El cedro es un árbol majestuoso, de color verde azulado y que puede alcanzar los 40 metros de altura. Lo podemos encontrar como especie forestal introducida en varias sierras de la provincia, pero especialmente en la Sª de las Nieves, en la zona del Puerto de Bellina, en Yunquera. Sobre su introducción en nuestros bosques hay cierta controversia pues muchos piensan que es extender por ellos una planta alóctona, no propia de nuestra flora; otros, sin embargo, basándose en estudios paleobotánicos, piensan que este árbol formaba parte de los bosques de la Península Ibérica en el Cuaternario, por lo que no es una especie extraña a los mismos.
Originario de la Cordillera del Atlas, de ahí el nombre científico, hoy en día los únicos bosques naturales de esta especie se encuentran en las montañas de Marruecos y Argelia.
Como en otras coníferas, sus flores masculinas y femeninas son distintas, dando lugar estas últimas a unos conos o piñas abombados, semejando pequeños toneles que pueden durar hasta dos años en el árbol.
Su madera es de una calidad excelente, aromática, dura y difícilmente atacable por hongos o insectos, por lo que es muy apreciada y ha sido explotada desde la antigüedad.
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