La orquídea pobre u orquídea de las colinas, como la bautizó su descubridor allá por el s.XIX, en las colinas de Alepo.
Pequeña y no muy abundante, salpica aquí y allá bordes de caminos y pastizales en terrenos calizos. Su tallo floral puede aparecer ya a finales de enero, siendo junto a la Ophrys fusca, de las más tempraneras.
El labelo de sus flores presenta un rosa más o menos intenso con un fondo blanco, aunque hay ejemplares casi blancos por completo, la variedad flavescens.
La polinización la realizan unos abejorros que, atraídos por su perfume irresistible (imperceptible a los humanos) intentan infructuosamente copular con la flor.
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