jueves, 23 de septiembre de 2021

Ficus carica

                                                                         Sª de Alcaparaín

¿Quién no conoce la higuera? Tan mediterránea como la encina, tan andaluza como el olivo, probablemente siempre haya estado aquí y el ser humano, en sus formas cultivadas, la haya extendido por medio mundo por lo que ahora es difícil conocer cuál es su origen exacto, el lugar de nacimiento que poner en su DNI. 
Este pequeño árbol de hoja caduca lo podemos encontrar desde el nivel del mar hasta zonas de sierra tanto en lugares más bien secos como cerca de cursos de agua, incluso colgada de tajos enraizada en la pura roca.
Brevas e higos son lo mismo, sus frutos; difieren en la época de maduración: principios del verano las primeras y al final de esta estación o comienzos del otoño los segundos. Variedades infinitas, como variedades de flor de este singular árbol: femeninas que actúan como masculinas, y no se convierten en higos; masculinas que terminan siendo fecundadas y convertidas en higos; otras que se transforman en higos sin ser fecundadas y multitud de formas intermedias dando lugar a frutos de toda clase y condición.
Árbol de madera de muy mala calidad, el látex que exuda al romper sus ramas o arrancar sus hojas se ha usado para tratar las verrugas, y las propias hojas para envolver alimentos, entre otros un preciado queso azul cantábrico.

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