Bellotas - Faraján
La encina es uno de los árboles más representativos no solo de la flora malagueña sino de toda la flora peninsular. Algunas de ellas, centenarias, salvadas del carboneo, dibujan el paisaje de nuestros montes con su densa copa y tronco recio, grueso y fuerte, a veces retorcido y con heridas que el paso de los años ha ido dejando, y nos reciben con su sombra siempre, agradecida en tiempos de calores, los más, un lugar donde acomodarse y sentarse y sentir en la espalda las arrugas de su piel, sus años, su energía, y dejarse llevar.
Pensamientos aparte, de este árbol existen dos variedades, unas con hojas pinchudas, la spp. ballota, y otra con hojas dentadas pero sin espinas, la spp. ilex. En ambos casos, sus hojas perennes y adaptadas a la sequía presentan el haz de un verde oscuro intenso y el envés mucho más blanquecino.
Su período de floración tiene lugar durante la primavera y es en el otoño cuando su fruto, la bellota, terminará alimentando a muchos animales, entre ellos al apreciado por exquisito cerdo ibérico, y a algún que otro humano que buscará en ellas el dulzor que otras bellotas no tienen.
La flor masculina (amentos) en primavera - Sª de Mijas
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