El Chorro
Literalmente “humo de roca”.
Los conejitos es una planta singular que une a la extraña
forma de sus flores, su hábitat, colgada en extraplomos calizos o de areniscas,
lejos del diente de las cabras.
Esta subespecie, incluida en el catálogo de flora amenazada
de la Península, es endémica del sur de España y el norte de Marruecos, y
presenta en las molasas del Chorro su mayor población en Andalucía, aunque es
una planta en regresión con una gran mortandad entre sus individuos. La planta,
que vive de media unos cinco años, presenta un comportamiento curioso para
asegurar su supervivencia: su pedúnculo floral crece buscando la grieta de la
roca, donde fructificará y dejará sus semillas, lo que se conoce como
dispersión geoautocora.
En Ceuta, donde también
existe, se la conoce como perejil carnoso por el parecido de sus hojas a la de
esa hierba tan utilizada en la cocina, y parece ser que el nombre de la Isla
Perejil le viene de la presencia de la planta en los acantilados de este islote
hasta hace poco totalmente desconocido.
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