Sierra de Mijas
Parar y sacar una instantánea de esta pequeña planta no es tarea fácil, no solo por su tamaño sino sobre todo, por el continuo bamboleo de sus finos tallos y las florecillas amarillas que coronan sus extremos.
A la menor brisa. el lino amarillo se agita, nervioso, al son del viento y todo el herbazal en los pequeños claros del bosque lo acompaña.
Habitante de prados abiertos, de claros en los bosques de nuestras sierras pero también de cunetas y cultivos abandonados, se muestra abundante en nuestra provincia, a pesar de ser una planta exclusiva del sur y oeste de la Península y del Magreb africano.
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