Torreblanca - Fuengirola
De los dos asphodelus que podemos encontrar en nuestra provincia es este, el gamoncillo, el que tiene más querencia al mar y al sol, sin ser turista.
Gusta de cunetas, terrenos baldíos y bordes de caminos en zonas cercanas al litoral.
En pleno invierno ya lo vemos florecer: de una roseta de hojas finas y cilíndricas salen una serie de tallos de los que van abriendo una serie de flores blancas con seis pétalos de aspecto céreo, con una línea anaranjada que los cruza hacia el centro de la flor, de donde salen los estambres.
Es una planta tóxica que en algunos lugares se ha utilizado como remedio para curar las heridas.
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