De la misma familia que las rosas, la agrimonia es una
hierba con historia. La primera, el origen de parte de su nombre científico que
proviene del rey del Ponto Mitrídates Eupator, aficionado a la botánica a
fuerza de buscar venenos y antídotos y probarlos el mismo y sus sirvientes en
un intento de evitar terminar como su padre. Otra, una leyenda que nos habla de
que si ponemos sobre la cabeza de un durmiente una rama de esta planta, le
robamos los recuerdos. Una tercera, última y más cierta, sus propiedades
medicinales conocidas desde la antigüedad: antiinflamatoria, cicatrizante, para
trastornos digestivos y hepáticos, contra la ictericia y, sobre todo, para
cortar las diarreas.
La hierba de San Guillermo la podemos encontrar en orlas de
bosques o en pastizales, en zonas frescas y húmedas, junto a arroyos o a la
sombra de otros árboles. Es una planta extendida por casi toda Europa y el
oeste de Asia y que en la Península y Baleares se encuentra de manera dispersa.
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