, en la frontera austro-italiana.
En un principio fue llevado a Innsbruck, donde se estudiaron sus restos y pertenencias que se encontraron con él, para posteriormente ser trasladado a Bolzano, capital del Tirol del Sur, en Italia, donde se encuentra en la actualidad, ya que estudios satelitales establecieron que Ötzi fue localizado en territorio italiano, a apenas 100 metros de la frontera de Austria.
Como curiosidad decir que cuando murió tendría alrededor de 45 años, pesaba unos 50 kg y tenía el cuerpo lleno de tatuajes. Padecía artrosis, tenía parásitos intestinales y le habían picado garrapatas, pues tenía anticuerpos de la enfermedad de Lyme.
La causa de su muerte fue una punta de flecha alojada en su pulmón, lo que lleva a pensar que, dado que se encontró sangre de otras personas en sus ropajes y en un cuchillo que llevaba, hubo un enfrentamiento previo o disputa que sería el principio de su fin.

Desde el museo, camino tranquilo, tarde de charla hasta el pueblo
donde tomamos de nuevo el autobús junto a esta casa que parece tener un árbol pintado y que resulta ser un albaricoquero de verdad, con sus frutos y todo.
Día 3: Cabañas de Sahnestüber - Solden
Los pronósticos para hoy son de lluvia, sobre todo por la mañana. Las zonas altas están cubiertas. Toca cambio de planes, una constante en lo que sería el tiempo un poco caótico de esta semana de pleno verano en el Tirol.
¿Quién dijo miedo a salir bajo la lluvia? Impermeables, paraguas, polainas, cubremochilas... pertrechados para vencer al agua. Un corto trayecto en autobús público y bajada en un camino que nos lleva a las Cabañas de Sahnestüber, junto al río. Caen algunas gotas.
Con el viaje y agua por todos lados las ganas de orinar aprietan. La esquina de una cabaña que parece abandonada puede ser el lugar adecuado, pero la señal nos corta el rollo de momento...
Se ve que no hemos sido los primeros ni seremos los últimos en apreciar la idoneidad del lugar para vaciar la vejiga.
Y en un bosque, ¿quién no encuentra un árbol?
El camino va junto a un pequeño afluente
que a nuestros ojos -acostumbrados a otras dimensiones- parece el más caudaloso de los ríos
Entre praderas y bosques
el camino prosigue y la lluvia va tomando forma
Nomeolvides
Entre pinos, abetos
y alerces el sendero transita con nosotros
Un arroyo que baja de las alturas
nos muestra su fuerza en la cascada de Timmelstalbachfall
La muerte verdinegra -Paris quadrifolia- se esconde bajo los árboles. Dos únicas bayas de la uva de raposa pueden resultar mortales para un niño.
Estas dos no tienen peligro
La lluvia arrecia por momentos
y pone ambiente otoñal
al caminar estival por el bosque
Siempreviva
Llegando a Zwieselstein
el chubasquero no es suficiente y salen a relucir los paraguas
Por si no nos basta el agua que de arriba cae
El camino vuelve a hacerse sendero
y el río se encabrona o encabrita
al estrecharse su cauce en una garganta
que vamos dejando abajo
La vereda prosigue
y el ánimo no decae a pesar de la que nos cae
Para
y el bosque se hace pradera con su huertecillo y todo -no vemos al hombre receloso que nos mira desde la casa de enfrente-
Los verdes prados se suceden
y las primeras casas de Solden asoman
Geranium sylvaticum
Una, dos y ¿tres?
El pequeño pueblo de Wald
Todo preparado para una buena barbacoa. Nos faltó lo principal: la carne
¿De dónde vendrá este chorro?
En la bajada descubrimos
que era parte de una antigua acequia de riego
Ya cerca del pueblo y del mediodía peninsular -las dos de la tarde- la lluvia vuelve
por lo que decidimos bajar
cruzar el puente del río Ötztaler Ache y comer en el hotel o donde a cada uno nos parezca. Tarde libre se anuncia.
