Entre finales de mayo y el mes de julio florece esta pequeña
mata que el resto del año pasa prácticamente desapercibida pero que al llegar
esta época nos hará llevar nuestros ojos y cámaras hacia ella, tanto cuando
muestra sus capítulos florales sin abrir como pequeños pinceles sin estrenar
como cuando abiertas sus florecillas rosas nos muestra su cara más tierna y
espectacular: una alfombra magenta a la que no paran de llegar mariposas para
libar su néctar y dispersar su polen.
El pincel de serpentinas –una sugerencia que a falta de
nombre común recojo de internet-, es un endemismo exclusivo de las sierras
peridotíticas de Málaga, un serpentinófito obligado que solo se da en este tipo
de suelo.
La podemos encontrar desde los 300 a los 1400 metros de
altitud en terrenos rocosos, entre el matorral o en laderas despejadas. La
diferencia de altura y del sol que reciban determinarán que florezca antes o ya
bien metidos en el caluroso verano andaluz.
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