A lo largo de los muchos años de recorrer los caminos de Málaga muchas son también las veces que hemos preguntado ¿y este qué clase de pino es?
Varios son los que podemos encontrar en nuestras costas y sierras pero quizá sea el pino carrasco el más frecuente de todos ya que se adapta con facilidad a las condiciones climáticas que por aquí tenemos: es un amante del calor y aguanta la sequía como ningún otro, por lo que se ha utilizado de forma generalizada en las repoblaciones que en la provincia se han hecho.
Para distinguirlo de sus parientes debemos fijarnos en sus acículas, que son pequeñas y finas y se presentan agrupadas de dos en dos; en sus piñas, también pequeñas y alargadas y, sobre todo, en el montón de piñas secas que permanecen unidas al árbol, ya que tardan muchísimo tiempo en caer después de abrir y dispersar sus aladas semillas.
El pino de Alepo es un árbol originario de la región mediterránea de madera poco apreciada ya que tiene muchos nudos y es muy resinosa, particularidad que lo hace ser propenso a los incendios forestales ya que arde con mucha facilidad, aunque como estrategia de supervivencia, tras un fuego, las semillas de sus piñas maduras germinan con una facilidad asombrosa, eso sí, siempre que encuentren algo de suelo y no pura roca.
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