Seguimos en el día 3: Solden - Wassweläufer - Waalweg - Valle de Windacham
Después de comer sigue lloviendo, aunque de forma muy suave. Tere no quiere salir con la lluvia. Ha tenido bastante con la de la mañana y prefiere tumbarse a leer o echarse una siesta. Yo tengo ganas de caminar, de salir aunque sea con paraguas y chubasquero. En el desacuerdo hay acuerdo en hacer lo que a cada uno nos apetezca. Yo me voy -móvil mediante- en principio a conocer un puente colgante que me han dicho que hay y a explorar un poco la "Ruta del Agua" que vimos al mediodía al bajar hacia el pueblo.
El puente colgante
y la vista hacia el fondo del río
Desde el puente se accede a un mirador y desde allí parte un camino que enlaza con el que recorrimos durante la mañana
a la altura de esta pradera
repetir el mismo camino durante apenas un kilómetro
disfrutando nuevamente
de la humedad y espesura del bosque
y de alguna que otra florecilla
hasta terminar enlazando con el camino
que sube paralelo a la acequia
Estos canales de agua -waale- son típicos del Tirol y se construyeron para regar campos y huertos en las zonas bajas del valle
En un momento dado, el camino abandona la acequia para cruzar el caudaloso torrente y seguir subiendo por el otro lado del valle
En general, nos ha sorprendido lo bien cuidados y señalizados que están los senderos en esta zona del Tirol, pero la barbacoa de esta mañana y estas hamacas ¡son de traca!
Como la tarde parece abrirse y Tere me ha mandado un wasap diciendo que se ha ido con algunos compañeros del grupo a coger el telecabina para subir a no sé qué pico, no tengo prisa por volver así que continuo valle arriba.
por un senderillo que alterna bosque con zonas más abiertas
Zygaenas sobre una flor
En un momento dado las vistas se abren
y dejan ver un piramidal pico al fondo del Valle de Windacham
Típicos postes de indicadores de senderos
Unas chorreras junto al camino
que atraviesa algunas granjas reconvertidas en restaurantes o albergues - Fiegl's Hütte
En un collado con vistas al pico Gaiskolg (3.128 m) y a lo que parece una pequeña ermita, me doy la vuelta.
Y por el camino, flores y frutos, y una larga y estrecha cascada que se derrama desde las alturas.
Sempervivum aracnoideum - Siempreviva de telarañas
Milenrama rosa
A la rica frambuesa
La cascada
Gymnadenia conopsea - Orquídea olorosa
Digitalis lutea - Digital amarilla
De nuevo en el bosque cojo una senda distinta
que me lleva de vuelta al mismo puentecillo que cruza el río
Ya en el otro lado
me acerco a ver la toma de la acequia, junto al torrente, y p'abajo
disfrutando del sol de tarde,
de los verdes que brillan con el agua caída
Y mientras mis botas pisaban un poquito de barro y la soledad de las montañas, Tere y algunos compañeros/as de viaje, volando a las alturas
en un telecabina
que en cuestión de minutos
te coloca en las nubes o por encima de ellas
Llegando al pico Gaislachkolg, a 3.058 m
Día 4: La Vía Alpina: Glaciar Tiefenbachferner - Vent
Por suerte, las previsiones meteorológicas han cambiado y anuncian sol, así que hoy, telecabina y una subida rápida sin esfuerzo ni sudor. Habrá bastante desnivel pero todo será de bajada.
En un primer transbordo, ya las montañas se anuncian imponentes a un lado -Äußere Schwarze Schneide-
y al otro, donde cubren con lonas blancas el glaciar Tiefenbachferner para evitar su inevitable desaparición
Panorama con el pico Wildspitze, el más alto del Tirol con 3768 m
Glaciar Hangenderferner
y las vistas de enfrente
y una mirada al suelo - Ranunculus alpestris -
Y todo desde este mirador colgado al vacío
a 3.200 m
Posando para la foto con el glaciar Mittenbergferner de fondo
Como es habitual en la alta montaña, algunas nubes van apareciendo tras las crestas -no irían a más-
A los pies del Tiefenbachferner, a 2.800 m comienza nuestra caminata por la Via Alpina que nos llevará hasta el pueblo de Vent, mil metros por debajo.
La Vía Alpina es una red de senderos que discurre por los Alpes atravesando ocho países, entre ellos Austria.
La red completa está compuesta por cinco rutas principales que cubren miles de kilómetros y que se identifican por colores distintos. Además de las principales, hay otras secundarias que transitan por muchos rincones del principal macizo montañoso europeo. Recorrerlas en su totalidad es un reto que requiere una planificación exhaustiva y realizarla en varios años, en distintos tramos cada vez.
