viernes, 4 de febrero de 2022

Tetraclinis articulata

                                                            Carratraca

Este pequeño árbol, pariente lejano del ciprés, es una de las especies vegetales más escasas de nuestro país. Presente en el norte de África y en la isla de Malta, aquí solo la encontramos de manera natural en las sierras de Cartagena, aunque por los restos fósiles hallados, se cree que su área de dispersión pudo ser mayor de la que tiene en la actualidad. 
Por su peligro de extinción, se ha introducido mediante repoblaciones en otros lugares del sur y este de la Península, entre ellos la provincia de Málaga, donde lo encontramos formando bosquetes mezclado junto a pinos y cipreses. Su adaptación a la sequía, a terrenos soleados, semiáridos y calcáreos, hacen de ella una planta a tener en cuenta en estos tiempos cada vez más escasos en precipitaciones.
El araar, nombre de origen árabe, se ha usado para tratar hemorroides, diarreas y menstruaciones dolorosas. Su madera, de excelente calidad, para artesanía y pequeños objetos de gran valor y su resina, para fabricar barnices y lacas y, en el antiguo Egipto, para embalsamar a los muertos.
La sabina de Cartagena, como también se la conoce, debe su nombre científico -Tetraclinis- a las cuatro partes en que se dividen sus pequeñas piñas, que muestran al abrirse en una curiosa forma,  y -articulata-, a la disposición en las ramillas de sus pequeñísimas hojas.

                                          Flores masculinas


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.