Pujerra
Esta es una planta que, como los gorriones, vive asociada a las personas y no la encontraremos fuera de muros y paredes viejas, arriates, macetas... aquellos lugares a los que hayan llegado sus numerosas y pequeñísimas semillas, capaces de penetrar en el más mínimo resquicio.
La palomilla de los muros florece desde finales del invierno hasta acabar el otoño, siempre que encuentren un lugar más bien umbrío y con la humedad y temperaturas adecuadas -ni frío ni calor-. En estas condiciones extenderá sus finísimos tallos cubiertos de pequeñas hojas palmeadas y abrirá un sinfín de florecillas de atractivos colores y forma sorprendente.
Esta hierba, originaria de centro-sur de Europa, la podemos encontrar por gran parte de la Península, aunque no se la puede considerar una planta invasora puesto que el territorio que coloniza se limita a los espacios urbanos, no suponiendo ningún problema para la flora silvestre.
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