Bajamos por una senda estrecha
por un terreno rocoso, desprovisto de árboles
Cirsium spinosissimum - Cardo espinoso
Rocas pulidas por el paso de hielos que vieron tiempos mejores
Hipnotizados por el paisaje
Una parada da para hacer el ganso o quizás la grulla
De nuevo en marcha
Glaciar Marzellferner y Pico Similaum (3.606 m)
El Ramolkogel (3.549 m)
Continuamos
por un marcado sendero
que recorre la ladera derecha del valle
desde las alturas, con vistas espectaculares en todo momento
Saltando torrenteras que bajan de los glaciares
Veronica alpina
De roca en roca
y tiro p'abajo porque me toca
Estas que no me toquen, que son muy grandes
Vistas al norte con los Stubaier Alpen al fondo
El Pico Similaum
Panorámica de los Alpes de Ötztaler al otro lado del valle
Vaccinium vitis idaea - Arándano rojo
Manteniendo la fila
pero no por mucho tiempo
Muchos metros hasta el fondo del valle
y a la vuelta del camino
las cumbres en torno al WeißerKogel
Panorama de los tresmiles sobre el Weisseskar
Vistas desde el lago Weisseskar hacia el WeißerKogel
Eriophorum scheuchzeri
Weisseskar
Dejamos la laguna y volvemos al camino
Silene acaulis
Remontando desde el torrente que baja de la laguna
La típica erosión de miles de años del hielo glaciar
deja en las rocas unas formas llamadas lomos de ballena
¡Unas cuantas más! Con lo que me gusta andar por las piedras...
Una parada para una nueva pose con el fondo del valle de fondo
Vent bajo el Talleitspitze
Por esta zona, por desgracia, una compañera tuvo una caída y en el intento de sujetarse, terminó rompiéndose el radio a la altura de la muñeca. Menos mal que en el grupo iban varios médicos y llevábamos material para una cura de urgencia.
Paramos durante un rato, se le inmovilizó y se le hizo un cabestrillo. Al llegar a Vent, se marchó con urgencia con el guía y unos compañeros médicos hacia Solden para que la vieran en un centro de salud. Al final tuvieron que terminar en una clínica en la parte baja del valle, donde la escayolaron.
A la vuelta, decidió que lo mejor era volver a España, aunque las peripecias con el seguro hizo que aún estuviera un par de días con nosotros compartiendo las comidas pero sin salir de ruta.
(Susana, si llegas a leer esto, espero que lo hagas ya recuperada del todo 😘)
Una roca redonda y pulida posiblemente proveniente de alguna morrena glaciar y que haya rodado ladera abajo.
Vent cada vez más cercano pero aún lejos. A la izquierda de la foto, al fondo, se ve el Pico Smilaum.
En el puerto a la derecha de este pico es donde encontraron la momia Ötzi. Allí se construyó un pequeño monumento conmemorativo al que se puede llegar por una senda que recorre el valle desde Vent, asciende hasta el puerto y cruza la frontera italiana.
Jacobea abrotanifolia tiroliensis
Paso estrecho entre rocas
Vistas a Vent bajo el Talleitspitze
Gentiana nivalis
Crepis aurea - Pippau dorado
Aconitum napellus . Revientavacas, acónito
En esta última parte del camino, antes de llegar a Vent, abundan los prados alpinos
y alguna que otra orquídea entre la yerba
Callejeando por Vent
Pfarrkircher St. Jakob
Día 4: Obergurgl - Hohe Mut - Glaciar Rootmoosferner - Gurgler Kamm
Parte del tiempo: Sol y nubes con tendencia a nublarse más a lo largo del día pero sin lluvia... de momento.
Parte del viaje: autobús público desde Solden a Obergurgl. Aquí cogemos el telecabina y, en un pis pas, bajada en el refugio de Hohe Mut, a 2653 metros.
