Sª de Benalmádena
Uno de los colores menos frecuentes en el mundo de las flores es el marrón. Y de ese color, más o menos intenso, son las flores del jacinto bastardo.
Crece en la baja montaña, en suelos de naturaleza caliza y en zonas soleadas y secas.
Ya desde mediados de febrero podemos encontrar sus tallos florecidos que surgen de un pequeño bulbo del que antes han brotado una serie de largas y finas hojas que se muestran tumbadas, como cansadas, alrededor del mismo.
Si logramos localizarlo - cosa que no es fácil dado su color terroso- miremos sus flores con atención y disfrutaremos con su extraña disposición en la que parece dominar el número tres.
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