Lupinus hispanicus

                                       Yunquera

El altramuz silvestre no es una planta frecuente en nuestros campos. Se trata de un endemismo ibérico, presente en la mitad oeste de la península.

Gusta de suelos ácidos o neutros en campos de cultivos de secano, como almendrales u olivares, o en los bordes de caminos, taludes o cunetas.

Este altramuz es pariente muy próximo del cultivado, el lupinus albus, leguminosa cuyo consumo siempre se ha considerado de pobres, como aparece en uno de los cuentos del Conde Lucanor del Infante d. Juan Manuel, en el s. XIV.

Pero a pesar de esta no muy buena fama, el altramuz nos proporciona innumerables beneficios, no solo al que lo consume, sino también al suelo donde crece pues es un potente fijador de nitrógeno a la tierra, actuando como abono verde.

Y si todas estas razones no te convencen, observa sus flores e imagina un campo cubierto de ellas.