miércoles, 15 de diciembre de 2021

Viscum cruciatum

                 Llanos del Culantro - Montejaque

Planta sagrada para los celtas, misteriosa, medicinal, tóxica, letal, navideña... el muérdago colorado, encaramado en las ramas de su hospedador a la fuerza, olivos, acebuches, almendros y en la sierra, las más de las veces, majoletos, a los que parasita y roba su sabia, complementando así su alimentación fotosintética.
El marojo destaca por sus frutillos, de un rojo intenso en otoño y principios del invierno -las flores, insignificantes, surgen en la primavera-. Alimento de avecillas que dispersan sus semillas y potente veneno para el ser humano -veinte de ellos pueden llevarnos a atravesar la Laguna Estigia.
Planta dioica -hay machos y hembras-, se extiende por parte de Asia, el norte de África y aquí, en la Península, por el sur. Más al norte, es otro el muérdago que hay, el Viscum album, muy diferente a este sureño por el número de ramillas de cada división y, sobre todo, por el color de los frutos, en este caso, completamente blancos. Ambos poseen propiedades medicinales antimicrobianas, contra la hipertensión y anticancerígenas que están en estudio y que pueden deparar gratas sorpresas en un futuro. Mientras tanto, dejémoslo en su árbol poniendo color desde allí a la Navidad.

                                                                       Sª de las Nieves

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