Han sido muchos los problemas graves e infortunios que esta
pandemia ha traído; también algunas consecuencias digamos positivas. Una de
ellas fue el descubrimiento para mí de esta planta en una sierra tan cercana
como la Sª de Mijas.
Muchas veces había pasado a su lado, pero sus hojas
similares a las de matagallo, tan común y abundante, la habían llevado a la
ignorancia una y otra vez. La nueva situación de distancia y mascarillas nos hizo
alejarnos del mar y acercarnos a la sierra aún con calor. Y allí estaba ella
con sus enormes tallos florales y sus flores intensamente moradas y blancas.
Este endemismo bético, presente solo en las provincias
orientales de Andalucía, florece entre los meses de mayo y julio,
principalmente al pie de tajos calizos, entre el matorral o al borde de caminos
y senderos. Por su belleza, esta salvia se utiliza en jardinería. Además, tiene
un uso medicinal como antiséptico en dolores leves de garganta.
La salvia candelabro se encuentra incluida en varias listas de flora protegida, por lo que no se entiende que, como muchas veces ocurre, se limpien senderos, caminos, bordes de carretera… sin tener en cuenta para nada las especies vegetales que en ellos crecen, llevándose por delante todo lo que hay, esté protegido o no, sea escaso o no, esté en flor o no, como ha ocurrido con un buen número de ejemplares de esta salvia este mismo año.
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