Dentro del amplísimo grupo de las Silenes, no es precisamente esta una de las más conocidas, aunque ha sido y es planta cosmopolita y viajera. Originaria de Europa, la podemos encontrar hoy naturalizada en medio mundo.
La carmentilla gusta de habitar en los suburbios del mundo vegetal: caminos, cunetas, solares abandonados... donde a veces se ocultan tesoros ignorados. Allí se esconde y atrapa con los pelos pegajosos de sus cálices a insectos despistados, no se sabe si para comerlos o exhibirlos, de ahí su otro nombre, atrapamoscas.
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