Sª Almijara
"Madera de boj" titulaba Cela un relato inconexo donde en el particular paisaje gallego se iban moviendo un compendio de personajes a cada cual más extraño o peculiar, supongo duros como la madera de ese arbusto norteño, el boj común o Buxus sempervirens.
Boj es también este más sureño y mediterráneo, mucho más escaso, presente en algunos puntos de Baleares, el sur de la Península y el norte de África.
Habitante de nuestras montañas calizas y dolomíticas, es en los barrancos y laderas de la Sª Almijara donde lo podemos encontrar con mayor profusión. Allí, durante los últimos días del invierno y comienzos de la primavera adornará sus ramas y hojas con multitud de flores amarillentas poco aparentes que darán paso a unos frutos esféricos y verdosos igualmente discretos.
Este arbusto perenne de brillantes hojas verdes puede presentar en las zonas más desprotegidas y frías de la sierra, durante los meses de invierno, un atractivo color pardo rojizo, lo que lo hace resaltar sobre el entorno circundante.
El boj es una planta tóxica, y aunque en algunos lugares se ha utilizado como purgante, su uso interno es muy peligroso. Lo que sí se ha empleado es su madera para la fabricación de utensilios caseros y para la elaboración de carbón vegetal.
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