Callejeando por Obergurgl, a más de 1.900 metros de altitud
Al bajar en Hohe Mut, este es el panorama por delante
y por detrás
Y nuestro camino
por una loma alargada y verde que separa dos valles glaciares
Valle del río Rootmosache
Panorámica desde las proximidades de Hohe Mut
El camino
en un sube y baja suave
por una loma cubierta de hierba
se va acercando a los glaciares del fondo
El glaciar Wasserfallferner, literalmente "el glaciar de la cascada"
La línea de caminantes
se prolonga en las alturas
aunque alguno queda atrás
La típica forma de U de los valles glaciares
Panorámica de los dos valles glaciares que divide la cresta herbosa
por donde vamos
El glaciar Gaisbergferner, a la izquierda
hacia donde vamos todos juntitos
o más bien separados
El glaciar Wasserfallferner tiene una historia trágica pues son varios los alpinistas que han desaparecido transitando por él. A principios de este año apareció el cadáver de un montañero alemán del que se perdió su pista en este lugar en 1967.
Pastando y pasando a la misma vez,
por supuesto de nosotros
Parece que está ahí
pero queda muchos metros por encima de nuestras cabezas
Bajamos hacia el fondo del valle, donde una morrera nos enseña los sedimentos arrastrados por los glaciares, un muestrario geológico de primer orden

También sirve para una pequeña parada, descansar, comer algo y posar para la foto
Entre las rocas, una linaria alpina
El agua dio forma a estos valles y el agua se la sigue dando
Bajando por la morrena
toda llena de rocas de distintas formas, colores y composición
Detalle de varias rocas:
Achillea atrata
Campanula...
Anthyllis vulneraria
Leontopodium alpinum - Flor de nieve, edelweiss
El camino por el fondo del valle, junto al río
Una mirada atrás
con gran angular
Parnassius apollo - Mariposa apolo
Según un lugareño montañero con el que nos encontramos y que hablaba un perfecto español, esas nubes enriscadas en las crestas anunciaban un cambio de tiempo próximo. Ocurriría, pero al día siguiente.
En palabras de Bunbury, los restos del naufragio quedaron esparcidos
Otra roca en el camino
Descansar, meditar, hacer ejercicio, coger energía o simplemente no hacer nada.
En lugares como este solo mirar llena el alma
Un valle glaciar de libro o postal
Las blanquecinas aguas del río Rootmosache
Panorámica desde el refugio Schönwieshütte, donde paramos a comer
Pasado el refugio el río se encajona
Nosotros cruzamos al otro lado y nos disponemos a coger un sendero
que nos lleva en unos cientos de metros
a la cascada Rootmoswasserfall
Las cascadas con el pico Hangerer asomando por detrás
Pasada la cascada, nos internamos en un bosque de viejos pinos
con algunas praderas encharcadas
Sendero entre pinos
que abandonamos al llegar a una zona de pastos por donde bajamos
hasta un puente que cruza un río y nos lleva de nuevo a Obergurgl
Crepis aurea
Día 5: Solden - Laguna Schwarzsee, telesilla mediante
Nos acostamos con una idea y nos levantamos con otra. El día amanece nublado, con las nubes enganchadas a la montaña. Se prevén lluvias a lo largo de la jornada así que Nacho, nuestro guía, opta por hacer una ruta corta a una laguna próxima, a la que podemos acercarnos con un telesilla, para volver al mediodía, teniendo en cuenta que hacia las tres nos recoge el autobús para llevarnos a Innsbruck. Nuestra estancia en Solden acaba.
Solden va quedando abajo
Esos momentos de pánico en el telesilla
Quizás pánico sea un termino excesivo, pero un susto sí que nos llevamos cuando, entre la niebla, el mecanismo se para y nos quedamos colgando en la nada. Esperábamos que arrancara de nuevo en un instante pero los minutos pasaban y nada. Cinco, diez... algo dicen por megafonía pero nuestros días de estancia no nos han dado todavía para entender el alemán. Quince. Nuestros wasaps hablan ya de miedo, de morir... veinte minutos... los cables hacen algún ruido ¿moriremos de frío? ¿despanzurrados? ¿Vendrán los bomberos? ¿Saldremos en las noticias? Vuelve a rugir la maquinaria, y nos ponemos en marcha de nuevo. ¡Bien!
Al bajar, unos operarios nos informan, en inglés, de que debido a problemas técnicos, el telesilla dejará de funcionar, por lo que tendremos que buscar otra alternativa para volver, lo que no será complicado dada la gran cantidad de artilugios de transporte de esquiadores que hay por esta zona que, en invierno, se convierte en una de las mayores estaciones invernales de Europa.
