Est. de Gaucín - El Colmenar
De las dos especies de Ruscus que podemos encontrar en Málaga esta es con diferencia la más escasa. La podemos distinguir de R. aculeatus fácilmente ya que tiene las falsas hojas -filoclados- mucho más grandes, menos gruesas y no terminan en esa espina pinchuda que tanto molesta cuando nos acercamos para fotografiar detalles de su anatomía vegetal.
La laureola gusta de terrenos silíceos, en zonas umbrías, húmedas pero templadas, bajo el dosel arbóreo de alcornoques y quejigos o entre las grietas de las rocas.
Su floración, poco aparente, minúscula, tiene lugar durante el invierno. Tras ella surgirán unas bayas de un rojo intenso que no pasarán desapercibidas.
Es esta una planta que podemos hallar de forma natural en contados lugares del Mediterráneo Occidental: el sur de Francia, Alicante, Málaga y Cádiz, aunque se ha asilvestrado en otros lugares y sobre todo, la podemos encontrar en las casas, una de esas plantas que han adornado nuestros hogares y nos han acompañado desde hace años, una planta que, junto a la pilistra o la lengua de suegra, forma parte de lo que se conoce como plantas antiguas, ancestrales habitantes en la sombra de los patios andaluces.
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