Tajos del Sabar
Mediados de mayo y como peregrinación que se precie, no podemos faltar a nuestra visita anual a los tajos cercanos al pueblo de Alfarnatejo y disfrutar de la contemplación de decenas de orquídeas piramidales abrir al mismo tiempo, grandes, espectaculares como no la hemos visto en otros lugares.
Esta orquídea, extendida por el Mediterráneo y el Centro de Europa gusta de terrenos preferentemente calizos, soleados, más bien secos, entre el matorral o las rocas. Allí despliega su penacho de degradadas flores rosas formando una especie de pirámide, más evidente en unos ejemplares que en otros y, al contrario de muchos de sus congéneres, las ofrece llenas de néctar real, al que acuden mariposas que ayudan en la labor de reproducción de la flor.
Como curiosidad decir que con los tubérculos de esta planta y de otra especie de orquídea se hace una harina que se utiliza después para preparar una infusión muy popular en Turquía, el salep. Este uso tan extendido la ha llevado a la casi extinción en este país.
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