La subida
Una ermita queda abajo, próxima a la estación del telesilla
Las nubes bajan
Al frente, al otro lado del valle, aparecen y desaparecen altos picos
Los primeros
y los últimos
Los metros finales por una pedrera de grandes rocas
La laguna Schwarzsee
Panorámica de la laguna con el pico Rotkogel
La bajada hacia una laguna artificial
Los glaciares de los picos que asoman al otro lado del valle aparecen y desaparecen como por arte de magia
Potentilla

Panorámica en la bajada
Donde en invierno transitan esquiadores hoy van caminantes
Solden
Linaria vulgaris junto al río
Valle del Inn - Innsbruck
Día 5 y 6 y 7: Innsbruck
El autobús puntual a las tres nos esperaba para salir hacia Innsbruck, nuestra próxima parada.
La lluvia hace acto de presencia durante el camino.
Desde el autobús...
verdes prados y abetos que escalan al cielo
alguna chorrera
y la lluvia que aparece para pintar de verde eterno un verano otoñal
Como llegamos pronto, la tarde de ese día nos dio para una primera toma de contacto con la ciudad.
Después tendríamos las tardes de los siguientes dos días para seguir recorriéndola, ver lugares nuevos, curiosear por las calles peatonales del centro histórico, disfrutar sin prisas de un paseo por las orillas del caudaloso Inn o patear bajo la lluvia los jardines del Hofgarten. Y buscar, buscar dónde cenar a la intempestiva hora de una merienda tardía o casi.
Un paseo por Innsbruck que duró tres tardes:
Son muchos los lugares por los que podríamos empezar a conocer la ciudad. Nosotros elegimos la calle Maria-Theresien, su vía más comercial y pintoresca que comienza
en el Arco del Triunfo, un monumento construido en 1765 para celebrar la boda del archiduque Leopoldo II con la infanta María Luisa de Borbón, hija de Carlos III de España. Tendrían 16 hijos, y su primogénito, Francisco, sería el último emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
Maria Theresien Strasse
Paseando por esta calle peatonal nos llamarán la atención las muchas fachadas curiosas que posee, una columna, la de Sta. Ana, en medio de la calle y, si el día está claro, las altas montañas que se ven al fondo, la cordillera Nordkette.
Si seguimos un poco más adelante nos encontraremos dos torres,
la de la Iglesia Hospitalaria del Espíritu Santo
y la Torre de la Ciudad (Stadtturm), que fue en su tiempo parte del antiguo Ayuntamiento, a la que se puede subir para ver
la calle Maria-Theresien -Strasse desde las alturas
y también, justo al final de la calle y bajo la Stadtturm
El Tejadillo Dorado
Mandado construir por el emperador Maximiliano I - el padre de Felipe el Hermoso- como regalo para su segunda esposa Bianca María Sforza, es quizás el edificio más conocido de la ciudad y su emblema. El tejado está elaborado con 2.657 tejas de cobre doradas al fuego que brillan de manera especial cuando les da el sol. Además posee el balcón bajo el tejadillo 18 relieves tallados en piedra y unos frescos en su interior con escenas de la vida de la aristocracia de la época, además de las banderas del Sacro Imperio y del Condado del Tirol.
Casi enfrente nos encontraremos esta fachada de abigarrado rococó

la Casa Helblinghaus
Pero si el Tejadillo Dorado es el monumento más famoso de Innsbruck, son las casas de colores a orillas del río Inn su imagen más conocida
Las singulares casas bajomedievales de Mariahilf, fueron construidas con anterioridad a la fundación de Innsbruck. Con la creación de la ciudad al otro lado del río, esta zona se convirtió en un barrio marginal donde se instalaron en su tiempo una leprosería, un hospital de infecciosos y la cárcel de la ciudad.
Seguimos caminando y al llegar a la Domplatzbrunnen nos encontramos con la
Dom su St. Jakob
iglesia-catedral dedicada al apóstol Santiago. En ella destacan los frescos barrocos del techo, la tumba con dosel de Maximiliano III de Austria y un cuadro dedicado a María Hilf (María del Socorro) pintado por Lucas Cranach el Viejo en el altar mayor, además del órgano de 1725.
la tumba de Maximiliano III
Interior de la catedral
El órgano
Y hablando de iglesias de Innsbruck, esta se nos quedó en el tintero del deseo no cumplido
o Iglesia de la Corte. Nos quedamos con las ganas de verla y eso que lo intentamos varias veces pero cerraba demasiado pronto por las tardes. Destaca en ella el mausoleo del emperador Maximiliano I que, curiosamente, está vacío, pues tanto tardaron en construirlo que cuando lo acabaron, el emperador estaba muerto y enterrado desde hacía años en otro lugar.
