miércoles, 26 de mayo de 2021

Cistus ladanifer

                                    Sierra Palmitera

Altas, inmensas, muy por encima de nuestras cabezas pueden estar las flores de la jara pringosa.
Esta arbusto que puede alcanzar más de dos metros de altura lo podemos encontrar en cualquier terreno que esté exento de cal: pizarras, areniscas,  peridotitas... Allí, al mediar la primavera, más tarde o más temprano  dependiendo de la altitud y la orientación,  abrirán sus grandes flores, intensamente blancas y, casi siempre, pobladas de multitud de insectos.
El término ladanifer hace referencia al ládano,  una resina pegajosa que exuda la planta y que la hace pringar por todos lados. De esta sustancia, por destilación,  se puede extraer un aceite que tiene propiedades medicinales como cicatrizante, analgésico y para la tos, aunque dada su hepatotoxicidad, su empleo se desaconseja vivamente. En la actualidad este aceite se usa principalmente en productos de cosmética y peluquería  como fijador.
Otro aspecto a destacar es que esta planta heliofila, amante de sol y los terrenos secos, tras un incendio, es de las primeras en colonizar la tierra quemada, fijando el suelo e impidiendo que el agua lo arrastre, aunque como buena conquistadora, será difícil echarla después del terreno ocupado.

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