martes, 30 de noviembre de 2021

Cheilanthes acrostica

                                                                     Sª de las Nieves

El mundo de los helechos no me había parecido nunca especialmente interesante. El no tener flores le hacia perder gran parte del atractivo. Los veía monótonos, monocromos y nunca me había dado por apreciar sus múltiples formas y colores, las adaptaciones a los más variados ecosistemas y a las condiciones climáticas más extremas o cambiantes.
Pero ahí están, siempre esperando el momento adecuado para mostrar sus verdes intensos y surgir, aparentemente de la nada, de la pura roca, como este helechillo pequeño, la falguerilla, que podemos encontrar en las fisuras de las calizas de la zona mediterránea, Oriente Próximo e Islas de Cabo Verde, allá donde un poco de sombra y tierra y un algo más de humedad le permitan vivir año tras año, discreto como luna nueva en noche cerrada.

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