Lo más llamativo son las 28 esculturas de bronce negro a tamaño real que parecen hacer guardia, por lo que a esta iglesia se la conoce también como la Iglesia de los hombres negros, aunque en realidad no todos son hombres pues hay 8 mujeres.
Un paseo por el Hofgarten que en realidad fueron dos.
Este jardín imperial fue creado a principios del siglo XV y después transformado por la emperatriz María Teresa de Habsburgo para adaptarlo a los gustos de la época. Formaba parte de los jardines del palacio, aunque actualmente es uno de los parques públicos de Innsbruck.
No es muy grande pero merece la pena recorrer sus caminos, evadirse del ruido y admirar sus viejos y espectaculares árboles.
Paseando junto al río
doble silueta de la ciudad
y un puente para cruzarlo andando

o en bicicleta
Jardín Botánico de Innsbruck
Fundado a principios del siglo XX, es de pequeñas dimensiones aunque alberga numerosas especies vegetales de todo el mundo, varios invernaderos y un centro de estudios de la Universidad.
Quizá lo más llamativo para nosotros fue encontrarnos un enorme ejemplar de pinsapo de SudSpanien
Día 6: Funicular-Teleférico Innsbruck - Hafelekarspitze - Refugio Rausch Brunnen - Kranebitt
En verde, la subida en funicular y telecabina; en rosa, la ruta a pie.
Subir a la cordillera Nordkette utilizando el funicular y el teleférico desde el centro de Innsbruck en una de las atracciones más populares de esta ciudad y eso a pesar de su precio (56€). Menos mal que con algunas tarjetas como la Innsbruck Card te hacen descuentos considerables.
El funicular te sube hasta Hungenburg, desde donde podemos admirar una panorámica de la ciudad de Innsbruck
Después el teleférico nos lleva, con estación intermedia incluida, hasta Hafelekar, a 2.256 metros
desde donde cogemos hacia el cercano pico
allí unas chovas piquigualdas se apuntan al festín de frutos secos y otras cosillas que los turistas/montañeros les dejan
La estación del teleférico va quedando abajo pero las nubes no dejan ver prácticamente nada
Grupo en el Hafelekarspitze (2.334 m)
mirando al sur
y hacia el norte
Visto lo no visto, vamos bajando sin entretenernos mucho
Panorámica hacia el Hafelekarspitze desde una cima cercana
Volvemos a coger el teleférico para bajarnos en Hungenburg. Desde aquí, por algunas calles, senderos y carriles, recorriendo los bosques que pueblan la cara sur de la Cordillera Nordkette, llegaremos hasta Kranebitten desde donde volveremos en el autobús urbano hasta las proximidades de nuestro hotel.
El peligro de decir ¡bici!
Carrileando un rato y aprovechando que al ser una zona donde entra más el sol, hay muchas florecillas en los bordes del camino
Impatiens parviflora
Epipactis helleborine
Impatiens balsamina
Spiraea salicifolia
Nos vamos internando cada vez más en un abetal umbrío
que poco a poco va trocando en hayedo
Verbascum... - Gordolobo
Por el senderillo
disfrutando de la humedad del lugar
Salvia glutinosa
Por este bosque
mientras unos nos dedicábamos a caminar
y otros a contemplar
alguno se entusiasmó recogiendo una buena cosecha de boletos, tantos que terminó olvidando los bastones -por suerte se recuperaron tras un ratillo de búsqueda-
Vistas hacia Innsbruck en un claro en el bosque
Pero hoy parece que las anjanas andan de turismo por el Tirol
y unas gafas desaparecen también
Erigeron anuus
El refugio Rausbrunnen nos sirvió de restaurante con vistas
Tras reposado almuerzo
vuelta al camino
donde Tere
se convierte en protagonista exclusiva
de la bajada
Dianthus... - Clavellina
Frutos de Viburnum lantana - Barbadejo, uvas de perro
Se agradece un prado
Vincetoxicum hirundinaria - Hierba de las golondrinas
Valle de Stubai
Día 7: Stubaier Gletscher - Dresdner Hütte - Mutterberg Grawa Wasserfalls
Salimos desde Innsbruck ya lloviznando. Malos augurios para ver algo en las alturas del Valle de Stubai.
