domingo, 13 de junio de 2021

Silybum marianum

                                                  Tajos del Sabar

Allí donde el ganado pasta y nitrifica con sus excrementos el suelo, aparece el denostado cardo borriquero armado de punzantes espinas en flor y hojas. Un auténtico suplicio tener que cruzar una ladera cubierta de ellos y no saber si pinchan más por abajo o a la altura de sus flores, a veces por encima del metro y medio.
Cardo mariano, de María, la Virgen que con su leche manchó sus hojas de blanco. Cardo bendecido de virtudes, quizá una de las plantas que más propiedades medicinales tenga: es un potente protector del hígado, actuando de manera efectiva en casos de cirrosis hepática, hepatitis o en intoxicaciones por amanitas venenosas, como la Amanita phaloides, así como contra el  daño hepático provocado por medicamentos como el paracetamol y otros; ayuda a deshacer las piedras del riñón y la vesícula, reduce el azúcar en sangre así como el colesterol, favorece la muerte de las células cancerígenas, se usa para complicaciones en pacientes de Sida así como para estimular la secreción de leche en las madres... y para algo más mundano: reducir los efectos de la resaca provocada por un exceso de alcohol.
Quizás la próxima vez sentiremos sus pinchazos con mejor ánimo y miraremos sus hermosas flores con otros ojos. Seguro. 

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