Montes de Málaga
El cantueso huele a campo, a Mediterráneo. Trae ecos de primavera, del suave susurro de abejas volar alrededor de sus flores en espiga, las moradas oscuras, esas pequeñitas alineadas en varias filas. Lo de arriba, la bráctea lila claro, no es flor, es penacho de engaño, bandera que enarbola para decir ¡estoy aquí!
Esta planta, propia de nuestros montes, prefiere terrenos ácidos de pizarras o peridotitas. Se ha utilizado para limpiar heridas y llagas, así como para mejorar los procesos digestivos y como relajante.
Y por si fuera poco, puedes llevarte su fragancia y trasladar por unas horas el campo a casa.
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