El Torcal de Antequera
Cuando ya el calor hace acto de presencia y el Torcal, ese mar de piedra esculpido por el agua y el tiempo, ha perdido parte de su verde, en las grietas y fisuras de estas peculiares calizas podemos ver una plantita repleta de flores blancas que, junto a otras, convierten el paraje en un pequeño jardín colgante. Durante el verano, estas florecillas se irán transformando en cápsulas cargadas de semillas que hormigas y el agua se encargarán de ir distribuyendo aquí y allá.
Esta saxifraga es un endemismo exclusivo de nuestra provincia, encontrándose solo en Torcal y en dos sierras próximas, aunque en estas últimas el número de ejemplares es muy escaso. La planta se encuentra protegida, incluida en diversas "listas rojas".
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