sábado, 15 de mayo de 2021

Abies pinsapo

                      Flores femeninas - Sª Bermeja

                                               Flores masculinas - Sª Canucha

Este árbol, emblema de la flora andaluza, es el único abeto autóctono de sur de España. Endémico de las sierras de Grazalema, en Cádiz, y de las malagueñas Sierra de las Nieves y Sierra Bermeja, ocupa también pequeñas manchas en las Sierras Blanca y Canucha y en la Sierra Cabrilla, siempre en las laderas norte de estas montañas, buscando el frescor y la humedad que tanta falta le hacen para sobrevivir al tórrido verano andaluz.

Descubierto para la ciencia por el botánico suizo Boissier a finales del s.XIX, esquilmados sus bosques por leñadores, militares, cabras e incendios, sobrevivió a duras penas hasta las postrimerías del s.XX, cuando se le protegió.

Desde ese momento, el pinsapo se encuentra en franca expansión, y a pesar del cambio climático y de la muerte de viejos ejemplares, en muchos lugares de la sierra vamos notando que el pinsapar va ocupando cada vez más terreno y que los árboles jóvenes pujan por alcanzar el azul del cielo.

Hoy día disfruto de sentarme en el mirador de los Coloraíllos y contemplar esos añosos pinsapos torturados por el tiempo pero aún verdes y llenos de vida y de conos -pichas de fraile-, y los jóvenes, empujando hacia arriba, que algún día serán viejos y recuerdo el pinsapo cortado que por Navidad, siendo pequeño, adornaba mi casa. Y reniego.

                                                              Brotes nuevos - Sª Cabrilla

                                       Pichas de fraile - Pinsapar de Cubero

                                             Pinsapar en septiembre - Tajo de la Caína

                              Mirador de los Coloraíllos - Sª de las Nieves

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