La Albuqueria - Coín
Como en toda comunidad que se precie, ya sea humana, animal o vegetal, siempre hay alguno/a que aprovechando el trabajo de otro/a, logra hacerse un hueco en la vida, y esa es nuestra orquídea abortiva.
El limodoro carece de clorofila, y con la ayuda de hongos, logra sacar provecho de otros vegetales, obteniendo los azúcares que estos últimos fabrican a través del proceso de la fotosíntesis.
Esta planta parásita, de un intenso color lila, habita los sotobosques de frondosas y coníferas, en todo tipo de suelos pero siempre en sustratos ricos en materia orgánica, allí donde hay una buena capa de hojas o acículas muertas. Sus flores abrirán durante los meses de abril y mayo, autopolinizándose en la mayor parte de los casos y dando lugar a frutos cargados de diminutas semillas -hasta 16.000 en una sola cápsula.
Se distribuye por toda la zona mediterránea, llegando hasta el Cáucaso.
Como curiosidad, el apelativo abortivum del efecto que su consumo pueda causar en mujeres embarazadas, sino de que "aborta" sus hojas cuando va desarrollándose, quedando estas en unas pequeñas escamas.
Finalmente señalar que para distinguirla se otra especie similar también presente en nuestros bosques, el limodorum trabutianum, basta con mirar su espolón, muy corto en esta última en comparación con el de la orquídea hambrienta.
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