miércoles, 27 de octubre de 2021

Cupressus sempervirens

                                                                               Sª de Mijas

Este árbol, originario de la zona oriental del Mediterráneo, ha llegado a Málaga para ser plantado con fines ornamentales o en repoblaciones experimentales en diversas sierras de nuestra geografía, donde se ha adaptado bien e incluso ha sido capaz de ir extendiéndose después de manera natural.
De este ciprés existen dos variedades: una semejante a un pino o abeto, de ramas más abiertas y extendidas, y otra, el ciprés columnar, alto y de ramas apretadas, aquel que asociamos con los cementerios y la muerte. Ambas poseen una madera recia, incorruptible y muy olorosa que ha sido utilizada desde la antigüedad para la construcción de barcos, en carpintería (las puertas del Vaticano están hechas de esta madera), en ebanistería y para la construcción de instrumentos musicales, especialmente guitarras flamencas.
Su floración, muy poco aparente, tiene lugar en primavera, y la maduración de sus conos esféricos -estróbilos- en otoño. 
En la medicina natural se ha utilizado para el tratamiento de resfriados, bronquitis, para varices, hemorroides y problemas de próstata, y en mi caso, y sin ninguna base científica, para los dolores de cabeza, llevando en los bolsillos un par de sus frutos redondos. Y sea por sugestión o cualquier otro motivo, a veces ha funcionado... ¡y como daño no te va a hacer! Por probar, que no quede. 

 

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