Ya en el valle, la lluvia emborrona el paisaje
o lo viste de misterio
Tras menos de una hora en el autobús, llegamos a Muttenberg, donde un telecabina, con algunas estaciones intermedias, nos lleva hasta Stubaier Glestcher, a casi 3.200 metros de altitud. Nada se ve. Solo se intuye el frío que debe hacer fuera. ¿Quién se atreve? Nieva en julio y no es nieve artificial.
Vamos saliendo y remontando las heladas escaleras que nos suben hasta la plataforma Top of Tyrol
junto al pico Großer Isidor (3210 m)
y allí, sacando al niño o la niña grande que siempre llevamos oculto, nos ponemos a tirarnos bolas -más bien pegotes-
¡Con lo bien colocada que estaba la nieve!
Un mediodía de finales de julio
Gaiskaferner, si el tiempo hubieras acompañado, desde el mirador Top of Tyrol
Tras hacer el ganso un rato, con las manos congeladas, volvemos a coger el telecabina con parada intermedia en
Mammut Höhenspielplatz
donde seguimos con el espíritu juguetón
y desde aquí hasta la Mittelstation Fernau. Bajamos y nos metemos de cabeza en el refugio Dresdner Hute
donde pedimos un chocolate con ron y unos trozos de strudel de manzana para calentarnos y reponer las fuerzas que no nos ha dado tiempo a perder.
Con pocas ganas y mucho frío
salimos del refugio
viendo poco o nada
para ir bajando
junto al río Fernaubach
Va quedando la niebla arriba
y, como en teatro, se abre el telón al paisaje
Unas chorreras en el río Fernaubach
Epilobium angustifolium
Epilobios junto al río
Äußerer Muttenbergbach
La niebla dibuja un bosque de sueños
Unas vacas nos miran curiosas en las afueras de Muttenberg
No estaba previsto, pero ya que por la niebla no hemos visitado las lagunas de MuttenbergSee
improvisamos un trozo de camino desde el pueblo
acompañando al río Ruetz en su discurrir
hasta Grawa Wasserfall, unas cascadas que caen desde la ladera derecha
Este chino no cabe en mis botas
El bosque
y el río que lo atraviesa
nuestro objetivo cada vez más próximo
Las cascadas desde el refugio-restaurante Grawa Alm, donde almorzamos y donde nos recogió el autobús -previa limpieza de botas con manguera y mojada incluida- para llevarnos de vuelta a Innsbruck.
Típico paisaje del Valle de Stubai desde el autobús
Día 8: Innsbruck-Munich-Madrid-Alicante-Barcelona-Castellón-Málaga-Pamplona-Valencia.
Muy temprano, aún de noche, nos espera el autobús en la puerta del hotel. Maletas, recuento final y pa'Munich. Llueve en el camino.
El avión sale a su hora y puntualmente llegamos a Madrid. Al bajar, el aire cálido y seco nos recuerda que aún estamos en pleno verano.
Recogemos las maletas. Están todas.
Quedan las despedidas, un adiós o un hasta pronto, quién sabe.
Y como dice el saber popular: cada mochuelo a su olivo.

























































































































































































































































































































































































